Caos

19

Micah

Respondí a sus labios demandantes cuando se movió rápidamente haciéndonos impactar contra una de las paredes, no me importo el desconocido inconsciente y el otro muerto cuando mordió mi labio exigiéndome el acceso. Claramente se lo di y nuestras lenguas danzaron con unas increíbles vehemencias entre chupones, mordidas y lamidas. Sus manos recorrieron mi cuerpo con astucia y yo le respondí amasando su pequeño trasero robándoles gemidos, se separó y bajo sus besos a mi mandíbula y cuello antes de morderme y succionar. Le encantaba mi sangre y lo había dejado  claro. Se rozó contra mí.

–Alexis –jadee cuando me miro y su mano bajo

Estábamos todavía en el piso uno pegado contra el otro y mi espalda contra la pared. Se alejó un poco de mi  deteniendo su mano en mi abdomen

–Yo puedo disimular pero tu así no–señalo mi erección–Arriba–me ordeno

Me levante del suelo y ella también lo hizo dejo un breve beso en mis labios antes de arrodillarse.

–Silencio ¿ok?–susurro

Sus manos desabrocharon el jeans bajándolo junto a bóxer, detallo mi miembro ya liberado antes de darle una lamida desde la grande hasta uno de los testículos, solté un gemido cuando lo metió a su boca y chupo.

–Alexis–gemí cuando lo tomo con una de sus manos e introdujo la punta

Paso su diestra lengua por la glande antes de empujarla un poco más adentro y volver a la punta para acomodarse mejor entre mis piernas y meterla toda en su garganta, empezó a moverse de arriba abajo con una de sus manos masajeando mis testículos. Empujé mi cadera hacia delante adentrándola mas en su garganta sin llegar a ahogarla y enrede mi mano en su cabello para guiarla. Subió sus ojos a mi rostro y se dejó guiar. Acelere el ritmo en que lo introducía y bajaba por todo el tronco moviendo la cadera también follandome a su boca.

–Mmm  gudinna–gemí cuando sentí que mi miembro se tensaba creciendo

Ella lo sabía y siguió moviéndose hasta que me descargue en su boca, se tragó todo lo que pudo y chupo mi polla una vez más limpiándolo antes de sacarlo de su boca. Se pasó los dedos por los labios limpiando los restos de semen y chupo sus dedos. Gemí ante esa imagen frente a mí y acomodo mi bóxer y jeans subiendo el cierre antes de tomar mi mano y levantarse.

Corrió la cara cuando intente besarla.

–Vámonos de aquí o me besaras y accederé a follar en este lugar de tortura

–Si eso es lo que quieres–deje un beso en sus labios riendo

–Micah se volverá a parar y tendrás que caminar así frente a todos–se quejó correspondiendo mi beso

–Sabrán que la muerte me excita–bromeo

–Gracioso –me jalo sacándome de la habitación la cual cerré con llave

–Vamos a mi habitación aquí –sugerí

–Mejor aún –dijo y se quedó callada  cuando empezó a ver personas

–¿Tienes la información? –me intercepto Edna

–No vine por eso vine a acabar con el otro–dije dándole a entender que se quitara del camino

–¿El licántropo?

–Si ese

–¿Cuándo empezaras con el otro?

–Adiós Edna–gruñí alejándome

–Impaciente? –molesto Alexis notando mi rápido caminar

Creo que todos lo notaron.

–Si estuviéramos en casa lo olerían a kilómetros.

Pero lastimosamente aquí solo había vampiros sedientos de sangre. Al menos servían como banco de sangre con diferentes tipos de sabor.

No iba a preguntar como hizo lo que hizo si se supone que no sabe hacer nada con sus dones ni de que marca se refería el lobo y si era la que yo creía que era, sabía que podía con los celos de un lobo pero no quería esa espina en mi trasero cuando ya era suficiente tener a mi familia hablando de Alexis. Después de unos minutos llegamos al pabellón de las habitaciones y abrí la mía empujándola  adentro.

–Tranquilo tigre–se burló sentándose en la cama y observando la habitación

–Desnúdate–ordene impaciente

–¿Ahora me ordenas? –sonrió burlona– Bien, me gusta

Observe sus movimientos atento recostado  contra la puerta, deslizo lentamente su blusa tirándola al piso y se levantó dejando caer su blue jeans.

–¿Eso también? –tanteo la tira de su sostén mirándome y dejándolo caer también

Liberando sus pezones rosados erectos que anhelaba meter en mi boca camino hacia mi quitado también su braga. Su apodo quedaba perfecto ante la Diosa rubia parada frente a mí, sus ojos me comieron de arriba abajo pero no me toco.

–Así, señor–siguió jugando

–A la cama, rubia–ordene

A ella le gustaba dominar pero había algo en su interior que le pedía ser controlada, lo sabía y ella se lo había confirmado con sus acciones desde que la conoció. Alexis en lo sexual era una y fuera de eso completamente diferente. No debías confundirte porque le molestaba.

Camine tras ella cuando se volvió sentar en la cama.

–Date la vuelta y camina al respaldar

Me hizo caso y quedo unos metros lejos de mí de espaldas.

–Hecho

–Ahora en cuatro–seguí dando órdenes que acato sin rechistar

Me acomode de rodillas tras ella cuando ya me había desasido de mi propia ropa y se pare un poco sus piernas para darme acceso.

–¿Duro o suave?

–¿Soy de las que le gusta lento? –se quejó con diversión

No, no lo era.

–Claro que duro, idiota

–Respeto–dije dándole una nalgada a lo que gimió

–Respeto un carajo–dijo entre dientes

–Alexis–la regañe

–Que me foll…Ah–chillo cuando entre de una en ella

Empecé a salir y entrar completamente sin dejar que se adaptará completamente, movió su cadera acomodándose mejor y seguí penetrándola al compás de nuestros gemidos. Acaricie su cuerpo y la seguí penetrando hasta que se vino, basto un par de estocadas para que también me corriera dentro de ella.

 

 

Se dejó caer contra mi regazo de espaldas y empezó a moverse contra m miembro. Y así supe que quería segur y no pararía hasta estar completamente satisfecha.




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