Caperucito, ¿mi Amor Destinado? (completo)

Capítulo 12

 

 

Cielo

 

Hoy es mi viaje al reino de mis abuelos, es decir, al Reino de los Vampiros.

Estoy ansiosa, nerviosa, la última vez que estuve donde mis abuelos maternos, era una pequeña de tres  añitos. Y aunque ellos visitan frecuentemente nuestra manada, nosotras no, y todo por culpa de los malditos cazadores, que intentaron secuestrarme cuando viaje la última vez. Querían deshacerse del peligro que yo representaría en un futuro, lástima por ellos, porque ya crecí. 
Y ahora sé cuidarme sola.

Y pensar que muchas de las historias que cuentan de los vampiros son erróneas. Por ejemplo, eso de que los vampiros no pueden andar a la luz del día es una mentira, y existe opciones de vida que los vampiros pueden elegir.

La primera es vivir una vida sobrenatural de milenios, con sus clanes, apartados pero no alejados de los humanos, algunos poseen dones, una fuerza y rapidez sin igual, la vida que la mayoría de los vampiros elige, pero esta la otra clase, la que un grupo pequeño  de vampiros suele seguir y que es respetada por todos; éstos se hacen llamar, Los Vampi-Humanos, en el caso de ellos la sangre no es vital en su vida, y solo se alimentan de comida como los seres humanos, la que sí les alimenta, pero no tanto como la sangre, porque al hacer esto, ellos pierden su inmortalidad, pero no sus dones, los que por cierto los debilitan al usarlos, lo que significa una semana enfermos en cama o a veces más, ya que no poseen la fuerza sobrenatural para usarlos. Los Vampi-Humanos son propensos a las enfermedades, es decir, tienen una vida como cualquier ser humano en su totalidad, y la necesidad de sangre la controlan fácilmente una vez que comienzan a alimentarse con comida. Su corazón late normal, incluso su temperatura corporal es normal, pero la capacidad de procrear es limitada es muy raro que tengan más de dos hij@s, y las vampiresas que llevan esta vida, siempre sufren varios abortos antes de concebir y llevar a termino su embarazo, tienen una vida muy corta de solo cien años, y los más afortunados solo llegan a ciento veinte años. Otra cosa que no pierden es a su alma destinada, son capaces de hallarla de la misma forma que sus hermanos los Vampiros de Sangre. 
¿Increíble no?

Mi abuelo es un vampiro puro, perteneciente a la realeza, en cambio mi abuela es una híbrida muy especial, no sé muy bien porque pero, es loba y algo más; mi abuelo tiene  apróximadamente  unos mil ochocientos años, y por mucho más de un siglo busco a mi abuela, hasta hallarla. A veces pienso que lo de no encontrar a mi destinado lo herede de él, pero no quiero ni pensar que me falta tanto como a él para hallarlo.

Ahora mismo mientras hago este largo resumen en mi cabeza, estoy subiendo mi equipaje(solo lo necesario) al vehículo que me llevará al aeropuerto, donde me espera un jet de mi abuelo y equipo de seguridad, porque es peligroso para mí viajar sola. Nunca me paso nada en la manada de mi padre o en las manadas vecinas, pero ahora es diferente, existen cazadores que estarían felices de verme muerta, porque soy un muy peligroso obstáculo y algo más, también existe una orden la cual es liderada por un híbrido vampiro/lobo, el cual mas que nadie desea mi muerte o mi sumisión, según tengo entendido.

Por estas dos razones nunca he dejado la manada para ir al reino de mis abuelos, pero ya es hora, no les temo, ya no soy una niña. Además mis poderes han crecido a un nivel increíble y los controlo muy bien, mis padres no saben que he sobrepasado las predicciones de Selene, porque he aprendido a esconderlo muy bien.

Y lo más extraño de esto, es que ocurrió después de aquel sueño que tuve con aquel chico de ojos color miel, soy adicta a esos ojos, y a ese olor tan delicioso que me calma ayudándome a controlarme, y despertando en mí partes que no sabía que existían.

Ya en el jet me relajo solo un poco, no me fió, sé por experiencia sé que no debo bajar la guardia, no hay lugar seguro para mí hasta que llegue a los dominios de mis abuelos

 

 

 

Ya en el jet me relajo solo un poco, no me fió, sé por experiencia sé que no debo bajar la guardia, no hay lugar seguro para mí hasta que llegue a los dominios de mis abuelos.

— Su alteza, ¿necesita ud. algo?  –me pregunta una chica vampira sacándome de mis pensamientos.

— No, retírate. –digo en un tono frío y cortante, mirándola directamente a los ojos, a lo que ella baja la mirada en señal de respeto, no es propio de mí, ser tan fría pero, en realidad no soy yo la que le respondió fue Ara, la que esta muy feliz de ir donde mis abuelos. Y se pone muy autoritaria cuando me llaman así, algo raro para mí, ya que muy pocas veces ocurre, y sé que debo acostumbrarme– Y Gracias por preguntar. –digo tomando el control sobre Ara sorprendiendo a la chica.

— No tiene porque su alteza, me retiro, con su permiso. –dice nerviosa yéndose por el pasillo del jet, hasta perderse al final de el.




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