Capítulo 2

Victoria

Llevo una hora tratando de comunicarme con Diego para hablar con él de lo que sucedió anoche, no he dormido bien, ahora mismo estoy en el jardín de mi casa dándole instrucciones a mis guardaespaldas, Pablo es mi chofer, siempre me acompaña a todos los sitios a los que voy y esta noche empiezan los preparativos del concurso, con las cosas como están no debería presentarme a eventos públicos por seguridad, pero si cancelo mi asistencia estaría dañando mi imagen, y me ha costado mucho esfuerzo conseguir prestigio y llegar a ser una de las mejores modelos de España.

-Víctor y Juan, vosotros me acompañareis al concurso, Carlos y Raúl, vosotros os quedareis aquí vigilando la mansión –le digo a los hombres y doy algunas indicaciones mas para poder estar más tranquila.

Tengo que encargarme de todo yo sola ya que mis padres no están y no van a regresar hasta el domingo, que es el día del concurso y mi cumpleaños. Me paso toda la mañana ocupada estudiando los planos del lugar, para que mis guardaespaldas puedan cubrir las entradas y las salidas y poder colocarse en sitios estratégicos, también reviso la lista de los jueces y las personas que asistirán para no tener que llevarme ninguna sorpresa.

Cuando termino voy a la cafetería de siempre a hablar con Sofía, para contarle lo que ocurrió anoche en la discoteca con aquel hombre y con Diego.

Estamos sentadas en la mesa de la esquina que está enfrente de la ventana, le cuento hasta el último detalle de lo que ocurrió, mientras ella me escucha con atención, aquel hombre no sé porque motivo, pero no he logrado dejar de pensar en él.

-¿Sabes algo de Diego? no me contesta el móvil y no he podido comunicarme con él desde entonces. –le pregunto, en verdad entiendo a Diego, yo no sé como hubiese reaccionado si lo veo a él besándose con otra mujer, la verdad creo que reaccionaria peor de lo que él lo hizo.

-No, la última vez que hablé con él fue ayer por la noche en la discoteca me dijo que había surgido una emergencia y que tenía que irse –dice y vuelve a hablar unos segundos después - ¿Sabes su nombre, te dijo algo?

-¿Quién?- digo tratando de evadir la pregunta, aunque sé que se está refiriendo a aquel hombre.

-Quien va a ser, ese hombre del que me acabas de hablar ¿Lo conocías de algún sitio?

-No, nunca lo había visto, lo único que sé de él es que su nombre es Alexander Black.

"Solo sabes eso, pero quieres saberlo todo acerca de él y eso que solo lo has visto una sola vez"

-¿Cómo es él? –pregunta, pero estoy distraída mirando por la ventana a la persona que está en la calle de enfrente, esa que no he podido sacarme de la cabeza desde que la vi.

Alexander

Anoche estuve en la inauguración de mi nuevo local, que acabo de abrir en Madrid, soy un empresario exitoso con tan solo 21 años, manejo discotecas, hoteles, bares y todo tipo de locales por toda España, normalmente no asisto a las inauguraciones prefiero mandar a otra persona a que se encargue por mí. Pero esta vez tenía que presentarme para hablar con unos socios de un negocio que teníamos pendiente, eso me hizo viajar a Madrid y no me arrepiento de haber tenido que venir.

Me estaba despidiendo de ellos cuando de repente, una mujer me rodeo con los brazos, me giré y cuando la vi, jamás podre describir la sensación que me recorrió en aquel momento, era la mujer más hermosa que había visto en mi vida, tenía el pelo rojo como el fuego, sus ojos verdes oscuros resaltaban en su rostro, era alta e iba vestida con un vestido azul ceñido que marcaba todo su cuerpo. He conocido muchas mujeres a lo largo de mi vida, pero ninguna de ellas había conseguido provocarme lo que sentí al ver a esa mujer.

En ese momento no pensé y simplemente me dejé llevar por mis impulsos y la besé, pensé que me iba a rechazar, pero no, me sorprendí cuando correspondió el beso, intento separarse de mí cuando un hombre la llamó por detrás, pero no se lo permití y la atraje más a mí, supuse que me había confundido con él y no pude evitar disfrutar ante eso, aunque la mujer termino empujándome y salió detrás de ese tipo.

No me iba a ir del lugar hasta no saber algo más de ella, por eso decidí esperar a que saliera, cuando la vi, me acerque a ella y le dije mi nombre, después me aleje del lugar. Dejé de preocuparme por averiguar algo de ella al ver al hombre que salió del coche para abrirle la puerta, Pablo es el hijo de uno de mis socios, crecimos juntos, aunque nos distanciamos cuando él se mudo del país y ahora que estamos los dos en España volvimos a vernos. Si él la conoce estaba seguro de que podría terminar involucrándome en su vida.

A la mañana siguiente, lo llamé y le pregunté por esa mujer, me dijo que él se encargaba de su seguridad y de llevarla a todos los lugares a los que iba, insistí para que me dijera su nombre o su dirección, pero no conseguí nada, le dije que quería reunirme con él, y me contestó que iba a estar toda la mañana ocupado con la seguridad de un evento, que tenía tiempo en la tarde, accedí a vernos, aunque estoy la mayor parte del tiempo ocupado hay cosas que me llaman más la atención y esa mujer es una de ellas.

Me he pasado toda la mañana recibiendo llamadas y atendiendo asuntos que tenía pendientes, ya son las cinco y media, y me dirijo hacia el lugar que Pablo me indico, tengo la intención de encontrarme con ella, nos vamos a ver en una cafetería en el centro de la ciudad, cuando llego me bajo del coche y me lo encuentro apoyado en el Porsche negro, que está justo enfrente de la cafetería, me acerco a él para saludarlo.

-Ven quiero presentarte a alguien -dice Pablo, y empieza a caminar hacia el otro lado de la calle.

Voy a hacer lo mismo, y entonces la veo, está sentada en una de las mesas de la cafetería con otra mujer, está mirándome fijamente, nunca había visto unos ojos tan profundos e indescifrables, cruzo yo también la calle y entramos a la cafetería, ellas se ponen de pie para saludarnos.