Caperucito, ¿mi Amor Destinado? (completo)

Capítulo 4

 

♡Cielo♡

 

Me despierto, abro poco a poco mis ojos, un fuerte dolor de cabeza me golpea, estoy en mi habitación.

《—¿Qué pasó Ara, Mía, cómo llegamos aquí?– me pregunto a misma o a mis otras yo para ser exacta, son una parte de mí, mi parte lobuna y vampiresa, muchas veces mantengo una conversación con ellas.

—La bruja hizo un hechizo justo cuando estaba a punto de arrancarle la cabeza a Cris – Mía, mi lado lobuno esta malhumorada.

— ¡Que inoportuna esa bruja! –bufa esta malhumorada Arami lado vampiro– pero el idiota no volverá a molestarnos.

— ¿Porqué? –pregunto, ya que es poco lo que recuerdo.

— Falto poco para que se orinara en sus pantalones, cuando me vio enfurecida, ¡maldición! Esa bruja tuvo que  salvarlo.

— Creo que fue lo mejor. Quién sabe si nos hubieran detenido después– digo, ya que mi lado humano es mi parte más realista y compasiva, de pronto– ¿escucho a papá?

— Ahí viene, luego hablamos–Ara es la que lo dice, y cortamos la conexión.》

 

 

 

—¿Puedo pasar?– pregunta mi mamá y papá al entrar.

— Pues ya están adentro...–los miro encogiendo los hombros.

— Hija estuviste a punto de matar a Cris. –papá me mira serio.

— Él tuvo la culpa, se lo advertí, la próxima...

— No habrá próxima hija, ese chico estaba muy mal, lo tuvieron que internar en la Clínica Plenilunio, ¿qué pasó? –pregunta mamá– si no fuera por Aurora que nos llamó, tu papá no hubiera llegado a tiempo, y Selene es posiblemente la única que te puede controlar, y eso es solo por un tiempo, cada día eres mas fuerte Cielo, después solo tu destinado lo logrará...–estoy último lo dice muy preocupada.

— ¿Entonces que hago mamá?–la miro preocupada también, realmente no quiero matar a nadie de la manada.

— Deberás entrenar y mantenerte alejada de las salidas a fiestas. Por un tiempo, y de los chicos...

— Papá si yo no me acerque. ¡Fue él!

— Lo sé mi niña...–me abraza, y de repente me llega una idea, una que me aterra.

— ¿Y si nunca....– no puedo decirlo, pero debo preguntar– ...encuentro a aquel destinado a mí?– ellos se miran y veo preocupación en su mirada– ya tengo 22 años, es imposible para mí enamorarme de algún otro lobo, no soy igual a los de mí especie, cuando ellos no encuentran a su destinado se enamoran de otros. Yo no...no puedo...lo he intentado pero, ni siquiera puedo dejar que me besen, simplemente la idea me hace querer arrancarles la cabeza, ¿tendré que aislarme? –me agacho y lloró.

— Mi niña...tranquila me parte el corazón verte así. Claro que existe tu destinado mi amor... no te preocupes cuando menos te lo esperes aparecerá en tu vida. –dice mi padre tomando mi menton para que lo vea a la cara, y con ternura seca mis lágrimas

— Por supuesto que si hija. Ese chico va ha ser el mas afortunado.– dice mi madre aparentando felicidad, pero bien saben que puede que ese chico nunca aparezca.

 

La señorita Estévez me guió hacia una oficina que se notaba recién amoblada, no era la misma que tenía antes cuando venía de vez en cuando a la empresa, ésta era mas amplia casi igual a la que tiene mi hermana

 

 

Aquel día después de mi conversación con mi padre fui a vagar por el bosque, me acerque a la cascada y cerré los ojos. Sin darme cuenta me quede dormida y soñé: 《"Había un chico al cual no le veía el rostro, vagaba por el bosque y llevaba una capa roja, yo lo observaba en mi forma lobuna, él no se había dado cuenta que lo seguía.

— ¿Quién...quién anda ahí?–pregunta medio asustado, o sí, tenía mucho miedo, podía olerlo, de repente lo saca un iPhone de alguna parte de su ropa, y comienza a marcar, mientras mira hacia todos lados cada vez más asustado– ¡Mamá, Contesta! – estaba muy nervioso–¡demonios! No hay una maldita señal... ¡Dios! ¿Porqué me castigas así? No se a donde ir, mis pies duelen, mis brazos, ¡mi cuerpo entero duele! ¿Acaso me lo merezco, tan malo soy? ¡Necesito urgente un día entero en el spa! ¡Urgente! ¿me oyes? Mmm luego unas vacaciones a un lugar donde pueda recuperarme de este trauma, un sicólogo...–se toca su cara y mira sus manos horrorizado– ¡mis pobres manos y mi cara, noooo! –grita desesperado, entonces yo me acerco sigilosa, rodeándolo, olía delicioso... miel y bosque, un gruñido sale de mi hocico. Él se da la vuelta encontrándose con mis ojos lobunos, se congela en el acto, sin poder mover un músculo siquiera, y me mira asustadísimo, entonces recobra la movilidad de su cuerpo y corre, como alma que se lleva el diablo, con todas sus fuerzas, alejándose de mí.




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