Carita De Ángel

CAPITULO 37

 

BONITA UNION

 

Después de un día de vuelo estaba aterrizando, suspiro con pesadez, pero esa opresión en su pecho había disminuido, se sintió más tranquilo, pero no lo estaría completamente hasta saber que su Rubí estuviera a salvo.

Escucho atentamente aquellos hombres que le daban información, al parecer querían adelantarse para ver que todo estuviera bien y que él no correría peligro, pero se negó, no tenía tanto paciencia para eso y además le urgía hacerlo el mismo.

Quería ver como estaba todo, si había sobrevivientes o heridos.  Partieron todos juntos después de bajar del avión.  Desde el aeropuerto hasta la manada se tardaba una hora aproximadamente. Poco a poco se fueron montando unos taxis y dando una dirección, la más cercana a la manada, desde ese punto irían a pie.  Ya que no tenían otro medio para transportarse, pensó en que debió pensar las cosa un poco más pero ya estaba allí, no había vuelta atrás.

Cuando se bajó del taxi dejo que otro pagará y empezó a caminar hasta donde empezaba el bosque, se detuvo y olfateo, el viento soplo pero nada sintió fuera de lugar, cuando los hombres empezaron a reunirse a su alrededor no aguanto más, dio un salto transformándose y adentrándose en él, sus hombres gritaron que no lo hiciera, que esperara, pero el salió corriendo por una gran extensión de este

Estaba llegando a medio camino cuando sintió ese olor, después de tanto tiempo, y perdió el control. Corrió más fuerte a su encuentro.

 

A lo lejos Rubí sintió el delicioso aroma de su mitad y corrió dejando detrás a los hombres que la acompañaban y su hermano. Escucho a su hermano gritar, pero lo ignoro y fue en busca de su amor destinado, también transformándose en su loba, ya hace mucho la había conocido y está en su cabeza le decía que estaba triste.  Ahora ya no, era tanto la alegría que no le importó el miedo de semanas antes.

Corrió para acercarse al rico aroma café y cacao, que la estaba haciendo enloquecer, hasta que vio el cuerpo de un chico, se sorprendió al saber de quien se trataba y su corazón pincho herido, pero sentía una alegría con la misma intensidad, se le lanzó abrasándolo y haciéndolo caer. Después dejo salir toda la molestia que sentía.

– ¿Cómo fuiste capaz de engañarme?  ¿Yo pensé que eras humano – dio repetidos golpes en el pecho del chico- cómo pudiste ocultarme algo así?  Siempre lo supiste...

Golpeo y chillo, él la dejo estar sintiendo un gran alivio en todo su cuerpo y su alma. Rubí se cansó de arremeter contra el para caer en su pecho cansada sorbiendo su nariz.

Kai la abrazo con miedo y ella explotó en llanto sin percatarse de los hombres que empezaban a llegar, aquellos que lo acompañaban y del otro lado el alfa Daven junto con sus hombres.

Kai vio al hermano de su mate interrogante, con movimientos en sus labios para no ajustarla dijo algo como mi luna. Lo vio fruncir el ceño, pero lo ignoro para ver a la mujer hermosa que lloraba y lo abrazaba. Algunos de sus guardias estaban preocupados, pero al verlo tranquilo entendieron y no lo tomaron como una amenaza.

Daven un minuto después no aguanto y exigió una explicación, ya había sido muy descuidado al dejarlos estar en su territorio después de todo por lo que habían pasado semanas antes.

- Hermanito – lo trato de apaciguar Rubí – Él es mi mate, lo conocí en la escuela, no sabía que eras hombre lobo – le pellizco el antebrazo – Tampoco sabía que eras tú, pero tú o supiste todo este tiempo.

- Aléjate de él Rubí, no sabemos si fue uno de los espías del Alfa Cenon…

Todo el brazo de su hermana y el de Kai para sepáralos, pero los hombres con los que venían lo alejaron tomándolo de los brazos como si de un preso se tratara.

- No tiene permitido tocar de ninguna manera al príncipe – Dijeron dos de ellos al mismo tiempo.

- ¿Príncipe? – Daven y Rubí se sorprendieron y lo miraron esperando por una explicación.

- Déjenlo libre – Ordeno Kai a los hombres que sostenían a su futuro cuñado – Lamento habernos conocido en una situación tan severa, pero le aseguro que no soy ningún espía. Mi misión en sus tierras tiempo atrás era favorecedora. Por orden del rey fui enviado para una manada cercana, los datos decían que estaba casi exista y mi era verdaderamente preocupante, hasta que conocí a su bella hermana y su mujer.

- ¿Conoces a Anni? – pregunto.

- Si, gracias a las charlas secretas entre las dos pude comunicarle a mi padre las verdaderas condiciones de la manada, quedo contento con el resultado. Solo que ahora nos cuesta entender el motivo del ataque.

- Discúlpeme usted príncipe, lo invito a la manada para hablar de este asunto más cómodamente.

Daven lo invito al percatarse que no sería una amenaza, dirigiendo los pasos fue acompañado por el príncipe alfa y sus hombres.

Kai caminaba detrás de Daven con Rubí a su lado, tomando su suave mano, estaba más que alegre al ver que no sería rechazado.

- No te perdonare esto – le hablo bajito su pequeña vengativa – Me rechazaste sabiendo que yo soy tu mate, me hiciste sufrir sabiendo lo tanto que me gustabas. Primera vez que expresaba mis sentimientos y tú te vas.

- Lo siento Rubí – agacho la cabeza para acercársele más – Eras muy joven, yo también y lo que estaba haciendo era importante. No podía llevarte conmigo, así como así. Debía hacer las cosas bien, todavía debo.

- ¿Qué viniste hacer?

- Por ahora no puedo decir nada, tu hermano decidirá si decirles o no.

- No me parece, te vas siendo humano y después de mucho aparecer como lobo y resulta que eres un príncipe que aparte no le quiere explicar a su mate el porqué de todo esto.

- Todo a su tiempo – quiso calmarla, pero sabía que no funcionaria, su Rubí era un terremoto – Me alegro de tenerte así – alzo las manos de los dos entrelazadas.

El corazón de Rubí quería salirse del pecho como su loba del cuerpo.




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