Capricho (arte y Destino)

21

Fue extraño.

Sintió que no podía respirar, que cada vez que intentaba salir se hundía más, era como una ola que lo empujaba cada vez más adentro. No tenía esperanza, él era culpable y no había hecho nada, tal vez se merecía ese final, quería acabar de una vez por todas con esa angustia que lo estuvo atormentando después de tantos años y lo estaba logrando finalmente.

- No te libraras tan fácilmente – era su conciencia

De repente vio una luz que le tomaba del brazo y lo sacaba del lugar.

- Falta poco, aguanta un poco más – fue lo único que le dijo antes de desaparecer.

Abrió lentamente los ojos, la luz le resultaba molesta levanto una de sus manos para cubrir sus ojos.

- ¿Dónde estoy?

Le costó reconocer el lugar

- Ay no – susurro de mala gana, se tocó la frente, se sentía adolorido.

Conocía ese lugar, ya era la tercera vez en el mes que se internaba, de seguro hizo una estupidez que acabo mal, como la mayor parte de sus ideas, siempre había un factor que hacía que todo terminaban en desastre. Ahora por el momento solo tenía que recordar lo que hizo.

Trato de pararse, tenía sed y le dolía la espalda. Encontró una botella en los asientos en donde Daniel luchaba somnoliento por no dormirse.

Se dirigió lentamente hacia aquel lugar y se sentó a su lado apenado, su amigo se encontraba demacrado, probablemente lo paso mal, trato de no hacer ruido, pero ni bien se acomodó Daniel se despertó inmediatamente.

- Nathan

- Si, si estoy bien – En esos momentos no quería que le llenaran de preguntas ni si quiera él sabía que era lo que había ocurrido - ¿Quieres un poco de agua? – forcejeaba por abrir la botella.

- Es mejor que vuelva a su cama

Le llevo en dirección a esta.

- Pero… estoy bien

No tenía pensado quedarse mucho tiempo en aquel lugar, mas que todo después de tener ese extraño sueño.

- Necesita descansar, llamare al doctor

No tardaron en llegar, y hacerle algunas preguntas, por más que lo intentaba no lograba recordar lo que paso, había una laguna mental en sus recuerdos.

- ¿Qué abre echo?

Daniel no dijo nada después de eso, se quedó en silencio. Pero en su mirada podía notar preocupación, parecía que él quería preguntarle algo solo que no encontraba las palabras adecuadas.

- ¿No estas aburrido? – preguntó Nathan revisando su celular.

Dio un salto cuando vio sus redes sociales, había muchas fotografías de lo ocurrido en aquella noche y comentarios que deseaban que se recuperara.

- Estoy muerto – pensó

Apenas había logrado deshacerse de la mujer que no paraba de besarlo, generalmente no la habría rechazado, pero ese día en particular no se encontraba bien. Chloe no se había aparecido, tal vez debería considerar rendirse.

No, se mentía a si mismo había otra cosa que lo atormentaba, el alcohol ya no le estaba funcionando.

Se agarro la cabeza queriendo suprimir el recuerdo, a los otros no parecía afectarles, continuaban con sus vidas como si eso nunca hubiera sucedido, él no corrió con la misma suerte a partir de esa noche su vida no fue igual, parte de él se rompió.

Vio algo moverse en la oscuridad.

- Es buena – miró la botella que agarraba en una de sus manos, ya se había acabado una, ahora continuaba con otra – tu eres parte de mi imaginación – le hablo al gato que reposaba sobre uno de sus muebles.

Trato de agarrarlo mas este se adelanto y salto sobre él para luego escapar

- Ah – gritó del susto

Ese gato era mucho mas real de lo que se imaginaba, perdió el equilibrio cuando piso una de las botellas, a partir de ahí su memoria estaba en blanco.

Se tocó la frente con frustración no tenía remedio. Ahora entendía porque le dolía la cabeza y la espalda.

- ¿Y si hubiera caído en el concreto? – le dio miedo tan solo imaginarlo.

¿Acaso su amigo lo había salvado?

- Ey – dijo alegremente – viniste a la fiesta

No sabia si su amigo lo reprochaba o estaba preocupado, pero lo miraba fijamente.

- Fue un accidente, resbale con una de las botellas que había en la azotea – trató de excusarse.

Conocía es expresión ya lo había visto antes.

- No intente, ya sabes. No estoy tan loco – estaba en serios problemas – fue como arrojarme un clavado desde un trampolín, o desde un lago. No fue tan grave.

- Pero estaba ebrio

- Probablemente también lo estaría en esas situaciones.




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