Capítulo 49

Daniel.

Mi cuerpo tiembla, ya no me quedan fuerzas, el dolor es palpable, creo que moriré. Mi respiración se hace cada vez más pesada, mis ojos finalmente se cierran. Y es entonces que algo raro pasa.
 

— ¿Qué haces? ¡No te duermas, sobre todo ahora que he despertado! —dice una molesta voz en mi cabeza.
— ¿Quién eres? —creo que estoy loco.
— ¡Soy tu sexy conciencia, Natzu! eres un brujo, soy parte de ti, solo que como no reaccionas, no puedo ser completamente uno solo contigo, estamos divididos en tu cuerpo, una parte eres tú, y la otra yo, ¿entiendes?
— ¿Cómo? Creo que estoy delirando. ¿Habré muerto?
— ¡Dioses! Que lento eres, soy una parte de ti, y estaremos divididos hasta que me aceptes...
— ¿Cómo un lobo?
— ¡Ay no! Somos mejores aún, tienes sangre de hechicero corriendo por tus venas, ¿no es genial? Y no somos un adn cualquiera, somos poderosos, mucho más que nuestro padre. Entre los muchos dones que tenemos, podemos manejar los elementos, pero por ahora solo podemos con dos, el fuego y el agua. Wwoouu increíble ¿no? Además tus ojos cambiaran de color cuando utilices el poder que has despertado, sabes que hubieras muerto si hubieras sido solo humano. Y no olvido, queme tenías bloqueado, estoy un poco molesto sabes, ¡y eso es descortés!

— ¿Me estoy volviendo loco? ¿Por eso estoy delirando, o ya esto muerto? Quiero que te calles, sal de mi cabeza!
—¡Hay dioses!, Dame paciencia, que éste me salió duro de entendimiento. Y me callare cuando me aceptes. Ahora te voy a decir, que poco a poco nos recuperaremos, pero igualmente estaremos débiles ya que estamos muy heridos. Ahora despierta, y cuando me necesites desde ahora estaré aquí, lo único malo es que no puedes usar tus dones, ya que, como dije antes estamos débiles, pero nos mantendremos con vida.

—Esto... ¿es real? No puedo creerlo, no, no puedo ser brujo, mis padres son humanos, nunca...
—Siento mucho lo que te voy a decir, de verdad, pero el de la semillita no fue Derek, ya sabes, aunque nuestra madre nunca fue consciente del engaño, porque fue engañada por su destinado, una sola noche fue hechizada, una noche que ella no recuerda...
— ¡¿Qué le hicieron a mi madre esa noche?!
— ¡Joder! ¡No te lo voy a decir! Dedúcelo, nosotros ya lo hemos hecho con nuestra destinada...
— ¡Esta bien! No me digas nada, me arrepiento de haberte preguntado—balbuceo esto último, mientras siento el calor subir a mis mejillas. Esto no puede estar pasando.
— ¿Y qué piensas? ¡Qué para mí es fácil decirte que después de esa noche de sexo, nuestra madre nos concibió! Él es un traidor.
— Ya, ya entendí, ¿y quién es ese hechicero que se atrevió a tocar a nuestra madre? ¡Lo mataré!
—Mmm... Está bien, calma, yo también quiero matarlo, pero si no hubiera sido por esa única vez, nosotros no existiríamos, debo decir que tiene buena puntería el condenado... —murmuro esa voz.
— ¿En serio? ¿A qué le apunto? —la voz bufa.
— No sé si tu inocencia es verdadera o a propósito... —ríe—bueno la otra opción, es que definitivamente la lentitud de entendimiento es natural en ti, pero no te preocupes ¡yo te enseñaré como es debido! —y la voz por fin se quedó en silencio. <<¿Por qué ha dicho todo eso?>>

Horas después...

Poco a poco recobro la conciencia. He tenido un sueño muy raro.

Entonces la siento, ella ha llegado, me ha quitado los grilletes, intentado d con manos temblorosas se ha puesto a desinfectar las heridas que tengo en mi espalda, ¿duelen? Por supuesto que sí. Antes ella no sabía quién me había hecho tanto daño y la enfurecía, ahora no, ella lo sabe, solo llora, y me pide perdón. No me lo ha dicho, pero sé que sus disculpas y su palabras para que la perdone son por eso.

Después de desinfectar mis heridas, pone mis brazos alrededor de su cuello y me ayuda a levantarme, mi equilibrio está un poco oxidado, pero me las arreglo para caminar con su ayuda. Me saca del calabozo.
 

—Huiremos de aquí mi bebé, no permitiré que me vuelvan a utilizar más para hacerte daño. —asegura con valentía, y sigue llorando, lo que hace que se me atasque algo en la garganta. Porque ella es mi mamá, y a pesar de todo, la amo.

El silencio que nos envuelve es doloroso, pero también inquietante.

Caminamos por un pasillo un poco oscuro, después un buen rato llegamos al final y salimos fuera de los calabozos. En eso él aparece interponiéndose, tienen una conversación algo agitada, él se enfurece, levanta el arma pero no puede dañarme, mira a mi madre apartándola bruscamente de mí. Yo me tambaleo mi equilibrio es pésimo, y todavía estoy débil, apenas puedo sostenerme en pie, estoy mareado. Pero me concentro cuando escucho como él la amenaza, y luego la besa.