Caperucito, ¿mi Amor Destinado? (completo)

Capítulo 29

♡Cielo♡

 

 

 

 

¡Lo había encontrado!

Lo que siento es difícil de explicar con palabras, sobretodo si ahora mismo lo único que quiero es demostrarlo con acciones.

Después de salir de mi casa a media noche guiándome por su olor, llego la cabaña en la que se hospeda mi destinado y su familia.

Una vez allí subo al balcón de la habitación donde él duerme, no pienso apartarme de su lado y se los dije a mis padres, ellos se pusieron muy felices de que por fin lo halla encontrado, pero como él no sabe nada de nuestro mundo todavía. No puedo llegar y decirle: "¡Hey, soy una híbrida! ¡Y sorpresa! Tú eres mi destinado, el único para mí, y eso no es todo. Hay un demonio que quiere matarte porque..." 

《No, no, y no... no puedo decirle de sopetón todo eso.》

 

Debo calmarme, y aguantar que me trate de acosadora si me sorprende viéndole a escondidas, no importa, porque yo sé, que él terminará rindiéndose al final. Y si no lo hace, pues de malas, porque a  pesar de que mis padres estén en desacuerdo con mi "método de acercamiento", debo hacerlo, por su seguridad. Además, ese beso hizo que quiera estar muy, muy, pero muy cerca de él, es algo innevitable, va en contra de mi naturaleza estar lejos de él ahora que lo encontré.

Aún a pesar de que él quiera ignorarme, yo sé que después de los besos y su tienda de campaña, siente algo por mí, el lazo se esta formando.  Él se niega, pero muy pronto ya no podrá estar lejos de mí, y no es  solo por el intercambio de saliva que tuvimos, no, algo ha despertado en él, y en mí, nuestros verdaderos deseos y sentimientos.

Caperucito, sé que también me quieres, muy pero muy cerca.

Jamás me pasó esto con nadie, pero él es como el aire que respiro, todo él me llama, cada poro de su cuerpo exuda su deseo y aunque no lo sepa aún,  estar a su lado a escondidas mientras él se acostumbra a mi cercanía, o me acepte como lo que soy, su pareja. Él es mío, y yo suya, así lo quiso la diosa Luna y así será.

Por otro lado debo protegerlo del híbrido que lo quiere matar, algo que por supuesto no permitiré.

Después de que me interno en su habitación por la ventana del balcón, pongo seguro en las ventanas, ya que la puerta ya lo tiene. Me recuesto a su lado en la cama, mis ojos se cierran y mis fosas nasales se amplian y todo su olor se cuela en mi sistema. 《Su olor, esto parece un sueño》
Entonces siento como su calma se transforma de repente en inquietud, ¿miedo? Esta soñando.

— Algo le pasa...—digo, y mi instinto me empuja a recostarme más cerca de él, cierro los ojos y aparece ante mí quién perturba sus sueños, y no soy yo. Abro los ojos, y paso uno de mis brazos por encima de su pecho, recuesto mi cabeza muy cerca de donde esta su corazón. Cierro mis ojos nuevamente concentrándome, y después de unos segundos estoy allí en mi forma lobuna. Y lo veo de nuevo, su forma demoníaca me deja helada, 《¡es él!》 me dice aquella voz poderosa que es parte de mí. 《El híbrido》

Y tiene a MI Daniel agarrado por el cuello queriéndolo morder, entonces mi forma lobuna cambia a la de una mujer, la forma de la poderosa Juez. Que soy yo con mi forma humana.

Observo al híbrido, y me adelanto a sus movimientos gracias a ese magnífico don de poder predecir los movimientos de mi oponente. 
Con un movimiento rápido, quito a mi amado de sus asquerosas garras negras. Lo pongo a salvo, y voy por el demonio, con una agilidad que a mi parecer por la  sorpresa en su cara, no se esperaba; lo agarro por el cuello y le susurro.

— No te atrevas a tocarlo...— aprieto mi agarre. Olor a putrefacción emana de él. Hago una mueca de asco.

— La Juez... por fin nos volvemos a ver, ¿o conocer? —se ríe y se esfuma de mis manos, miro a Daniel quien me mira sorprendido y agitado. Él se ha ido.

— Te pareces a Cielo, ¿cómo te llamas?—habla con voz cansina.

— Zira...—《mi amor》digo para mí—  Ahora duerme que yo velaré de tus sueños.

— Gracias... ¿él no volverá cierto?

— Lo intentará, pero yo estaré cerca y no lo dejaré acercarse a ti... Ahora descansa.

Sus ojos se cierran vencidos por lo que supongo es cansancio.

 

 

________________✒

Abro mis ojos y ya no estoy en el sueño de Daniel, lo miro acurrucándome más cerca de su cuerpo, aspiro su aroma, miel y bosque, y me quedó dormida también.

Siento calor, abro mis ojos y... ¡Daniel me tiene abrazada! 
Estoy demasiado feliz. 
Levanto mi cabeza y miro la hora del reloj de la mesita de noche, son las dos am, solo han pasado dos horas desde que estoy con él. Siento como su brazo me atrae más a él, 《¡Oh por Dios!》 me apega a su cuerpo caliente y.. 《 ¡esta desnudo! ¿En qué momento me metí bajo las cobijas con él, si yo recuerdo haberme dormido encima del edredón? Esto no puede ser》

Su respiración es pausada, por lo que deduzco que esta dormido. Entonces me dejo llevar; porque no es aprovecharse si cierro los ojos y me hago la dormida, o si coloco casualmente una de mis manos cerca de su ombligo "dormida porsupuesto" ¿no? 
No, eso no es aprovecharse, y ni siquiera me molesto en pensar que puedo ser descubierta, solo me dejo llevar.

Y mientras estoy sumida en el calor de su cuerpo, mis manos cosquillean, en mi bajo vientre parecen andar mariposas revoloteando, y un calor desconocido se adueña de mi cuerpo. 

Es entonces, que de un momento a otro, él toma posesión de mi boca, y yo ni tonta ni perezoza "sin aprovecharme claro esta", me dejo llevar, 《¡Estoy domida por Dios!》

 

Nuestros labios se encuentran, y nuestras lenguas parecen dos peregrinas con sed en medio del desierto.  
El beso se intensifica, nos devoramos literalmente sabiendo solo, que necesitamos beber el uno del otro. 
Nuestra inexperiencia nos deja solo esa opción, pero es... es increíble.
No sé en que momento la temperatura subió, solo sé, que no quiero volver a estar lejos de Mi Daniel... de mi Caperucito Rojo, De Mi Amor Destinado.




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