Carne de Cañón

1

La luz de la pequeña estrella roja apenas alcanzaba para disipar las sombras entre aquellos enormes trozos de roca que giraban lentamente alrededor de los restos de un planeta rocoso, tal vez el resabio de una titánica colisión planetaria millones de años atrás.

A pesar de la poca luz, un ojo experto no tardaría mucho en descubrir las extrañas figuras triangulares que se encontraban aparentemente adheridas a muchas de aquellas rocas, como si un enjambre de insectos negros se hubiese posado allí en medio de una migración intergalactica.

Tras una segunda mirada más exhaustiva, el observador avezado podía notar que no todas aquellas extrañas figuras eran iguales; dos de ellas se encontraban una al lado de la otra adheridas a una misma roca, rodeadas por el resto de las misteriosas formas como si estuvieran siendo custodiadas.

Lo que estas dos aeronaves tenían en común entre ellas (y no se repetía en ninguna de las otras naves del escuadrón) eran dos enormes bultos oscuros y alargados sujetos en las puntas de cada ala de ambas máquinas.

Eran por supuesto, un pelotón completo de VF-171; un modelo de Caza Variable (VF) ampliamente usado por la NUNS (1) a lo largo y ancho de toda la galaxia. Aeronaves de gran versatilidad y de probada eficacia, aquellas mortíferas máquinas de guerra se encontraban en completo silencio a la espera de órdenes que no parecían llegar nunca.

Como ya habiamos señalado anteriormente, las dos máquinas que se encontraban en el centro de la formación eran diferentes del resto; se trataba de aeronaves especializadas de la versión estándar del VF-171, drásticamente adaptadas para tareas específicas. Una de ellas poseía un enorme radar giratorio de largo alcance montado en la parte superior del fuselaje que barría incesantemente la zona de operaciones, monitoreando unos dos mil kilómetros cuadrados de espacio a su alrededor. Dado que en aquel momento los diferentes escuadrones que formaban aquel grupo se encontraba en actitud furtiva, aquel radar se encontraba funcionando pasivamente, recibiendo señales del espacio dimensional pero sin emitir ningún tipo de radiación o firma electromagnética que pudiera alertar a los enemigos de su presencia.

Su compañera, posada sobre la misma roca pero a unos doscientos metros de distancia, solo se distinguia del resto por poseer una serie de antenas ubicadas en varios puntos del fuselaje que parecían moverse independientemente unas de otras como las antenas de algunos moluscos en el fondo del mar.

En esta última aeronave, especificamente un VF-171 S2, el cristal de la cabina estaba completamente opaco, por lo que sus dos ocupantes eran absolutamente invisibles a quienes intentaran ver algo desde fuera.

La versión S2 del VF-171 estaba fuertemente modificada para tareas de vigilancia y guerra electrónica. A diferencia del VF-171 con el domo de radar giratorio, el S2 utilizaba sus poderosa Computadoras de Procesamiento Cuántico para interceptar, analizar y retransmitir enormes cantidades de datos hacia el campo de batalla. Para ello hacia uso de un Oficial de Inteligencia sentado en el asiento trasero quien era el encargado de operar los sofisticados sistemas electrónicos de la aeronave, dejando la tarea de vuelo al piloto del asiento delantero.

No era una aeronave común desde cualquier punto de vista, además, también era considerado un caza fuertemente confidencial por tratarse de una unidad destinada al trabajo de Inteligencia en el campo de batalla. Definitivamente una máquina de guerra inusual, pero algo más extraño todavía era que uno de los nombres pintados debajo de la cabina, específicamente el que identificaba al Oficial de Inteligencia que ocupaba el asiento trasero, parecía haber sido cubierto por una capa de pintura hacía muy poco tiempo. 

La Teniente 1era. Ximena Hernandez apartó de un golpe el envase vacío de jugo que flotaba libremente en la cabina y había pasado frente a su rostro. Llevaban varias horas de espera allí y su paciencia se estaba agotando, mas no era la inmovilidad la verdadera causa de su tedio.

—Teniente. —dijo alguien desde el asiento trasero. Era una voz definitivamente femenina, pero su tono estaba despojado de cualquier clase de sentimiento o humanidad. Ximena sostenía la idea que su Computadora de Avisos y Advertencias tenía una voz más humana que la de aquella Oficial de Inteligencia. 

—Teniente… —volvió a repetir la voz con insistencia.

—Si Señor.

—Necesito más poder de procesamiento en el Núcleo Número Dos. 

La joven piloto suspiró y echó una rápida mirada a su panel de instrumentos. —Su terminal está usando todo el procesamiento disponible. —se excusó. —No puedo derivar nada más desde mi puesto.

—Puede apagar algún sistema innecesario. —exigió la voz de la joven del asiento trasero. —Por ejemplo el Radar de Amenazas, no lo está utilizando en estos momentos.

La Teniente Ximena apretó los mandos de su caza y su guante de piloto crujió por la fuerza. —Es contra el reglamento desactivar los sistemas de Amenazas estando en una zona de combate. —respondió molesta la piloto. —Además no pod-

—Es una orden.

Ximena tuvo suficiente. Desabrochó su arnés de seguridad e intentó darse la vuelta en la reducida cabina para gritar un par de verdades a su nueva copiloto, pero una llamada entrante por el canal de su escuadrón la detuvo al último segundo.

—Xime… —dijo una voz conocida por los auriculares de su casco.

La joven se detuvo en el acto y tras volver a ocupar su sitio en el asiento se abrochó el arnés con cuidado. Finalmente comprobó que el canal de comunicaciones estaba configurado para ella sola. —Ya no la soporto, Mi. —exclamó la joven suspirando. —Estuve a punto de golpearla hace unos segundos… tu llamado evitó que lo hiciera.

Del otro lado de la comunicación, más específicamente a los mandos del VF-171 con el domo de radar giratorio, El Oficial Miyuki Mifuda sonrió detrás de una pantalla holográfica al ver la imagen de su colega. Podía leer a la perfección el rostro de la joven y sabía exactamente lo que estaba pasando por la mente de de la Teniente. —Será mejor que no lo hagas; recuerda que estamos en medio de una operación en extremo delicada, además…



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En el texto hay: espacio, robots, macross

Editado: 28.03.2024

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