Capricho (arte y Destino)

45

 - Señor – le tocó del hombro – ya llegamos

Abrió lentamente sus ojos, y lo miró somnoliento.

 - Ya llegamos – repitió nuevamente el conductor

 - ¡Oh!, gracias – sacó su billetera para cancelar lo que debía

Se quedó por un momento observando el edificio en el cual vivía. Las luces de su apartamento estaban prendidas, Saly debió llegar de la universidad. Suspiró cansado y se dirigió a este.

 - ¡Bienvenido! – le recibió su hermana

Todas las ventanas se encontraban abiertas, y el apartamento olía a comida. Daniel sonrió por la nariz, Saly había estado intentando cocinar, pese a no ser tan buena en ello, agradeció el esfuerzo.

 - Buenas noches – contestó gentilmente

 - Lávate las manos, ya cena ya estará lista – dijo ella - ¿Qué traes en la bolsa? – preguntó curiosa.

 - Es pintura

Con sus manos entrecruzadas, observaba lo que Saly hacia. No tenía hambre, últimamente no lo tenía, pero no quería entristecerla, por lo que no dijo nada y comió en silencio.

.-.-.-

Cuando Chloe lo llamó pensó lo peor, ella parecía estar llorando. Cuando la encontró, varias personas trataban de invitarle un trago, ella no estaba interesada y trataba de apartarlos. Él los empujo, tomó del brazo a Chloe, y la colocó sobre sus hombros y así ayudarla a caminar.

 - ¿Noo quierees baiiilarr? – preguntó ella.

 - Estas ebria. Es mejor que te lleve a casa.

 - ¡Nooo! – se soltó de él para dirigirse a otro de los asientos, él la siguió – siéntaaaate – daba golpecitos con la palma en el asiento - Dooss porrrr favorr – pidió y luego se la dio a Nathan.

- ¡No tomes tan rápido! – le quitó el vaso – No es bueno para ti, te meterás en problemas con tu madre – ella no le hizo caso y cogió el vaso de nuevo.

 - Siemprree erees tan buenoo conmiiiiiigoo. Odddiio esso.

Ella apoyó su cabeza en el mesón.

 - Siiempppre fuuisstee transspareenteee frente a tuss ssentiiimieentos.

Él se quedó en silencio. Podía escuchar sus palpitaciones, estaba nervioso. Tenía miedo a lo que Chloe podría decirle

 - Siiiii no tee huubierass ennaamooraado dee miii, taalves yoo seeria la essposa de Jamees, tuu hermaano ees tan buenoo, quee noo quizoo laastimaarte.

Chloe bebió otro sorbo, mientras unas lágrimas recorrían por sus mejillas. Nathan sintió que algo se rompía dentro de él, pensaba que ya estaba acostumbrado, no fue asi, aun le dolían las palabras de su amada.

 - Deespuees quee arruinaastee mi vidaa, decideess aleeejaarte, ¡noo peermiitirre eso! – le señaló con el dedo – noo deejaaree quee seaas feliiiz coon ootra personaaa.

 - Lo lamento – susurró Nathan, tomando su bebida de un solo sorbo – perdón por haberme enamorado de ti

.-.-.-

 - ¿Qué estoy haciendo?, ¿Debo empezar a preocuparme?

Eran las preguntas que rondaban en su mente. Tal vez estaba exagerando, no conseguiría la respuesta de esta forma. Miraba su celular y luego el cuadro, trataba de imitarlo, mas no pudo. Pintar resultó ser más difícil de lo que se imaginó y el cansancio no le dejaba concentrarse.

 - ¿Por qué estoy tan cansado?, ¿Estaré enfermo?

Nuevamente intentó concentrarse en la pintura, de verdad quería entender el significado de esa pintura. Por lo que ahora trataba de imitarlo, tal vez pintándolo el mismo podría descifrarlo.

 - Tal vez debería contratar un profesor, soy terrible – sonrió – ¿Y si no significa nada? – otra vez las preguntas – ¿Si es un simple árbol que encontró y decidió pintar?

Se tocó la frente, frustrado.

 - Mi padre nunca haría eso. Él fue siempre correcto, él nos enseñó el valor de la vida y de cuidar a los que más queremos, no se iría de esa forma. Él no es un cobarde.

 

“nunca terminas de conocer a alguien, siempre tratamos de mostrar nuestra mejor cara a los demás”

 

Recordó las palabras de su madre, se entristeció, se negaba a creer. Nuevamente tomó el pincel tratando de imitar la pintura, se tocó la frente, estaba realmente cansado. Sonata Claro de Luna, una llamada entrante.

 - ¿Señorita Isabelle? – vio en la pantalla de su celular, sorprendido – Buenas noches – contestó

 - ¿Ah?, ¡AHHH! – gritó, colgando inmediatamente.

Se quedó con el celular aun en su oído, procesando lo que acababa de ocurrir, al final  dejó salir una leve sonrisa.

 - Estoy cansado – se estiró – mejor me voy a dormir

.-.-.-

La luz de la luna iluminaba su rostro, le hacía ver bellísima, un ángel, su ángel. Por un instante tuvo el impulso de sacar su cámara y fotografiarla, para enmarcarla y colgarla en su pared, ¡no! en un museo de arte.

Chloe se encontraba dormida en su cama y él observándola, apoyado en la pared, suspirando melancólico.




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