Capitulo VIII
BELLA
Me encontraba en la parte trasera de la camioneta con mis manos jugando en mi regazo, papá se encontraba junto a mi, y al volante un señor de unos 40 años que hace unos minutos se presentó como Shawn, él es como la mano derecha de mi o padre o algo así me explicó mi progenitor. Le pregunté a este ultimo que estaba sucediendo y dijo que aun no era el momento de contarme la verdad. Esa no era la respuesta que esperaba después de lo que me sucedió, mas sin embargo no tenia la fuerza de comenzar una discusión por lo mismo de siempre.
Yo necesitaba respuestas y algo me decía que Daemon me las daría. Cuando se presentó con mi padre pude notar lo tenso que se encontraba el chico tatuado y tal reacción me llamo mucho la atención.
—Tenemos un problema—habló Shawn de pronto.
—¿Qué ocurre?—preguntó papá.
—Nos están siguiendo—informó—giré en varias calles para confirmar mis sospechas y en efecto, nos siguen.
¡Dios! Que no nos pase nada.
—Pierdelos—ordenó mi padre y Shawn asintió.
Sentí como la velocidad de la camioneta aumentaba, mire por la ventana trasera y una camioneta igual a la de esta mañana estaba detrás de nosotros por escasos metros de distancia. De nuevo el miedo comenzó a recorrerme por toda el cuerpo. Shawn giraba en calles aleatorias para tratar de despistar a la otra camioneta.
En unas de las calles el semáforo cambió de color a rojo, nosotros pasamos a tiempo, la otra se detuvo de seguro para no levantar sospechas ya que en una esquina se encontraba una patrulla. Shawn aprovechó y los perdimos de vista.
—Llévanos a casa—pidió papá.
—Pero señor, es muy peligr...
—¡A casa! ¡Ahora!—espetó mi padre.
La mano derecha de papá o bueno eso creo, ahora parece solo uno mas de los que trabajan para él siguió las ordenes y nos llevó directo a casa. Al poco tiempo tiempo llegamos y papá le ordeno a Shawn que aumentará la seguridad en toda la casa y sus alrededores.
Todo esto es demasiado.
—Que no quede ni un rincón sin vigilar.—papá le hablaba a Shawn y a otros hombres—Cualquier movimiento por muy pequeño que sea igual me informan.
Entramos a la casa y mamá salió de la cocina con los ojos y nariz rojos e hinchados, lo que me decía que ha estado llorando y no la culpo yo estaría igual o casi, yo nunca he llorado. Mi madre llegó a mi y me dio un abrazo al cual correspondí, se separó de mi y acunó mi rostro con sus manos.
—¿Estas bien?
—Afortunadamente si.
Mamá se dirigió a papá, él esperaba también un abrazo, pero la reacción de mamá me dejó perpleja. Lo abofeteo.
—Te dije mil veces que tarde o temprano esto iba a pasar—reclamó mamá— Si solo le fueras contado a Bella toda la puta verdad esto no habría pasado—las lagrimas de mamá comenzaron a salir de nuevo y yo no podía moverme, quería hacer algo pero mi cuerpo no reaccionaba— Y bien ¿Te quedarás callado?
—Stella, cariño yo...
—Cariño y una mierda—espetó mamá—Si a Bella le ocurrió esto es solo por tu culpa, ni siquiera la culpa es de él, solo tuya.
¿Él? ¿Quien es él?
Todo esto es cada vez mas confuso.
—Bella, por favor ve a tu habitación—me pidió papá y solo ahí pude moverme.
Subí a mi habitación sin rechistar, como dije, no tenia la fuerza metal para siquiera opinar al respecto de todo esto que esta sucediendo, recargué mi espalda a la puerta exhalando todo el aire que tenia acumulado en mis pulmones, seguido de eso me lancé en la cama boca arriba mirando al techo tratando de asimilar estas ultimas horas. Mi teléfono suena, lo tomo y es un mensaje de un numero desconocido. Lo abro para ver que dice.
Desconocido: Si quieres respuestas ve a la dirección que te enviaré.
Termino de leer el mensaje y llega otro con la dirección seguido con un te veo en una hora.
Estaba considerando ir, pero escaparme no seria nada fácil con toda la seguridad que papá seguro ya implantó en todo el terreno de nuestra casa, ademas mamá ya ha venido como 5 veces solo a preguntarme si estaba bien y sé que lo seguirá haciendo. Tomo la decisión de no ir, al menos no hoy, ya mi cabeza está hecha un lío como para agregarles mas cosas.
Me dí una ducha caliente para tratar de relajarme un poco, aunque sabia que aun así me diera los mil y un baños no cambiaría las cosas.
Duré mas de lo que esperaba en el baño. Se sentía demasiado bien como el agua caía en todo mi cuerpo llevándose todos mis problemas por el desagüe, mas embargo esos problemas no desaparecerían por arte de magia.
Me desespera no entender nada.
Me puse solo una bata corta y unas bragas, me metí a la cama para tratar de conciliar el sueño, pero cada vez que lo intentaba los recuerdos de esta mañana invadían mi cabeza.
Bienvenido Insomnio.
Pasaban los minutos y las horas y yo sin poder pegar un ojo, no era por temor a que me hicieran algo, no, yo sabia muy bien defenderme, tenia miedo que le hicieran algo a mamá o a Chloe. Miré de nuevo la hora en mi teléfono 2:53 am. Las horas pasaban lentamente, ya ansiaba ver los rayos del sol colarse por mi ventana, pero los únicos tenues rayos eran los de la luna. Daba vueltas sin cesar en la cama y sabia que lo que estaba a punto de hacer seria lo mas tonto, estúpido y ridículo que he hecho en mi corta vida.
Yo: ¿Despierto?
Si, le escribí a Daemon, y si me preguntan de verdad no se la razón por la cual lo hice, pero bueno lo hecho, hecho esta. Y ya no podía revertir lo que hice, ademas tenia que ganarme la confianza de ese chico para que me diera algunas respuestas y a como diera lugar las conseguiría.
Mi teléfono vibró y por alguna razón sin explicación mi corazón se aceleró, leí el mensaje y no pude evitar sonreirle a la pantalla.
Dios Negro <3: Depende de para que sea.