Caperucito, ¿mi Amor Destinado? (completo)

Capítulo 28

Daniel

《No sé cómo, ni en qué momento mis ojos se cerraron dejándome llevar por los labios sabor a fresa de esta chica loca. Estoy tan ensimismado en el acto que hasta la falta de aire se me pasa desapercibida, hasta que recuerdo... ¡Es mi primer beso!》

Me separo de golpe con la respiración acelerada, y la miro escandalizado.

—¡¿Qué hiciste?! Era mi primer beso... le reclamo y una lágrima cae por mi mejilla— ahora no podré darlo de nuevo... No te quiero cerca...—corta mis palabras con otro feroz beso, y me dejó llevar de nuevo olvidando mis anteriores palabras.
¡Que débil soy! ¡Ella es una bruta!
Esta encima de mí, me esta volviendo loco. ¿No sé qué me pasa? ¡Pero ciertas partes de mi cuerpo están reaccionando! ¡Eso es algo que nunca antes me había pasado! De repente ella se separa de mí, mirándome, y los dos estamos como si hubiéramos corrido una maratón.

También era mi primer beso, y te lo digo de una vez, no intentes besar a otra chica, porque te juro...dejo de escucharla sin ser consciente de mis actos. Entierro mis manos en su nuca acercándola con desesperación, callándola con un beso.

Definitivamente éste, no soy yo.
Cierro mis ojos hechizado y muy, muy entusiasmado, dejándome llevar nuevamente. Siempre me dio asco besar a las chicas o ver como se comían la boca otros pero, ¡Esto es el Cielo! ¿Cómo pude encontrarlo asqueroso antes? 
Sus labios son suaves y su sabor adictivo, es como estar en un sueño. Su lengua envuelve la mía y... Un carraspeo o mas bien unos carraspeos, nos detienen antes de hacer otras cosas. Bueno, en realidad no sé que cosas, solo sé que con ella encima mío, mis manos se iban hacia diferentes lugares de su hermoso y acariciable cuerpo. 
Nos separamos sobresaltados, y miramos hacia donde escuchamos los carraspeos.

Dan, ¿no es qué era asqueroso comerse la boca? Nara me mira achicando los ojos y moviendo las cejas con diversión además, ¿no sabía que tú y Cielo se conocieran, y menos que tuvieran algo?

¡No tenemos nada! Ella...ella...me levanto bruscamente del capo de mi coche, alejándome de ella, sintiendo de inmediato la falta de su calor corporal. Evito mirarla a los ojos, aunque por alguna razón siento ésta sobre mí quemándome la piel. Porque estoy seguro, que si la miro a los ojos, mis ganas de besarle de nuevo me... 
Entonces me detengo al ver por el camino en el que van mis pensamientos.

《¡¿Qué me hizo?! ¡Éste no soy yo!》

Ok, no se preocupen Adam y yo no hemos visto nada, ¿cierto amor? él asiente mirando fijamente donde creo que esta Cielo. Esperen, ¡¿Ella es Cielo?! ¿Pero cómo? ¿Será la misma Cielo? bueno, pero ahora chicos debemos dejar las manos guardaditas, y entrar pronto, que nos están  esperando, así es que arréglense esa ropa y hermanito...—se acerca a mi oído y susurra oculta el problemita que tienes justo allí en tu entrepierna.

Se aleja de mí divertida, y se vuelve a Adam con una enorme sonrisa cómplice.

¡Que vergüenza!
¡Quiero desaparecer!
Siento mis mejillas calentarse. Trato de calmar mi respiración, que poco a poco se va normalizando.

Me arreglo la ropa sin mirar a nadie de los presentes y me vuelvo dándole la espalda a todos para ocultar, mi problemita.

Luego sigo a la "parejita" y a Cielo, al interior de la mansión donde nos esperan todos.

Y sí, ella es la misma Cielo de la que todos hablan, la famosa  guerrera, lo que quiere decir que es agresiva. La miro de reojo sin que se de cuenta durante la cena, y se ve feliz, hermosa... y sin proponérmelo mi mirada recae codiciosa en sus suaves labios, que están levemente hinchados.
Remojo los míos con mi lengua sin ser consciente del acto. 
《Sus labios se ven muy...muy apetecibles... ¡Noooo! ¡¿Qué me esta pasando?!》
Levanto mi mirada a sus ojos, y la veo mirarme también. 《Esto me pone muy, muy nervioso y ansioso. No sé qué significa todo éste revoltijo de emociones, estás extrañas cosquillas en mi estómago》
La dejo de mirar y me concentro en la conversación que tienen los mayores.

La cena transcurre sin problemas. 
Después de ésta, nos despedimos, y nos vamos a la cabaña.

Cuando llegamos, entramos, les doy las buenas noches a mi familia, y subo a mi habitación.

Cierro con seguro, me saco la ropa y me meto al baño, donde me doy una larga ducha fría... sí, mi problemita no se había ido del todo.

Cuando termino de ducharme, me seco con una toalla el cuerpo y me voy a la cama desnudo. Quedándome dormido después de dar 500 vueltas en la cama.

《Miento ¡Fueron mil! Cielo, ¿qué me hiciste?》


 






 

¡Hola! Aquí ya publicados dos capítulos por la demora. 

Muchas gracias por☆☆☆, comentar o leer, espero que les este gustando la historia. Una historia que he sacado de mi imaginación.
¡Mil Gracias de nuevo! 😘❤




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