Caos

Capítulo 5

Victoria

Es jueves mañana empieza el concurso, todavía no he hablado con Diego y Sofía y se me hace raro tener a Alexander bajo el mismo techo, esta quedándose en una habitación de huéspedes y  parece que está mejorando, Carmen es la que se encarga de él mientras estoy con  Oscar entrenando en la parte de atrás de la casa en el jardín.

Estoy haciendo unos largos en la piscina cuando de repente me empiezo a sentir incómoda y al alzar la mirada me encuentro con la de Alexander en la ventana que da al patio, me esta comiendo con los ojos, sigue todos mis movimientos desde la piscina hacia la casa.

Una vez dentro me doy una ducha y me cambio en mi habitación, al bajar me encuentro a Carmen en la cocina preparando un café.

-Hola Carmen, ¿Cómo va Alexander? -Pregunto casualmente.

-Hola niña, esta mejor pero aun así tiene que guardar reposo y no hacer esfuerzos, le he pedido que se quede en la cama pero no hace caso.

-No lo conozco bien del todo pero por lo que he podido observar Alexander no es de los que se dejan dar ordenes, es todo lo contrario.

-Lo se niña pero es por su bien, ahora iba a subirle este café.

-Yo se lo llevo y así veo yo misma como está.

-No te molestes- Dice Carmen

-No es molestia- Termino la conversación y me retiro de la cocina.

Voy subiendo por las escaleras que llevan a la habitación de invitados que esta justo enfrente de la mía y escucho la voz de Alexander desde el pasillo creo que esta hablando por teléfono y se calla justo cuando me ve aparecer con la bandeja.

-Luego hablamos, haz lo que te ordene.- Le dice a alguien.

-Te traje café.-Y le dejo la bandeja apoyada en la cama.

-Gracias, no tenias por que hacerlo.

-Es lo mínimo que puedo hacer por ti después de dispararte.

-Ya has hecho bastante sacándome del hospital, además la culpa fue mía no debí acercarme a ti de esa manera.

-Yo no debí apuntarte con un arma ¿Necesitas que te traiga algo más?

-No, ya mande a alguien a por algo de ropa y cosas personales a mi departamento, ¿Puedo preguntarte algo?

-Sí, dime.

-¿Por qué entrenas de esa manera y por qué esta casa tiene tanta seguridad?

La pregunta me toma totalmente desprevenida y no se que contestarle, porque ni yo misma se que ocurre a mi alrededor, así que le respondo lo primero que se me ocurre.

-Es por un problema familiar.

-¿Estas en peligro? -Pregunta preocupado.

-Algo así, por favor Alexander no comentes lo que veas en esta casa con nadie.

-No hace falta que lo pidas, yo no dejaría que nada malo te pasara.-Dice y el ambiente se pone algo tenso estoy sentada en la cama demasiado cerca de él, se acerca mas a mí y...

-Será mejor que me vaya.-Digo, me levanto rápidamente y salgo de la habitación.

Me voy a mi habitación y me quedo apoyada en la puerta pensando en lo que estuvo a punto de repetirse.

Es tarde me estoy arreglando para una cita en un restaurante con Diego y con sus padres, estoy algo nerviosa hace tiempo que no me reúno con mis suegros ya que el trabajar en el ejercito les deja poco tiempo libre.

Me he puesto un vestido blanco largo y bastante elegante, tiene una manga larga en un brazo de gasa con algo de pedrería y una apertura en la pierna izquierda, en el pelo me he hecho un semirecogido.

Pablo es el que se encarga de llevarme al restaurante donde me voy a reunir con mis suegros, entro por la puerta, digo mi nombre en recepción y un camarero se encarga de llevarme a la mesa donde los veo sentados a los tres, que se levantan a darme dos besos cuando me ven.

-¿Como estas querida? -Pregunta mi suegra, Anna 

Mi suegra es una mujer muy hermosa a sus cuarenta y cinco años luce como una mujer de treinta y mi suegro es idéntico a Diego solo con algunos años más.

-Muy bien, gracias.

-¿En que andas ahora, Victoria?-Me pregunta Cristian, mi suegro.

-Pues estoy muy emocionada por el concurso de mañana.

-Seguro te ira muy bien linda- Asegura Diego

-Estoy segura de eso.

Seguimos hablando tranquilamente mientras comemos, cuando de pronto veo unas camionetas negras aparcan en la entrada del restaurante, unos seis tipos encapuchados y armados entran al lugar pegando tiros.

-¡Que nadie se mueva esto es un asalto!- Grita uno de ellos.

Tumbamos la mesa y nos cubrimos con ella para evitar las balas , los tipos se le van encima al que parece ser el dueño del restaurante.

-¡Quédate aquí Victoria es peligroso! Nosotros nos encargamos- Dice mi suegro.

-¡Silencio y que nadie se mueva!- Grita un tipo con ametralladora en lo que dispara al aire.

Mis suegros sin que nadie los vean sacan sus armas y le disparan al hombre, los otros se dan cuenta y empiezan a disparar hacia nuestro lugar, yo sigo agachada detrás de la mesa, veo como mi suegra desarma a uno de los tipos y lo tumba al suelo, Cristian se enfrenta a dos de ellos y uno se dirige hacia donde estamos Diego y yo, Diego se le va encima.

Mientras ellos pelean veo como el hombre encapuchado que queda se lleva al dueño del restaurante hacia afuera mientras le apunta con el arma a la cabeza, esta de espaldas a mi y rápidamente me muevo y agarro uno de los cuchillos que están en el suelo y con mucha precisión lo lanzo y se le clava justo en el cuello e inmediatamente cae al suelo.

Estoy acostumbrada a pelear con muchas personas y he mandado a varias al hospital por accidentes en mis entrenamientos, pero esto que acabo de hacer, nunca se me borraría la imagen de ese hombre desangrándose yo lo había herido de muerte y vi como se le apagaba la vida mirándolo a los ojos, lo había matado, me había convertido en una asesina.

-Esta muerto, yo lo mate- Dije en voz alta para mi misma.

Diego se me acerco y se puso delante de mi para que no siguiera viéndolo.



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En el texto hay: misterio, mafia, romance

Editado: 19.10.2022

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