Caos

XXI Y yo que te engañé.

Hola, Mi nombre es Aisha, producto de un embarazo adolescente no deseado, es divertido decirlo porque mis padres siempre me recalcaron eso. Tengo diecinueve años, muy joven para algunas personas y una adulta para otras cosas, pero igual todo me lleva a la misma conclusión. La vida es horrible con quienes menos piensan. 

Mi infancia no fue la gran cosa, juegos, algunos regaños y uno que otro golpe por parte de mis padres, su escusa es que hacían todo por amor, tal vez sí, tal vez no, nunca lo sabré, pues cuando tenía diez años me abandonaron a mi suerte en casa de mi abuela materna cuando se enteraron de la llegada de mi hermana menor. 

Tal vez ya leíste todo y ahora estás aquí en busca de respuestas, todo puede parecer un poco confuso, pero quise hacerlo un poco más interesante, una persona que al morir no tiene nada para decir, no tiene nada. 

¿Qué puedo decir que sea interesante? Mi abuela me crío luego de la partida de mis padres a otra ciudad, nunca los volví a ver, siempre recordaré a mi abuela como la mejor persona del mundo, amorosa y sobre todo paciente. 

A pesar de que me diagnosticaron con un trastorno depresivo mayor cuando tenía diecisiete ¿Qué te puedo decir? Según mi psicólogo me afectó mucho el abandono de mis padres y puede que también entre en el juego el intento de violación por parte de mi padre cuando tenía diez.

Según dijo mi psicólogo es una pieza fundamental del tablero, me gusta el ajedrez, así que usa muchas metáforas todo el tiempo, me agrada aveces. 

El peor momento de mi vida fue cuando perdí a mi abuela, ¿Qué estaba haciendo con mi vida hasta ese momento? Recién me daba cuenta, la única persona a la que llegué a amar se había ido, ¿Qué sucedía? 

Quedé sola, no podía hacer mucho, simplemente aceptarlo y seguir adelante ¿verdad? Bueno, creo que sí estás leyendo esto es porque obviamente no lo hice.

¿Qué esperanzas tengo de que alguien lo encuentre? Ninguna. Escribí esto cambiando todo lo que tenía. 

Mis padres no son los que alguna vez conté, a mi hermana nunca la conocí, nunca nadie se preocupó por mí ¿y ese tal Alessandro? Nunca existió. 

Nunca tuve amigos, solía decir que estaba mejor sola y creo que los niños tampoco me querían cerca ¿Quién querría a una niña que siempre está llorando o que simplemente se la pasa mirando al vacío? Definitivamente yo tampoco me hubiera juntado conmigo. 

Creerás que todo fue una mentira, que todo lo que dije no es cierto, pero hay algo en lo que no te mentí. Yo si salté de ese puente, pero está vez no esperé a que alguien me atajara, no yo solo iba en busca de un final, no me importara cual fuera. 

Mi abuela nunca me hubiera perdonado lo que hice, pero ¿Qué más da? Ella no estaba ahí para verme, nadie lo estuvo y eso me hizo sentir la felicidad que nadie ni nada en mucho tiempo me hizo sentir. 

Todo es tan hermoso, que me hace darme cuenta que la muerte al fin se compadeció de mí y me ofreció el gran pase a su hogar, al fin abrió sus puertas y no puedo estar más que agradecida con ella. 

 

FIN.



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En el texto hay: caos, drama, caos familiar

Editado: 18.12.2023

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