a con ese gesto.
Hannah
Estoy en mi casa desocupando el cuarto de invitados, mi departamento tiene 3 habitaciones, el mío, un estudio, que lo acondicione como una pequeña biblioteca y salon de tv, donde tengo la computadora y todos mis libros y el último era de invitados, pero ya no más, estoy tomando medidas y colocando ideas en mi tablet, se lo acondicionare a Dylan, ya que Alec no tiene interés y seguramente me dirá que no arregle su cuarto, pues bien, Dylan en el día estará aquí y tendrá su espacio y por las noches que duerma en casa de Alec en ese cuarto gris y sin amor, me exaspero de solo pensarlo.
Cuando estoy haciendo los pedidos de unos muebles en internet me entra una llamada de Alec, maldición si no va a ir a buscar a Mateo me va a escuchar este tipejo.
—¿Alo? —respondo.
—Hannah ya estoy en el instituto, te llamo para decirte que Mateo quiere invitar a Dylan a comer, ¿Hay inconveniente si me lo llevo?
Pasmada, me quedo de piedra, este hombre frio, que no comparte con su sobrino ¿ahora me dice que se llevara a mi Dylan?, increíble.
—¿Alo, me escuchas? —me dice y me saca de mis pensamientos.
—Si, te escucho, si tú no tienes problema con ello pues nosotros tampoco, le avisare a mi hermano que tú te llevaras a Dylan, ¿De acuerdo?
—Ok, nos vemos ahora entonces.
—Si, no olvides llamarme cualquier cosa.
Y cuelga sin responder, pero ya no me importa, ¡Que progreso hombre!, definitivamente debí ser psicóloga, esto de hacer reaccionar a la gente es la coña y soy jodidamente buena en esto, solo necesitaba un empujón el muchacho, ya decía yo que tanto cuerpo sensual tenía que tener un cerebro inteligente, y si ya de paso tiene un corazón que late, pues mejor que mejor.
Alec
Decidimos ir a McDonald's, no hablamos mucho durante la comida, no sé de qué podría hablar con un niño de 3 y otro de 8 años, pero si lo observé, mucho de hecho,
es tan idéntico a ella en muchas cosas, aunque Alexa decía que había sacado mis ojos, yo no lo veo así, él tiene su mirada, llena de esa dulzura inocente, tal cual ella, él arruga la naricita antes de reír y cuando está concentrado en algo, eso lo hacía ella, mi corazón arde, no puedo con esto, ellos quieren ir al parqué pero les digo que no, no puedo seguir aquí, necesito aire, necesito acabar con esta estúpida salida de una maldita vez y estar solo.
Al salir del ascensor estaba Hannah hablando con Robyn en el pasillo.
—¡¡Hola mamaaaaa!! —grita Dylan al verla
Y puedo ver los ojitos de Mateo ponerse tristes, y en ese momento detesto que sea amigo de Dylan, él tiene lo que él nunca tendrá, una familia.
—Hola tesoro ven aquí, que voy a llenarte de besos porque te extrañe muchísimo —le dice Hannah extendiendo sus brazos hacia Mateo, él le regla la sonrisa más grande que puede y corre abrazarla, Hannah lo acuna en sus brazos y comienza a darle besos en todo el rostro mientras Mateo no para de reír.
Siento una sensación extraña dentro de mí, es como una presión en el pecho, mis lágrimas pican por salir, ella le está dando lo que yo no puedo, ella lo quiere, una completa extraña siente más por él que yo, pero no me molesta, ella es lo que él necesita, ella le da lo que yo no puedo darle.
Hannah
Alec se despidió de nosotros y se fue a la oficina, yo entre con Mateo en brazos a casa de mi hermano junto con Dylan y Robyn.
—Entonces cuentenme ¿como les fue con el tio Alec? —pregunta Robyn, y Dylan arruga sus cejas
—¿El señor Alec es mi tio? —pregunta Dylan intrigado y veo en la sonrisa de mi cuñada que eso es lo que ella esperaba que preguntará.
—Claro mi cielo, si Mateo es tu primo, entonces ahora Alec es tu tio —le explica Robyn y el parece sorprendido
—Alaaaaa —dice solamente con los ojos bien abiertos.
Nosotras reimos y ellos se van a jugar al cuarto de Dylan, levanto una ceja hacia mi cuñada y la miro fijamente.
—Explicate, ¿El tio Alec, enserio Robyn?
—¿Qué?, Mateo necesita una familia ¿no?, bueno le daremos una bien grande —Me dice tranquilamente y se voltea caminando hacia la cocina.
Robyn
El tio Alec, no puedo evitar sonreir, soy realmente genial, Hannah tiene la misión de darle una familia a Mateo, pues bien, vamos a darsela cuñadita, yo tengo una misión personal, y es la de darle un hogar, con papi y mami incluido, y de paso si eso implica que Hannah se coma el apetitoso cuerpo de Alec, pues todos ganamos ¿no?.
¡Papi Alec y mami Hannah voy por ustedes!
Alec
Logro concentrarme el resto de la tarde en la oficina, el saber que Hannah lo quiere me quito un peso de los hombros.
—Buen dia abogado estrella—entra diciendo Will uno de los asociados senior del bufete.
—Me imagino que tu madre no te enseño a tocar antes de entrar Will –
Me sonríe con suficiencia y se sienta en unos de los sillones frente a mi.
—Que novedad, Alec Garza de mal humor, quien se lo hubiera imaginado —me responde con sarcasmo y quiero patearlo fuera de mi oficina, si no fuera uno de mis mejores amigos lo haría.
—Ya estas soltando por esa boca Will, ¿Que quieres? —se coloca una mano sobre el pecho y jadea con cara de ofendido.
—¿Es que acaso uno no puede venir a ver como se encuentra su mejor amigo?, increible que pienses que hay interes en mi visita.
—Ja ja ja, tu nunca vienes si no hay una fuerza mayor, asi que sueltalo, de ante mano te digo que si es dinero la respuesta es no.
—Ay si que gracioso, en fin, gilipollas, me mando el jefe de todos los jefes a decirte que espera que el asunto de mateo vaya viento en popa, porque todos los abogados estan pendientes de tus movimientos, si eso sale mal es porqur no sirves como abogado, ¿Lo captas no?