CAPITULO 15

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Daven llego a la manada ignorando la mirada que todos le daban, fue directo a la casa de sus padres, se encerró en la oficina de Orlando y fue revisando todo en ella. Su hermana lo había escuchado llegar y lo vio desde arriba de las escaleras cuando se encerró en la oficina pero no quiso molestarlo.

Fue en busca de su amiga para hablar, está la hizo pasar a su cuarto con empujones, miro al pasillo y luego se encerró.

- No es necesario, ya llego del hospital y se encerró en la oficina de papa…

- ¿Fue al hospital?

- ¿No lo sabias? – Anni negó – Bueno, apenas entro y tú te fuiste le conté y corrió para ir a verlo, entonces fui a la cocina, te venía a buscar cuando escuche la puerta abrirse y me regrese, se encerró sin decir nada. Hasta creo que no se dio cuenta de mi presencia – susurro extrañada.

- ¿No te dijo nada de nosotros?

- ¿Qué tendría que decirme? – la interrogo curiosa.

- Pues no se…

- Si hablas de su encuentro, pues por los momentos no – se limpió el sucio de las unas que no existía, esperando a que su amiga le contara.

- No hay nada que contar – dijo adivinando lo que su amiga creía – Que me persiguió y pues me trate de escapar.

- ¿Y por qué lo hiciste?

- Como si no supieras – la miro de mala gana.

- Bueno ¿bajaras a comer o no?

- Depende…

- Ya te dije que se encerró.

- Vamos entonces.

Las dos bajaron en la cocina y pasaron por la oficina.

No paso ni media hora cuando sentí que mi ángel pasaba por la puerta, agudice el oído y escuche pasos que llevaban a la cocina, pensando en esa palabra y mi estómago rugió, así que me arriesgue y salí.

- Buenas – dije inseguro y de inmediato vi cuando Anni se tensó. Fue inevitable no sonreírle, en verdades hermosa.

- ¿Qué haces aquí? – parecía molesta.

- Pues es mi casa…

- Aja, ya cállate…- agarro su desayuno y se fue sin más, quise ir tras ella pero Rubí me llamo.

- Daven – me senté a su lado – Esta molesta contigo.

- Dime algo que no sepa – resople frustrado.

- Ella dice que eres muy blando, que al primer problema huiste, no le diste una oportunidad…

- ¿Por qué ella cree eso?

- Desde que tú te fuiste las cosas cambiaron…

- Por cierto ¿Por qué corrió aquí cuando me dijo que iba a su casa?

- Para ser mayor y muy estudiado eres un poco – movió sus dedos por la cabeza – tapado.

- Habla pues….

- Bueno, que impaciente. Sus padres tuvieron un accidente cuando ella tenía nueve, desde ese momento vive con nosotros.

- ¿Y los demás familiares lo permitieron?

- ¿Cuáles familiares? – me quede callado – La cosa es que se enteró que tú eres su mate, desde entonces pensaba en el porqué de tu partida, mas todo lo que habían dicho sus padres…

- Ya no sigas – me levante y me encerré de nuevo en la oficina.

Y allí estuve muchas horas, estas pasaban volando, mientras yo me actualizaba, recursos, viviendas, presupuesto, visitas y eventos, todo me parecía difícil en ese momento.

- Vamos, concéntrate, has podido con esto y más…- La puerta sonó y luego mi madre entro. Ni cuéntame había dado de que ya había llegado.

- Así que aquí estas, me alegro que te estés haciendo cargo…

- ¿Cómo sigue papa?

- Obstinado, pero bien, mejora muy rápido para los doctores – se le escapo una risita.

- Mama ¿me preguntaba en si hacia el anuncio de la traición del hombre que apuñalo a mi padre? Por cierto, me gustaría saber qué cara tiene ese tipo…?

- Anúncialo, al igual que tu regreso y la situación de tu padre, yo estaré en el hospital hasta que salga y me gustaría que estés aquí.

- ¿A dónde más iría? – mi mama me miro mal, sabía que me estaba comportando muy chocante y ni yo mismo entendía ¿por qué? – Bueno, bueno, perdón. Cuando estés allá dile a papa que no se preocupe.

Salimos de la oficina al mismo tiempo, ella subió y yo me encamine a la salida de la casa, para recorrer aquellas calles que tenía años sin ver. Pase por la plaza, las escuelas y preescolares, tiendas y la pequeña estructura donde estudie, al parecer pocos jóvenes estudiaban allí, la mayoría asistía a la de los humanos o trabajaban aquí mismo. A decir verdad eso no daba muchos ingresos, así que como yo, muchos otros de mi edad también habían viajado para seguir sus estudios, pero solo yo tarde en regresar.

Vi caras conocidas, viviendo en casas grandes, felices con sus parejas, una buena vida, y otros rostros nuevos, abuelos paseando con sus nietos y jóvenes enamorados. Cuando vi el cielo oscurecerse, regrese.

Entre a la casa a buscar la pequeña campana que se usaba para llamar la atención de los presentes, fui a la plaza y me pare en el muro de la fuente, cuando a los minutos ya todos estaban atentos, hable.

- Buenas noches a todos – los que estaban respondieron, podía ver algunas ancianas asomadas por las ventanas de sus casas. – Soy Daven Salazar, hijo del alfa Orlando Salazar, algunos me conocerán y otros no. Hoy tengo anuncios importantes, el primero es que la noche de ayer un traidor atento contra la vida de mi padre, nuestro alfa, él ya se encuentra mejor, no hay nada de qué preocuparse – aclare cuando los vi murmuran entre ellos con rostro preocupado – El segundo es que desde ahora yo estoy cargo, cualquier duda pueden consultarme…

Las personas trataron de llamar mi atención y se acercaron para saber más del tema, bombardeándome de preguntas ¿Cómo sigue el alfa? ¿Asume el cargo de alfa? ¿Cuándo regreso de su viaje? ¿Qué pasara con las alianzas de las otras manadas? ¿Gobernara igual que su padre? y muchas más preguntas tontas, escuche sobre algo de las escuelas, pero con tantas voces fue difícil, pero supe que querían saber.

Estaban teniendo bajos recursos en las escuelas, las comidas no eran suficientes para los muchos estudiantes, algunas instalaciones de toda la manada estaban dañadas, habían casas abandonadas, el agua no llegaba por varios días, prácticamente nos estábamos volviendo un barrio pobre, las cosas debían cambiar ¿Cómo? pues no sé.