Capitulo 10 mi primer amor, un vergonzoso encuentro fuera de clases

Entre cada uno de los pasos que daba, el tener miedo a que todo se desboronara en cualquier momento era casi como si se tratase de estar en un completo precipicio y un simple desbordamiento significaría terminar su vida, así es como se encontraba en esta ocasión. Pero, sin importar lo que fuera que llegara a pasar, todo lo que miraba de un lado a otro era nada más que la calle de su vecindario.

Sin más en qué lograr pensar, se asomo con sumo cautelo para terminar viéndola desde la distancia. A lo lejos podía ver a Nohemí que pasaba por el otro lado sin siquiera decir nada, más bien, parecía que estaba completamente tranquila mientras leía alguna tira cómica o historieta. En realidad, no podía notarlo bien como para distinguir de que se trataba, es por tal razón que prefirió mantenerse en el modo incognito, para no dejar ni un rastro de su ser.

Todo lo que podía sentir en ese momento era que, si le dirigía la más mínima palabra a Nohemí, eso terminaría en una gran explosión y todo se volvería como cuando ella le empezó a hablar de repente y sus diferentes locuras que se le ocurría hacer durante el regreso de la escuela.

Es por ello que Nebu, pensando – no puedo creer que ella fuera así. Ya hace una semana que no puedo regresar tranquilo a casa debido a que siempre me mete en diferentes competencias o juegos que se le ocurren de la nada, aunque me quiera negar, ella no lo dejará. Así que debo de evitar que ella se dé cuenta de mí si quiero pasar el día de hoy tranquilo y sin ni una de sus ocurrencias –, trató de esquivar el encuentro tratando de volverse invisible, la cuestión es que no era posible, sobre todo al ser que no había nadie caminando por ese camino.

En sí, Nebu pensó que si hacía como si no existía, entonces ella también haría como si no existiera y no se daría cuenta de su presencia, pero en realidad eso no funcionó. Ya que, mientras caminaba de una forma un poco rígida y graciosa debido al nerviosismo que sentía en ese momento, fue más que suficiente para hacerlo destacar, sobre todo en el instante en que sin querer terminó tropezando con una piedra y, cuando estuvo a punto de caerse, terminó evitándolo mientras dejaba soltar un pequeño chirrido proveniente de una lata que estaba justamente a un lado y terminó pisando en el proceso.

Nohemí, dirigiendo su mirada hacia Nebu, mostró una expresión un poco sorprendida, la cual cambió en el momento en que vio a Nebu en una pose un poco graciosa. Con una expresión burlona, acercó la historieta un poco a sus labios, mientras trataba de evitar reírse, lo cual fue imposible al terminar riendo a carcajadas de Nebu.

Nebu, que se sentía totalmente avergonzado, con una mueca que demostraba su descontento combinado con la vergüenza que sentía en ese momento, desvió la mirada de Nohemí para luego empezar a regresar con la cabeza agachada mientras deseaba desaparecer por completo, pero eso no era posible en lo absoluto. Nohemí, como si se tratara de un demonio, dejó de reír en el momento en que Nebu empezó a realizar su retirada estratégica, para lanzarse por detrás de él mientras decía de forma arrogante, maliciosa, pero a la vez un poco inocente – no podrás escapar tan fácilmente de mí – estas palabras hicieron que Nebu no pudiera hacer nada más y sintiera como su corazón empezara a latir más rápido. Nohemí, que mostraba en ese momento una picara sonrisa, de pronto reaccionó con respecto a lo que había dicho y con ello terminó alejándose de Nebu de forma inmediata y, como si fuera un robot, doblo hacía un lado para empezar a dirigirse al otro lado y así regresar también. En esta ocasión ella estaba más avergonzada que Nebu por lo que había dicho, su cara sentía arder mientras su corazón estaba palpitando muy rápido. Nebu, aunque quería conseguir su venganza en ese preciso momento, en el momento en que estaba a punto de decir algo terminó callando y prefirió irse por su camino y no mencionar para nada lo sucedido ese día, por otro lado, Nohemí estuvo toda la noche golpeando su rostro contra la almohada mientras reflexionaba sobre lo que había hecho y dicho a Nebu hasta al final lograr quedar profundamente dormida. Por supuesto que al siguiente día amaneció un poco desorientada como si hubiera desvelado pero no había sido así.