Capricho (arte y Destino)

20

- No, no, no – no sabía que hacer

Nathan no parecía reaccionar, sangraba por la nariz. Reviso si aun respiraba y empezó a realizar compresiones en su pecho, eso era lo único que se le ocurría

- Vamos despierta.

Ya había una gran cantidad de personas a su alrededor, algunos se lamentaban, otros le sacaban fotos con su celular. Wara estaba tan nerviosa que no se percataba lo que estaba ocurriendo a su alrededor.

- No está funcionando – su voz notaba desesperación

Intento respiración boca a boca y continuaba con las compresiones en su pecho

- ¡Habrán paso!, ¡aléjense! – gritó alguien

Después de debatirlo consigo mismo y de ver los pros y los contras de asistir a la fiesta de su amigo, finalmente accedió, aunque tal vez la verdadera razón era que algo le preocupaba, cuando llego le sorprendió el alboroto que se había formado en la parte posterior de la casa. Rogó desde lo profundo de su ser que no fuera nada grabe, de por si Nathan ya tenia muchos problemas por organizar la dichosa fiesta, a veces no podía entender que es lo que se le pasaba por la cabeza

- ¡No!, Nathan

Entro en pánico cuando lo vio en el suelo.

- Cuantos ciclos hiciste – se arrodillo al lado de Wara

La mujer temblaba y su mirada mostraba preocupación.

- Como 7 ciclos

- Hiciste un buen trabajo

Le dio su saco y continuo con los ciclos

- Llama a la ambulancia

Wara obedeció inmediatamente, estaba agradecida de que alguien apareciera en su ayuda. Ella tambien estaba empezando a entrar en pánico.

.-.-.-

Estaba tan feliz, si fuera por ella nunca se iría del lugar.

- Es una meta muy grande Isabelle

No encajaba en el lugar, todos tenían cuerpos de modelo, rápidamente recibió la mirada de muchos, su presencia era como si molestara y arruinara el ambiente del lugar.

- ¿Se inscribirá? – murmuraban algunos

- No se quedará por mucho, ya verás – decían otros

Respiró hondo, no se esperaba menos, salió con una gran sonrisa en su rostro. Ahora tenía más motivos para recuperar lo que le habían robado.

Una ambulancia pasó a gran velocidad por la calle cuando ella se disponía a cruzar.

- ¡Diablos!, por poco me atropella – dijo paralizada aun – lo perdono por ser una ambulancia

Siguió con su camino. Se llevo con una gran sorpresa cuando se enteró lo ocurrido, en las redes sociales y medios de comunicación ya rondaban noticias de la tragedia ocurrida al hijo menor de los Dugan.

- Pobre.

.-.-.

Ella seguía apoyada en la puerta sin poder reaccionar aun, ahora la casa se encontraba hecho un desastre y le rodeaba un silencio aterrador que la perturbaba y que le parecía familiar, trató de suprimir tales recuerdos. Aunque lo intentó su mente no podía borrar lo sucedido en aquella noche.

En silencio y lentamente se dispuso a recoger el desorden que se había creado, era lo menos que podía hacer.

- Espero que este bien

.-.-.-

Odiaba ese sentimiento, Emma se encontraba sentado al lado de su hijo, sentía que se quería morir.

- Falle, ¿Qué pasa si no despierta? – trataba callar su llanto, se tapaba la boca con una de sus manos y con la otra sujetaba la mano de su hijo

Estaba en medio de la fiesta que se llevaba en cierto tiempo con los empleados del centro comercial y como esposa del presidente debía estar junto a él. Por el momento todo estaba bien James estaba en un viaje de negocios, Olivia estaba con ella cuando les llego la historia de Instagram.

- Nathan

- ¡Una fiesta!, será divertido – trataba Olivia de aminorar la noticia recibida. Sabia que su suegro se lo tomaría tan bien

Por su parte Emma trató de evitar que su esposo se enterara de lo ocurrido, era un evento importante, necesitaba estar concentrado. Pero como Antony siempre estaba pendiente de su hijo menor no tardo en enterarse.

- No, querido – trataba de calmarlo – esto es importante, luego te ocuparas de Nathan

Sabía que no sería buena idea que su esposo discutiera enojado, definitivamente las cosas no acabarían bien. Era su misión evitar eso, por el bien de ambos.

Para cuando había logrado calmarlo recibió la segundo y más aterradora noticia, en las redes sociales había fotos de su hijo tendido inconsciente. No le importo si fueran reales o no, salió de la fiesta corriendo en dirección de la casa de su hijo menor, sintió un dejavu, como si ya hubiera experimentado esa angustia en algún momento de su vida.

La reconoció entonces.

- ¿Qué hacia ella ahí? – se pregunto




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.