Caperucito, ¿mi Amor Destinado? (completo)

Capítulo 32

CAPÍTULO LARGO

 

 

Daniel

 

El entrenamiento me dejo agotado, y todo sudado, por eso ahora estoy a punto de meterme a una de las tantas duchas que hay en los camerinos del gimnasio. 
Cuando el agua fría hace contacto con mi piel, mis músculos se relajan, el aguas cae en cascada sobre mi cabeza, esta deliciosa.

—¡Hey cuñadito amigo! Olvida lo que te dije de Cielo...—lo miro no entendiendo mientras ambos nos duchamos— bueno eso de que no tendrías oportunidad con ella...

— ExAmigo-cuñado, recuerdo que yo te dije que ella no tendría oportunidad conmigo. A propósito, me das lástima. —le sonrío y le guiño un ojo.

—¿Porque te doy lástima?—pregunta enarcando sus gruesas cejas negras.

— Bueno, déjame pensarlo... porque estarás obligado a ver todas esas películas que ve mi hermanita, pobre Adam. —me carcajeo, él baja su cabeza y la mueve.

—Pero a mí me gustan esas películas. Así es que soy un hombre con suerte. —lo miro impresionado, nunca pensé que algún día mi hermana encontraría a un hombre que viera con ella esas películas sin ser obligado— bien amigo, ahora sí que te respeto por eso.       
              
— Y tú, ¿de verdad no sientes nada por Cielo?

—Que te puedo decir, no cualquiera conquista a este guapo y adorable chico.—me señalo sacando pecho y sonriendo.

—Engreído, si que estás loco caperucito. Pobre Cielo, no me gustaría estar en su lugar, aunque hay algo en lo que difiero contigo.

—¿En qué? —pregunto.

— A ti sí te gusta, ¡y mucho! Y no me lo niegues, eres como un libro abierto cuando tu mirada y la de ella se encuentran la una con la otra.

—¡Oh mierda! Es que te salió lo poeta. —me burlo de él, aunque esto me pone incómodo, ¿será verdad que me gusta? 《Naaa eso son solo imaginaciones de él》— Esta prohibida amigo, por el simple hecho de ser agresiva, no es mi tipo.

— Ella es terca y es mejor que lo sepas, no se dará por vencida contigo, te lo digo porque la conozco desde pequeña, además nunca la he visto así por ningún chico...—se ríe de mí— Ay amigo, te has metido en la boca del lobo, en este caso, una loba, que te quiere devorar. —se pone serio por unos segundos y luego ríe al ver mi cara de espanto, ya que la palabra lobo me da escalofríos, me trae recuerdos del campamento.

—¡Ja! como si me asustará.—sanjo la conversación, no me gusta el ritmo que lleva. 《ella no me devorará》

Cuando salimos del gimnasio Adam me pregunta.

— ¿Por qué actúas como antes?—enarcó una ceja interrogativamente, no sé a qué se refiere— como cuando recién llegaste al campamento, los dos sabemos que no eres así ahora, y tampoco el debilucho que aparentas ser.

—Para alejar a las chicas. —me mira  sorprendido.

— ¿Para eso? Sabes que lo único que demuestras con esa actitud es que crean que eres delicadito por otras razones y se rían de ti.

—Mmm... —hago como que lo pienso, luego me encojo de hombros restándole importancia— ahora no me importa ¿qué te parece si salimos esta noche?

—Me cambiaste de tema.

— Ya olvídate eso. Mejor acepta mi invitación y salgamos esta noche, incluso puedo aceptar que vengas con mi hermana.

—¿Y a quién invitarás tú?

—Bueno... a ustedes.

— Esta bien. Nos vemos a las ocho de la tarde entonces, ahora iré a ver a mi novia. — y se va corriendo como estúpido hasta la puerta de la cabaña, no sé en que momento llegamos, pero ya estamos aquí.

Después de almorzar me invitaron mis padres a casa del señor Félix, rechace la invitación rotundamente, no quería toparme con la bruta

 

 

 

 

 

Después de almorzar me invitaron mis padres a casa del señor Félix, rechace la invitación rotundamente, no quería toparme con la bruta. Mi hermana y Adam los acompañaron, yo quería estar lo más alejado posible de ella. 
Además después de lo que me susurro e hizo en mi oído en el gimnasio, me tenía confundido, 《nunca una mujer me hizo sentir así, solo las siento cuando estoy cerca de ella, ¡yo no soy así!》

Me recuesto en mi cama y me quedó profundamente dormido.

—Daniel...Daniel...—susurran en mi oído, abro poco a poco mis ojos y la veo recostada junto a mí, miro sus labios y luego cierro los ojos 《¿será esto un sueño?》—Daniel, ¿me acompañas a un lugar?




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