Capricho (arte y Destino)

5

La vida fue hecha para divertirse. O era lo que él creía.

- Cállate

Lanzo una almohada a la dirección del ruido. Apenas había logrado dormir

Sintió ganas de vomitar, corrió rápidamente al baño. Las consecuencias de una noche de desenfreno estaban comenzando a cobrarle.

- ¡Ah!, mi cabeza

Volvió a su cama de mala gana, buscó lo que seguía sonando, era su celular.

- ¿Dónde estás?

Había llegado hace poco del extranjero, planeaba viajar a 4 países más, pero todo se arruino debido a su padre, siempre era él. Chloe se encontraba destrozada porque el amor de su vida se había casado con otra mujer, era su oportunidad, es por eso que había decidido salir de viaje con ella, para distraerla.

- Mas rápido – gritaba ella.

Manejaban a toda velocidad, era agradable sentir el viento en su rostro. Daniel había sugerido acompañarlo, pero él se negó, sabia que su amigo se encontraba preocupado, desde aquella vez su Daniel trataba de no apartarse de él.

- ¡cuidado! – gritó Chloe más Nathan no pudo reaccionar a tiempo.

El auto choco con un poste. Estaba fuera de sí, con la cabeza en el volante, con manos temblorosas y con recuerdos que creyó haber olvidado.

- ¡donde está la maldita bolsa! – dijo reaccionando finalmente - ¿Estás bien Chloe? – dijo preocupado.

- Me rompí una uña – chillo ella

A lo lejos se escuchaba la sirena.

- Mierda – dijo Nathan – Estoy atorado

- ¡Ahhh!, que haremos ahora, no quiero ir a prisión.

- Toma un taxi y regresa al hotel o vuelve a casa, no se depende de ti – ella obedeció.

No tardaron en llegar, lo agarraron y lo llevaron a la comisaria, así es como amaneció en aquel lugar y ya encontrándose más consiente, analizo su situación y no teniendo más opción decidió llamar a uno de los guardaespaldas de su padre. De ahí no tuvo más opción que volver, la razón, su padre había jugado sucio, le había cortado sus tarjetas de crédito.

- ¿Hola?

Contestó aun somnoliento.

- Nathan, ¡Dónde estás! – parecía enojada

- Ma, yo…

Buscó en su celular alguna razón por la cual su madre la estaba llamando “ Fusión de centros comerciales”.

- Mierda – susurró - Estoy en camino

- ¡Apresúrate!

No fue hace mucho que se celebró la boda de James su hermano mayor, con Olivia hija de la familia Green, uno de los centros comerciales más grandes de la ciudad, y ahora después de muchos preparativos por fin se producía la fusión de sus empresas naciendo una nueva.

Con que al final si sucedió – pensó - Lo lamento, ¡todos fuera! – aplaudía con sus manos – la fiesta termino, vamos apresúrense.

No se había presentado a la casa de sus padres, sabia que su padre quería eso y no le daría el gusto. Se había prestado dinero de todas partes, de seguro el castigo no duraría mucho tiempo.

Pero su madre, con su madre era otra cosa, si ella decía algo, ese algo era ley y no quería que se enojara. Ella no tenia nada que ver con la eterna discusión que tenia con su padre, es por eso que obedeció.

- Corrió rápidamente al baño.

- ¡Fuera!

Hecho al que se encontraba durmiendo en su ducha. Se baño rápidamente y escogió cualquier ropa, todo le quedaba bien, según él.

- ¿Cuándo será la próxima gran fiesta? – le preguntó uno

- No lo se

.-.-.-.-

- Él nunca vino

Le molestó que su hijo nunca apareciera, cuando llegó de su viaje.

- Y no creo que venga ahora

- Dijo que ya estaba llegando – respondió su esposa

Los periodistas no paraban de sacarles fotografías, desde luego era un evento importante y de preguntarles por la ausencia del hijo menor de los Dugan.

- Dime ¿ya encontraste a la indicada? – dijo el señor Dugan cuando por fin lograron deshacerse de los periodistas – veo que ya viste la lista que te mande – continuo – y bien, ¿hay alguien que quisieras como nuera?




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