Caos

Capítulo 2

Nuevo hogar

Mi madre me acompaña hasta la oficina de la Directora donde tenemos una breve charla de las normas y  que esperan que me sienta cómoda y me adapte rápido a la rutina. Lo único que hago es decir si y no a las preguntas que me hace, mi madre me da una mala mirada cada vez que lo hago pero no me importa. Zakhar se ofreció a enseñarme el internado y mi dormitorio cuando nos encontramos a la directora en el pasillo. Obviamente mi madre se emocionó mucho y  me dijo lo caballero que es. 

Obviamente todo eso de ser amable es una mentira y tiene algún plan en mente. 

Solo necesito saber cual es y estar un paso adelante de él. 

A veces no tengo filtros para decir las cosas y me vale madres lo que piensen los demás, pero en momentos como estos trato de controlarme, y no reirme en la cara de la directora Vanderbilt. La verdad es que es muy amable, no pasa de los 50 años, se ve un poco joven y demasiado extravagante con toda esa ropa y joyas, parece que va a tomar el té con la reina con su perfecto cabello corto y maquillaje. Pero tiene demasiado labial, que tiene hasta en los dientes.

ー Fue un gusto por fin conocerte, Doska ー Me dice la directora, parándose del escritorio para darme la mano. ー Espero te sientas muy cómoda aquí en Deerfield, tu nuevo hogar.

Yo le sonrío y estrechamos las manos, pero no dejo de ver sus dientes. Antes de que se me escape una carcajada, mi madre me pisa el pie tan fuerte que se me escapa un medio grito. 

ー Estoy tan emocionada, muchas gracias ー Le respondo antes de que pregunte por qué grité. 

ー Muchas gracias Directora Vanderbilt, no se decepcionará de haber aceptado a Doska. ー Le dice mi madre estrechando la mano de la señora. 

ー Eso espero, Señora Rousseau.

Cuando salimos de la oficina nos encontramos con Zakhar apoyado en la pared de enfrente con su teléfono. Él deja de ver su teléfono y me mira, yo también le sigo el juego de miradas.

 Solo por molestarlo. 

ー Joven Rousseau  ー Dice la directora, lo cual hace que el juego de miradas termine, y gane.ー  ¿Podría ser tan amable de acompañar a la señorita?

ー Por supuesto  ー Me sonríe.

Joder 

Tengo que admitir que su sonrisa me asusta mucho, pero no dejaré que él tenga poder sobre mi, a si que le sonrió de regreso con mi sonrisa de psicópata.  

ー Eres todo un amor, Zakhar. ー  Dice madre abrazándolo por última vez ー  Dile a tu padre que le mando saludos. 

ー Le diré

Es la simple respuesta que le da, y ella se despide de mí con un beso en mi frente  ya que tiene público. Y eso es todo, la directora la acompaña hasta la salida, dejándome de nuevo a solas con Zakhar. 

Joder 

Cuando me doy la vuelta, veo como Zakhar va caminando hacia el lado izquierdo del pasillo, sin esperarme. 

Y me dejó con mis tres maletas. 

Imbécil

Los pasillos estaban algo vacíos, solo había unos cuantos estudiantes  y había uno en especial que no dejaba de verme, su mirada me hacía sentir muy nerviosa y cuando lo mire a los ojos vi que me guiñaba un ojo. 

Yo le sonreí porque el chico es muy guapo y empecé a caminar con mis maletas por el camino que se dirigió Zakhar, estaba por cruzar al otro pasillo cuando siento que alguien me jala hacia un cuarto oscuro. 

Estoy por gritar y maldecir cuando una mano se posa en mi labios. Mis maletas quedaron tiradas por la acción en el pasillo, y maldigo internamente cuando mi espalda se golpea con la pared. Mis músculos se endurecen al reconocer el olor del perfume de mi captor, siempre el mismo perfume y ahora mezclado con humo. 

Zakhar  

ー ¿Tienes miedo, Dos?  

Me estremezco al escuchar el apodo, el cual me decía antes, todos los recuerdos vuelven hacia mí y una lágrima cae. Zakhar se da cuenta del efecto que me provocó volver a escucharlo llamarme así y sonríe satisfecho de haberme puesto nerviosa y encontrar mi lado débil. Inclina su cabeza sobre mi cuello y siento que mi corazón va a mil por segundo, como si eso no fuera suficiente el muy cabrón empieza a oler mi cuello. Y se me escapa un leve gemido. 

El cual me hace reaccionar y mis mejillas se calientan a mil. Veo su cara de satisfacción y  trato de empujarlo para que me deje libre, se me ocurre morderle la mano, lo hago con todas mis fuerzas que lo escucho maldecir y dejarme libre.

ー Maldita sea, Doska 

ー No vuelvas a llamarme así ー Le digo enojada, mientras trato de controlarme. 

Me doy cuenta de cómo su cara cambia y sin previo aviso vuelvo a estar estampada contra la pared.

ーMierda 

Maldigo por el dolor.

¿Qué mierda tiene contra las paredes?. 

ーSolo te lo diré una vez, Doska ー  Me dice encabronado, apretando sus manos contra las mías. ー  Y espero que tu cabecita entienda todo. 

ーMantente alejada de mí, no te quiero cerca y lo sabes. 

ー  Y qué es lo que estás haciendo tú en estos momentos. Imbécil. 

Eso lo hace enojar y aprieta su mandíbula.

ー No te hagas la idiota. 

ー Suéltame.

ーTe llevaré hasta tu habitación, y luego desaparecerás de mi vista. 

ー Estoy de acuerdo en no volver a ver tu estúpida cara. Suéltame. 

El me suelta y abro la puerta del cuarto y agarro mis maletas que se encuentran tiradas enfrente de la habitación. El sale después y empieza a caminar, y lo sigo unos pasos detrás, cruzamos algunos pasillos para luego subir unas escaleras hasta la segunda planta y tomar el camino derecho donde un cartel en grande dice dormitorios de chicas. El camina un poco hasta que se para enfrente de una habitación y toca la puerta. 

Luego de unos segundos una chica abre la puerta, y cuando ve de quien se trata lo abraza y le da un beso en la mejilla. 

ー ¿Que te trae por aquí, Zak? 

No dejó pasar la forma cariñosa en la que habla y en el apodo tonto.




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