Capítulo 12

Llegamos a casa de las clases de natación y Hannah tenía la merienda lista, comimos y el enano se acostó a ver televisión en el cuarto de Hannah, esa era mi oportunidad para hablar con ella.

—Necesitamos hablar —le digo con tono serio.

—No me asustes, ¿Todo está bien? —

—Pues no lo sé, todo depende de lo que tu opines de lo que voy a decirte —le digo lo más neutral que puedo.

Quiero que piense que esta es la única alternativa posible.

—Bueno habla te escuchó —me dice mientras caminamos y nos sentamos en el sofá.

Inspiro hondo y comienzo a explicarle.

—Hay una demanda en el juzgado de menores por Mateo —veo sus ojos abrirse como platos.

—Cuando Alana murió yo me descontrole, no lo aceptaba, me refugie en el alcohol para escapar de la realidad, bebía a toda hora y me desaparecía durante días, mis padres cuidaron de Mateo y trataron de ocultar la situación, pero servicios sociales se enteró y piensan que no soy apto para criarlo, mis padres lograron que dejara el alcohol, contrate una niñera y regresé al bufete, a mi vida, pero seguía sin poder ver a Mateo a los ojos, el dolor me consumía y no sabía cómo lidiar con él, luego apareciste tú, y todo estuvo bien de nuevo, la vida tomo color otra vez, tu sanaste las heridas, tu tuviste fe en mi Hannah, y aquí estamos ahora, pero el caso sigue abierto, ahora hay que seguir una serie de pasos para lograr la custodia total, y para velar de que todos los intereses y necesidades de Mateo se cumplan ellos envían a una trabajadora social, sus visitas siempre son sorpresa, ella aparecerá aquí, en su colegio, en sus clases de natación, en donde sea y a cualquier hora, un compañero del bufete logró averiguar que mañana nos hará la primera visita, y yo necesito saber que cuento contigo Hannah —está asustada, lo sé por el ritmo de su respiración, pero ella es fuerte, toma mis manos y le da un leve apretón.

—Claro que cuentas conmigo Alec, estoy aquí para ambos ya lo sabes, todo saldrá bien —me dice.

—Gracias Hannah, si tu estas con nosotros sé que todo irá bien, por eso... necesito que finjamos ser novios —le digo esta última parte lo más rápido que puedo.

—¡¡¡¡¡QUEEEEEEEEEE!!!!! —me grita en respuesta con los ojos abiertos como platos, se ruboriza de esa manera que me encanta, se ve tan aniñada.

—Respira Hannah, entiende, no veo otra opción, Mateo duerme en tu casa, tú lo cuidas durante el día, tu... —no me deja terminar la frase.

—Los dos lo hacemos, no solo yo —me dice firme, y yo sonrió en respuesta.

—Cierto, últimamente hemos hecho equipo, pero ¿cómo le explicó a los de servicios sociales que Mateo duerma contigo?, que le diga primo y tíos a todos los de tu familia, mira nuestros apartamentos están llenos de fotos nuestras, todos juntos, tenemos que decir que estamos juntos, además esto nos ayudaría acelerar el proceso, porque ellos verían que tengo un hogar emocionalmente estable que brindarle, por favor Hannah piénsalo —le digo besando sus manos, y le colocó la cara más suplicante que tengo.

Ella respira unas tres veces.

inhala —exhala

inhala —exhala

inhala —exhala

Y yo siento que ha pasado una jodida eternidad, ¡Me hago viejo aquí nena, ten piedad! le grito mentalmente, y parece dar resultado porque me mira y suelta las dos palabras que son música para mis oídos.

—¡Hagamos Esto!

Hannah

Todo fue demasiado rápido, excesivamente hasta para mí que soy fotógrafa y capturó el movimiento, le dije que sí a Alec, que sí a la idea más loca del mundo, y que probablemente nos traerá problemas, mentir siempre los trae, pero esto es por Mateo, ellos son familia ahora, y nosotros ayudamos a la familia.

Después de decirle que si me explicó los pasos a seguir y ensayamos una pequeña historia para decir, como nos conocimos, cuanto tiempo llevamos juntos y esas cosas, él tomo mi teléfono y envío una nota al grupo de WhatsApp para informar a todos de la situación, las respuestas de apoyo no se hicieron esperar, pero yo no estaba allí, mi cuerpo sí, pero mi mente estaba lejos, de hecho después de que Alec me dijera que tendríamos que besarnos y aparentar ser una pareja todo se volvió tan real y deje de escuchar, deje de prestarle atención a todo, y sólo podía observar su boca e imaginar esos labios sobre mí de nuevo.

Y entonces pensé, quizás esto no sea tan malo después de todo.

Robyn

Una nota de voz, una simple nota de voz ha hecho mi día, que digo mi día, mi semana, mi mes, es más mi año entero chica, y yo que pensaba en mi próximo movimiento, y viene Alec y ¡ZAS! hace la mejor jugada de todas, el buenorro tenía potencial, ya lo sabía yo, que no venga a decirme "es la única opción", no señor, eso es por él también, si es que estas semanas ni se le despega, besa hasta el piso por donde pasa Hannah, ay cuñadita, como que me llamo Robyn Adelaida Ruíz que tu esta semana desempolvas todos esos conjuntos de lencería sexy, vuelves a la acción mamacita, como diría mi amada escritora Iris Boo, ¡Llego el bombero que apague tu fuego!.

 Alec

Llego el día, ayer repasamos todos los cabos sueltos, armamos nuestra historia, acomodamos los departamentos, todo está casi listo, excepto un detallito minúsculo, tengo a dos albañiles trabajando a toda máquina en mi cocina, ¿qué hacen?, pues que se me ocurrió en mi loca cabeza tumbar una pared, la pared que divide la cocina de Hannah de la mía, y así unir los apartamentos y convertir las cocinas en una sola, que por suerte estos apartamentos traen la misma cocina, así que todo parecerá normal, excepto que tendrá 2 de todo, 2 cocinas, 2 neveras, en fin... pensé que todo estaría bajo control, pero al parecer no será así.