Capricho (arte y Destino)

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Miró el reloj de su pared, se quedó aliviado al ver que aún tenía tiempo, se había quedado dormido y eso era imperdonable, de por sí ya había comenzado con el pie izquierdo.

Saco rápidamente los ingredientes, el desayuno era importante, para él algo sagrado, tenía que asegurarse de tener la suficiente energía para estar de lucido todo el día.

Coció los huevos a la hora exacta, midió con su balanza los gramos de café necesarios para que estén a su punto de manera que no quedaran picantes para evitar así la necesidad de agregar más azúcar de lo debido, agregó la cantidad perfecta de leche, saco los panes del tostador.

- Bon appetit – se dijo a si mismo

Observó su reloj, aún tenía tiempo. Podía pasar de visita por uno de sus lugares favoritos y más ahora con el silencio de la mañana, quería observar cada detalle de las nuevas adquisiciones que probablemente serian vendidas ese día.

Pero en particular, había un lugar en la que todas las mañanas se detenía pensativo, en las pinturas de su padre, había decidido no venderlas, creía que estaban en el lugar que correspondían.

- Padre, falle nuevamente

Se sentía decepcionado las investigaciones habían fracasado.

- Lamento no poder visitarte, no he tenido mucho tiempo últimamente.

Su padre había pedido ser enterrado en el lugar donde había nacido, él siempre decía “nací en esta colina, descansare en esta colina” y luego era severamente regañado por su esposa por hablar de la muerte. Sin lugar a dudas esos fueron buenos tiempos para Daniel.

- Se que probablemente no estaría de acuerdo con lo que estoy haciendo.

Era el único que se resistía en aceptar lo sucedido, el resto de su familia había optado por comenzar de nuevo y sonreír al recordar su nombre, situación que estaba seguro que su padre quería para ellos. Pero él no podía, necesitaba saber la verdad, para encontrar la paz que necesitaba.

- No me rendiré, descubriré la verdad

Era la promesa que se había hecho así mismo hace veinte años, cuando apenas era un niño.

Ahora era el presidente de Inno, una revista joven que avanzaba con pasos firmes.

- Señor Asher este es el programa del día – le dijo su secretaria

- Muchas gracias

Todo parecía ir viento en popa, pero aún había mucho que hacer.

- ¿Una sesión fotográfica? – preguntó desconcertado

- Usted la programo para este día

Mostró su desconcierto, seguía sin entender porque había programado una sesión fotográfica, si de por si odiaba las cámaras.

- Señor salió en el cuarto lugar como empresario más sexy del año – trataba la secretaria de hacerlo recordar.

No tenía idea que esas cosas existieran. No sabia si sentirse orgulloso o avergonzado, su hermana debió reírse cuando se enteró de la noticia.

- ¿Yo accedí?

- Así es señor

Probablemente con el acumulo de trabajo no le presto la atención suficiente y la termino programando en cualquier lugar.

- Está bien, infórmame cuando se empiece con la sesión – dijo a su secretaria.

De seguro también Nathan se reirá de él cuando salga la revista con su fotografía, incluso conociéndolo, él mismo tomaría la foto.

- ¿Por qué abre accedido a tomarme la foto?

Era probable que la razón fuese porque la encuesta fue lanzada por su misma revista, el creyó que no resultaría, a quien le interesaría saber quiénes eran los empresarios más sexys, definitivamente subestimó la idea.

- Sabía que era una mala idea

En poco tiempo alcanzaría el tercer puesto en revistas más vendida de la ciudad, estaba orgulloso se ello, pero había el algo que le angustiaba, pese a ser el empresario más joven en lograr sus objetivos en tan poco tiempo, el realmente sentía que ni la revista, ni la galería le pertenecían realmente.

- Hola madre – contesto la llamada.

- Hola hijo, vendré a verte. No estoy siendo inoportuna ¿Verdad?

- No, yo …

- Me alegro – dijo ella ingresando por la puerta

No pudo evitar sonreír, ella no había cambiado, seguía siendo la misma.

- Hoy hace buen clima, vamos a dar un paseo

Siempre era tan directa

- Está bien

Ordenó rápidamente su escritorio y la invitó a tomarle del brazo, de la misma manera que lo hacía su padre.

- Como ha estado madre, perdón no he podido visitarle, he tenido mucho trabajo.




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