Caperucito, ¿mi Amor Destinado? (completo)

Capítulo 23

 

Cielo

 

 

Observo como aquel híbrido desaparece poco a poco, mientras es arrastrado por los brazos en llamas, los gritos son desesperados y desgarradores, parecían salir desde el fondo de su ser maldito, escuchándose así cada vez más lejanos a medida que la abertura en la tierra iba cerrándose y con ella callando para siempre el último eco de su voz que todavía llegaba a mis oídos.

Que irónico, después de él haber sido el causante de tanto terror a seres mortales como inmortales, ahora era su turno, bien dicen "Tarde o temprano todo se paga en esta vida, ya sea para ser recompensados o saldar"

Mi mirada sigue fija en aquel lugar donde segundos atrás la tierra se había abierto, y ahora el único vestigio de que algo había pasado en aquel lugar eran las hojas, ramas cortadas y algunos árboles desraizados. Por que lo demás había desaparecido como por arte de magia, llevándose consigo a aquel ser maldito que fue juzgado y condenado a terribles e innumerables castigos por toda la eternidad, ya que no tenía permitido morir.
Mientras pensaba en esto, desde mi lado humano surgía un pequeño atisbo de lástima por su alma negra.

—Él fue juzgado, fueron mostradas todas y cada una de sus acciones siendo colocadas en una balanza, no había nada más que odio y oscuridad en todo su ser, tenía una pequeña pizca de esperanza porque hay veces en las que el ser más oscuro, dentro de sí lleva el rayo de luz más cegador y esperanzador. Pero en él no lo había, no había nada que me dijese que podía salvarse, su alma estaba negra y podrida, solo había crueldad, odio.

—Entiendo. —contesto a este ser tan poderoso y que es parte de mí— ¿Cómo te llamas y qué eres?

—Soy llamada por muchos nombres, el Juez es uno de ellos, y por el cuál la mayoría me conoce y teme, pero reencarne en ti como Zira, existimos dos de nosotros casi iguales, pero el otro murió hace siglos y no ha reencarnado aún. Luego vienen otros tres más, tu abuela es una de los tres, no es tan poderosa, ella solo tiene el poder de juzgar vampiros y hombres lobos, el segundo tiene el poder sobre los brujos y demonios, el tercero sobre los seres de la naturaleza hadas duendes, elfos, pero incluso ellos tres responden ante mí, yo tengo el poder absoluto sobre estos seres, soy yo quien los juzga y decide si sé les da otra oportunidad cuando han cometido un delito irreparable, cuando alguno a cruzado la línea, soy la paz para algunos y la peor de sus pesadillas para otros, doy vida, puedo sanar y matar entre otras cosas más que ya irás conociendo más adelante. Fui despertada por él... nuestro amor destinado, él me mantiene con vida, si él muere yo desaparezco, hasta reencarnar nuevamente, por eso es algo muy riesgoso el que no lo hayamos encontrado todavía, sé que él nos necesita, es nuestro para amarlo y sobretodo protegerlo. Como puedes ver hasta el ser más poderoso tiene una debilidad.

—¿Lo conoces, sabes dónde está?

—Así es, siento su angustia, su miedo. Como hoy en la mañana, algo está pasando, me temo que el Híbrido lo haya encontrado, por eso es necesario que lo encontremos pronto, lo siento cerca.

—Por eso vine al reino de mis abuelos a buscarlo, pero nada ¿estás segura qué está cerca?

—Lo visitamos en un sueño ¿recuerdas?

—Quieres decir... ¿Ese chico, ese sueño fue real? —pregunto sorprendida.

—Sí, lo necesitábamos, te estabas volviendo cada vez más fuerte e incontrolable, y él es el único capaz de calmarnos, y por eso lo busqué en la dimensión onírica, ese es otro de nuestros dones o poderes, como quieras llamarlo, aparecernos físicamente en los sueños de otros pero, solo siendo vampiresa, loba o juez, siendo Cielo no puedes. Esa fue la primera vez que tome el control de tu cuerpo y fue gracias a él, en ese momento nos conectamos con su alma, y su aroma me despertó por completo; pero no estabas lista aún para conocerme, me mostraría a ti cuando fuera el momento, y ese momento fue hoy. Y debes estar preparada, porque va a llegar el día de tu última transformación, de tu maduración, ese día seremos solo un ser dentro de ti, serás tú misma, y tendrás dentro de ti todo lo que conlleva, una loba, una vampiresa y una jueza, ese es un poder muy grande, y que debes usar con responsabilidad. Las voces se irán, aunque debes saber que cada voz que escuchas eres tu misma, siendo y pensando como un ser diferente. Cuando la aprendiz esta lista, el maestro se va, en este caso las maestras, somos las voces que escuchas en tu cabeza.

—¿A qué te refieres?—pregunto dudosa— ¿acaso...

—Se acercan varios, son los abuelos...—me alerta Mía mi lado lobuno, por primera vez desde que apareció Zira.

—Sí, y varios guerreros...—afirman Zira y Ara.




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