Caperucito, ¿mi Amor Destinado? (completo)

Capítulo 3

 

 

♡Daniel♡

 

El helicóptero aterrizó, estire mi cuerpo bostezando, me había quedado dormido. Y al abrir mis ojos mieles, no podía creer lo que veía ¡DIOS!

Pero, ¿quién podría vivir aquí? ¡Esto no era lo que esperaba! 
Además, ¿En qué momento habían aparecido esos otros chicos? Ya que cuando despegamos del helipuerto del edificio de mi padre, éramos sólo cinco, incluyendo al piloto, ¡ahora éramos más de quince personas!

Y lo peor, es que después de descender del helicóptero, me tocó caminar horrores y además llevar mi equipaje, nadie me ayudo ¡Que desconsiderados! 

Mis pies se llenarían de ampollas y mis zapatos Gucci, ¡estaban hechos un desastre!
¡¿Dónde me había enviado mi viejo?! ¡¿Al infierno?!

A mi alrededor solo había un espeso bosque, con gigantescos árboles con raíces que sobresalen de la tierra, el viento parecía querer  contar los secretos de éste, porque pasaba susurrando por mi lado, a mi oído. El sol me daba de lleno en la cara, pero no hacía calor, la brisa fresca que como dije antes, "susurraba" hacia que la mañana fuera muy fresca.

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Dos horas después...

Cuando por fin se detuvieron a descansar yo no iba ni cerca, estaba muy por detrás de ellos, por lo que cuando los alcance y quise descansar, ellos tomaron sus cosas y siguieron caminando, ¡Es que no tenían piedad de mí! Después de eso, no se cuánto tiempo pasó, ni cuántos porrazos me di hasta que ví un campamento, mis ojos se abrieron como platos, no, no ¡mis ojos querían salirse de sus órbitas! ¿apuesto a que todo es insalubre aquí? ¡Me enfermaré y moriré!

Saque mi iPhone pero no había señal, ¡¿qué haré, no hay conexión?! ¡ahora si que moriré!

Por fin logre llegar con mi inmenso equipaje al campamento, algunos me miraron de pies a cabeza y otros  sonrieron. ¡¿acaso se estaban burlando de mí?! ¿Qué se creen, acaso no saben de quién soy hijo? ¡Pues deberían tener cuidado de quien se burlan!

— ¡Hey muchacho! –dijo tío Oli quién dicho sea de paso, ya no me caía tan bien– trae tus cosas aquí, dormirás en aquella cabaña mientras te acostumbras, luego lo harás como todos los demás en una tienda ¿ok?–me mira indicándome luego la cabaña, que estaba a unos veinte metros mas o menos de distancia.

— Esta bien, pero le puedes pedir a alguien que me prepare un baño, lo necesito urgente sabes... –me mira, me vuelve a mirar, mueve su cabeza de un lado a otro, y de la nada, ante mi cara de seriedad, suelta una carcajada– pero, ¿qué pasa? Mmm bueno, no importa, ya que mi estomago esta vacío, también sería algo para comer, el chef debe saber que soy muy...

— Muchacho –me interrumpe– por si no te has dado cuenta, aquí no hay servicio a la habitación, es muy diferente a tu casa, aquí nadie te servirá...– hace una pausa, mira a su alrededor y abre los brazos apuntando en todas direcciones– aquí todos colaboramos.

— Pero...pero...que haré yo no sé...

— Lo sé, pero aprenderás, ahora lleva tus cosa a donde te dije...–apunta a la cabaña que esta a mi izquierda, en realidad eran cuatro cabañas, las demás puras tiendas,《¿que hago aquí? ¡Mamá, Ven a buscarme!》claro que no grite en voz alta, solo lo dije para mis adentros.

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Un día había pasado y estoy  aterrorizado, los ruidos de la noche, ¡aullidos de lobos! Las ramas de los árboles al chocar cotra el vidrio de la ventana, las cuales cuando llegaba la noche parecían monstruos queriendo entrar y arañarme o algo muho peor! Odio estar aquí, ¡el agua la van a buscar a un río o cascada, me da miedo beber o comerme la comida! Me va a dar algo, hoy me levantaron a las cuatro am, ¡A las cuatro am! ¡¿A quién en su sano juicio se le ocurre levantarse a esa hora?!

Bueno en realidad, los de aquí están acostumbrados. ¡¿Que horror, acaso no saben que mi hermoso cuerpo, debe dormir horas extras para ser así?! Claro que ni siquiera se los he explicado, porque se burlaran de mí, ¡estoy harto quiero volver y hacerle caso en todo a mi papá! De verdad lo haría, ¿o no?
 

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¡Dos semanas después!

Estaba todo golpeado, con arañazos de las ramas, mi piel que era sensible y sin rasguños, ¡ahora ya no es la misma! Estoy con olores raros, lo peor es que estoy escondido, por que vi un enorme lobo cuando intente fugarme del campamento anoche. ¡No quiero ni siquiera salir de mi cabaña! ¡Mamá!

— ¡Daniel! ¡Sal es hora de entrenar! –ay no, ese es Oliver




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