Carne de Cañón

5

 

 

—Control de Tráfico New Dallas a TP-890, Está autorizado a salir por Puerta Tres transitando por Pista Tango. Precaución por Tráfico Pesado durante el rodaje.

Camila Hughs accionó la radio equipada sobre la oreja haciendo un gesto con su mano izquierda mientras mantenía la derecha firme sobre el mando de su transporte.  —Aqui TP-890. Autorizados …. eh...salida por puerta Tres via…. Tango. —repitió algo nerviosa. 

—Readback correcto. —informó la torre de control. —Contacte a Control Orbital Edén al abandonar la zona de Exclusión de New Dallas.

—Entendido.

 

La comunicación se cortó y la joven se relajó un poco. Observó que su velocidad había descendido ligeramente por lo que aplicó un poco de potencia al propulsor principal. El transporte de personal era un pequeño transbordador con capacidad para unas veinte personas, apenas con la suficiente autonomía para realizar transferencias orbitales entre las diferentes estaciones y naves que rutinariamente llegaban al planeta Eden. 

Camila mantuvo la vista fija en su vector de dirección y dió unas pequeñas correcciones al joystick para mantener la línea intermitente de luces holográficas centradas bajo la nariz de su nave. Lentamente, siguiendo las reglas de circulación dentro de la enorme estación, el transporte se acercó flotando a las enormes compuertas que separaban los enormes hangares del espacio exterior.

A unos cien metros las balizas se pusieron en funcionamiento y las enormes compuertas de acero de un centenar de metros de altura comenzaron a abrirse para dejar paso al pequeño transporte, quien quedaba reducido al tamaño de un pequeño insecto al pasar por entre tan enormes piezas de ingenieria en movimiento. 

New Dallas era una de las pocas estaciones espaciales que poseia bahías de atraque internas para fragatas y otras naves de clase capital. Allí todo era de tamaño colosal, desde las luces de navegación hasta los enormes indicadores holográficos que servían como señales viales para la enorme cantidad de tráfico que entraba y salía de la estación. Camila siguió el camino de luces que el SILS de la estación le había asignado y pronto se alejó de toda la enorme actividad que rodeaba a la gigantesca base militar.

Al llegar al final del camino de luces la computadora le devolvió el control completo de la nave. Camila usó la interfaz de navegación para insertar el código de su destino y al cabo de unos segundos recibió los datos necesarios para establecer un curso directo.

 

Su destino se encontraba en una órbita mucho más alta con respecto a New Dallas, por lo que debía realizar una maniobra orbital para llegar a ella. Cambiar de órbita requería aumentar la velocidad y para ello era necesario realizar una maniobra en extremo precisa, sincronizando tanto el tiempo de aceleración como el de frenado para evitar gastar el preciado combustible en maniobras de corrección. Camila dejó que la computadora escogiera el vector más eficiente y, tras recibir la confirmación del cálculo finalizado, usó el joystick para apuntar el morro de su nave hacia el indicador circular que apareció en el HUD frente al cristal de su cabina. Una vez que la alineación estuvo correcta activó el acelerador automático y dejó que la computadora tomara el control de los motores.

Pronto la vibración de los enormes motores se sintió en toda la nave y la joven quitó las manos de los controles mientras dejaba esa parte de la navegación en manos del sistema.

—TP-890 iniciando maniobra de transferencia orbital. —informó nuevamente mientras seleccionaba la frecuencia asignada al manejo de rutas de las naves espaciales que entraban en la zona de control del planeta Edén.

—Control Orbital a TP-890, aprobada su transferencia y cambio de zona de control. Contacte a OS-1 en frecuencia 272.30 al llegar a destino.

—Entendido. —respondió la joven. — 272.30. Cambio de frecuencia aceptado.

—¿ETA? —preguntó una voz conocida a sus espaldas.

—Treinta y cinco minutos. —respondió Camila haciendo que su silla girase ciento ochenta grados. 

La teniente Ximena Hernandez se sentó en el asiento del copiloto y miró el campo de estrellas. Una parte del planeta todavía podía verse debajo de ellas mientras la nave tomaba más y más velocidad, dejando la órbita baja en donde podían apreciarse miles de luces de navegación correspondientes a las tantas miles de naves que, en ese preciso momento, se encontraban listas para zarpar a la guerra.

—Nunca vi tanta actividad alrededor de Edén. —observó Ximena. —La movilización de las fuerzas es total.

—Y solo es una de las cinco flotas que participaran en la campaña. —respondió la joven. —Es la primera vez en la historia de la humanidad desde la Primera Guerra Espacial que la NUNS reúne a su fuerza de choque principal.

Ximena se cruzó de brazos. —Han dejado a todos los planetas del sector interior desprotegidos. —dijo sacudiendo la cabeza. —Solo han dejado la flota defensiva en La Tierra y nada más… así y todo…

—Apenas podemos reunir un cuarto de millón de naves. —dijo Camila suspirando. —Comparado con los números que manejan las flotas Zentradi no somos nada.

La Teniente Hernandez asintió con gravedad. —El Alto mando confía demasiado en el Shock Cultural como ventaja estratégica. —dijo no muy convencida. —Y ya experimentamos en carne propia lo mal que puede resultar cuando las cosas no salen como se planean.

La Oficial Hughs giró la cabeza hacia su copiloto. —No he podido averiguar nada sobre esos Zentradi con Defensas Anti-Shock Cultural. —confesó. —Han borrado casi todas las huellas de la operación y no queda nada de información suelta que pueda rescatar.

—Espero que los de Inteligencia puedan hacer buen uso de los datos que capturamos en los sensores de nuestros cazas. —suspiró la Teniente Hernandez. 



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En el texto hay: espacio, robots, macross

Editado: 28.03.2024

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