Victoria
Nos encontramos en una de las enfermerías del barco, Lara tiene varias costillas rotas y la nariz destrozada, tienen que operarla.
-Yo me quedo con ella Alexander, no voy a permitir que nadie se le acerque, pero la misión debe continuar.-Dice Iván.
-No te preocupes por eso ahora, lo mas importante es Lara.-Asegura Alexander.
-Si me preocupo, tenemos que encontrar la forma de devolverles esto, no lo vamos a dejar pasar y hacer como si nada.
-Bien ocúpate de ella y nosotros seguimos con la misión, cualquier cosa comunícate.
Nos vamos hacia las habitaciones cada uno tiene la suya, están una seguida de la otra.
Me encierro en la mía y vuelvo a sentir el vacío dentro de mi, me siento sola y rota como si hubiese perdido una parte de mi en estas semanas, me debería sentir mal por aliarme a Alexander y ayudarlo en sus planes, no es correcto lo que estoy haciendo, unirme a la mafia. Todo por una venganza, creo que la muerte de mis padres y haber matado a alguien por primera vez, se llevo una parte de mi humanidad, me pregunto que pensarían ellos de todo esto que estoy haciendo, querrían que los vengara o tal vez están decepcionados de mi.
No lo se todo esto es tan abrumador, no puedo contener las lagrimas ya solo me queda continuar mis planes a lo mejor ellos no aprobarían esto, la persona en la que me he convertido. Una asesina que trabaja para la mafia pero ya nada me importa ellos se fueron y me dejaron sola, ya solo soy yo contra el mundo.
Tocan a la puerta y me limpio rápidamente las lágrimas, ya basta de tontearías tengo que centrarme si quiero encontrar a los asesinos de mi familia y acabar con ellos, tengo que hacerles pagar y que sientan lo que yo estoy sintiendo en estos momentos.
-Adelante-Digo y Alexander entra a la habitación, estoy sentada en el borde de la cama.
-¿Estabas llorando?-Pregunta acercándose a mi.
-No.
-No mientas tienes rímel por la cara.
-¿Enserio?-Trato de limpiarme para ocultarlo y el ríe.
-No tienes nada pero que te intentes limpiar demuestra que mi teoría es cierta-Me detiene él.
-No quiero hablar de ello.
-Esta bien tomate el tiempo que necesites.
-¿Ha pasado algo?-Pregunto
-No, vengo a informarte de tu papel en la misión.
Alexander me explica lo que tengo que hacer, mientras el se encarga de Irina mientras que Erik y Adriana de los hombres de Irina yo tengo que colarme en la habitación sin hacer ruido y forzar la caja fuerte para sacar información de un USB.
-He visto que saber forzar códigos y cerraduras creo que este papel te quedara perfecto.
-Bien lo haré.
-Eso quería oír, me alegra que te hayas unido a nosotros Victoria.-Dice sentándose a mi lado.
-¿Cuando lo haremos?-Pregunto.
-Mañana por la noche.
-Perfecto.
-Ahora descansa a sido un día largo.
-Alexander.-Estoy a punto de decirle que se quede conmigo igual que anoche pero no me atrevo.
-¿Ocurre algo?
-No nada
-Descansa.-Se levanta y antes de irse me da un beso en la frente.
Se que va a ser una noche larga y que apenas voy a dormir, salgo de la habitación y voy a buscar la sala de máquinas del barco donde me pongo manos a la obra.
Alexander
Mi noche transcurre con una pelirroja clavada en mi mente, fui con la intención de quedarme con ella pero preferí dejar las cosas así por el bien de los dos.
Me doy cuenta de que es una persona fuerte, aunque esta destrozada por todo lo que ha pasado y no es normal que se muestre tan tranquila, se que en cualquier momento va a explotar, es valiente no cualquiera se hubiese enfrentado a Irina de frente para defender a una persona que apenas conoce.
Se que algo le pasa, se esta guardando cosas y eso no es bueno, no termina de confiar en mi pero voy a descubrir que es lo que se esta guardando.
Me levanto y me paso a ver como esta Lara, ya la han operado y la operación ha salido bien pero la recuperación será lenta, estará fuera de juego por un tiempo.
Voy al bar, siento que necesito un trago va a ser una noche dura y estoy dispuesto a todo con tal de salirme con la mía
-¿No es muy temprano para empezar a beber?-Pregunta Erik que se acerca a mi.
-Me pregunto que haces tu también en el bar.
-Ya sabes lo de siempre, Adriana.
-Es hora de que mires hacia otro lado, Adriana no es la única mujer que hay en el mundo, ya llevas mucho tiempo detrás de ella.
-Pero es la única mujer que amo en este mundo, además estas de su parte o de la mía.
-En estas cosas prefiero ser Suiza, neutral.
-Bien entonces dime ¿Qué te traes con Victoria?-Pregunta cambiando de tema.
-Nada, ella no esta en un buen momento, además no es mi tipo.
-Eso no te lo crees ni tu mismo.
-Sabes que hice un juramento.
-Eso fue hace mucho tiempo es hora de que retomes tu vida.
-No pienso traicionarla.
-No es traición, no puedes vivir aferrado a un recuerdo.
-Tampoco puedo vivir como si nada hubiese pasado.
-Cristina querría que fueras feliz y que rehicieras tu vida.
-No la nombres.
-Nunca te había visto tan cerca de una mujer desde entonces, como ahora con Victoria.
-De Victoria solo me interesan sus habilidades y ya.
-Aja.
-Te quiero sobrio mañana en la noche- Digo arrojando unos billetes en la barra.
Cristina es un recuerdo que me taladra la cabeza todos los días y todas las noches. Hice un juramento el día de su muerte y no pienso romperlo por nada ni nadie, ni siquiera por Victoria.
Salgo hacia la parte delantera del barco y la veo apoyada en la barandilla al fondo viendo el mar a pesar de toda la gente que hay, su melena pelirroja la distingue de todos, nunca había visto una mujer así parece una aparición o algún ser sobrenatural.