Victoria
Siento una molestia en la garganta y como alguien me sostiene.
-¡Victoria despierta!-Siento una voz conocida.
Abro los ojos estoy en una habitación oscura, estoy sudando y veo a Alexander mirarme con cara de terror.
-Estabas gritando como una loca, me asustaste, no conseguía despertarte.
Me habla y entonces lo recuerdo todo con claridad tuve el mismo sueño que hace unos días en el hotel, o bueno en realidad fue hace semanas pero siento que apenas sucedió hace poco.
Veo a Alexander y me doy cuenta de lo que he hecho tiene marcas de uñas en sus brazos.
-Alexander lo siento, no debí pedirte que durmieras conmigo, esto fue un error no deberías de haberme visto así.
-Victoria no hace falta que te disculpes y si debo saber estas cosas es importante para mi. ¿Desde cuando tienes estas pesadillas?-Pregunta Alexander.
-No son nada importante Alexander y no hace falta que te preocupes por mi.
-Si importan y me preocupo por ti porque ahora mismo eres mi socia, te lo recuerdo.
-No es asunto tuyo y no estoy de animo para discutir contigo-Digo y me retiro de sus brazos para el otro lado de la cama lejos de él.
No quiero admitirlo pero Alexander me pone nerviosa. No estoy segura de confiarle que mate a alguien y por eso tengo estas pesadillas que no me dejan dormir. Tampoco tengo animó han sido demasiadas cosas en muy poco tiempo desde la traición de Diego y mi mejor amiga hasta la muerte de mis padres.
Alexander simplemente se pone de lado mirando en otra dirección como si le molestase lo que acabo de hacer, no entiendo porque si solo somos socios, lo nuestro es solo un pacto. Lo más seguro es que me tenga lastima solo soy una niña huérfana que perdió a sus padres y a la que engañaron. Lo único que me motiva ahora es la venganza.
Cuando amanece no he podido volver a dormirme, la luz se filtra por las ventanas y Alexander se fue en medio de la noche no se a donde, tampoco me moleste en preguntarle.
Camino hacia el baño y en el espejo puedo ver uno de los únicos recuerdos que tengo de mi madre, el collar que me regalo cuando tenía diez años.
Siento las lagrimas queriendo salir de mis ojos pero las contengo, necesito hacer algo para distraerme. Me subo en el ascensor en dirección hacia el sótano, al llegar hackeo el código de seguridad para entrar, tal vez Alexander se enfade si me ve aquí, nadie me ha dado permiso pero no me importa. No hay nadie y me dirijo hacia el gimnasio.
Paso las horas entrenando como solía hacerlo antes de la explosión. Siento que mi cuerpo pesa estas semanas en coma me han pasado factura. Golpeo con fuerza el saco de boxeo, me imagino que es Diego al que estoy golpeando, tal vez así pueda apagar el caos que llevo por dentro.
-¿A quien quieres matar? No me gustaría ser ese saco en estos momentos.
Me giro y veo a un hombre atractivo apoyado en el marco de la puerta.
-¿Quién eres tú?
-Soy Erik un amigo de Alexander, además te atendí cuando estabas en coma ¿Cuál es tu nombre, preciosa?
-Victoria y no me digas preciosa.
-Uy alguien se levanto de mal humor ¿Y que clase de relación tienes tu con Alexander? Él es muy reservado no metería a una cualquiera en su departamento.
-Somos socios-Digo y me mira extrañado.
-Eso es muy raro ¿Socios en que?
-Perdona que no te lo cuente pero no confió en extraños.
-No me digas, por lo menos a el no le pegaste un tiro-Dice Alexander irónicamente, que sale no se de donde perfectamente arreglado.
A Erick parece que se le van a salir los ojos de la sorpresa.
-¡Qué!-Dice Erick pero nadie le contesta.
-Veo que eres buena en hackear códigos de seguridad.
-Soy buena en muchas cosas.
-¿Como en que Victoria?-Dice y veo curiosidad en su mirada.
-Se un poco de todo.
-Necesito medirte ven sube conmigo-Dice y hace una seña hacia el ring.
Veo como se quita la chaqueta y la camisa y sube conmigo.
-¿De que eres capaz Victoria?
-Voy a demostrártelo.
Lanzo un puño en el aire que consigue esquivar a tiempo, sigo con una patada que llega muy cerca de su cara pero en el último momento me agarra de la pierna y me tambaleo hacia atrás. Él me intenta golpear varias veces pero no permito que me dé y es bueno, aunque yo tenía al mejor entrenador del mundo. Trato de darle un puñetazo en el hombro pero el me agarra la mano e intenta tirarme al suelo aunque yo soy más rápida me impulso y le doy un codazo en el en sus partes que hace que se retuerza del dolor.
-Vale comprobado has ganado Victoria-Dice como puede.
Erick se ríe y niega con la cabeza en dirección de Alexander.
-Vamos tienes que cambiarte tenemos una comida para presentarte al resto del grupo, mañana comprobaremos todas de tus capacidades, si es que no me matas antes.
-¿Qué comida? Has estado desaparecido desde anoche-Pregunto yo.
-Vamos arriba te cuento, Erick por favor encárgate de lo que te pedí es importante.
Subimos al departamento de Alexander y allí me habla de sus amigos, me dice que están ansiosos por conocerme por eso ha organizado la comida en unos de sus restaurantes.
Se ve que es algo formal por el vestido que me ha mandado a hacer y que me ha hecho aceptar aunque no quería.
Es un vestido negro largo de tirante fino ajustado del pecho con escote en v tiene un corsé ajustado por encima de la cintura además de ser de corte de sirena con una abertura enorme desde la cadera. Es el vestido mas bonito que he visto en mi vida.
Alexander me avisa que va a venir alguien a peinarme y una hora después estoy totalmente arreglada con unos tacones negros y el pelo semirecogido en una corona con trenzas.
Nos dirigimos en el coche de Alexander hacia el restaurante.
-¿Estas nerviosa?-Pregunta Alexander.