Carta al viento [editando]

¿Premonición?

Me acerqué a la mesa para sentarme y mi madre apenas me sintió, me saludó.

-¿Cómo dormiste?-Dijo levantándose para tomar los platos-

-Pues, algo bien, algo mal. ¿Y tú qué tal?-Pregunté, aún adormilado-

-No he dormido, seguí la madrugada derecho.-Dijo dejando los platos en la mesa y sentándose.-¿Qué pasó?

-Nada muy importante. Pues, aún me duelen mucho mis piernas y además volví a tener un mal sueño que ya es muy recurrente.-Dije animado porque había comida en la mesa.-

-¿Recurrente? ¿Puedo saber de que va tu sueño?

-Pues, es... Muy extraño.

Procedí a contarle la parte final del sueño a mi madre. Ella ponía cada vez más su cara de extrañada.

-De repente, cuando siento el cuchillo volar en mi dirección, escucho una risa y ¡Bam!-Mi madre saltó al escuchar aquel grito-Simplemente despierto. Es un sueño muy recurrente. Normalmente pasan cosas antes de esta parte, siento que intentan explicar a que se refiere. Pero nunca las recuerdo...

Se notaba que mi madre no sabia que decir. Me miraba asustada y ya.

-Madre, no te preocupes por ello, solo es un sueño, lo más probable es que solo sea una premonición de sentido figurativo y ya. Aunque si me parece raro ¿A qué se refiere?-Ella seguía solo mirándome- Pero se nota que tú tienes mucho sueño, ¿Por qué no vas y duermes un poco? Yo organizo esto.

Mi madre asintió con la cabeza, después de eso, se levantó, me dio un besó en la frente y se fue escalas arriba a dormir.
Yo terminé de almorzar, lavé la loza y subí por mi celular, el que había dejado tirado en mi cama desde ayer. Apenas lo tomé, decidí llamar a Alejandra.

-¿Hola?-Respondió al otro lado del teléfono-

-Hola, Soy Paulo. Quería preguntarte, ¿Harás algo el día de hoy?

-Pues, no. ¿Por qué? ¿Me invitarás a hacer algo?-Después de decir eso se empezó a reír-

-La verdad, sí. ¿Quieres venir un rato a mi casa? ¿Podemos hacer lo que quieras?-Estaba sonriendo detrás del celular, aunque ella no lo veía-

-Claro. Me arreglo y salgo para allá.

Ella colgó. Yo aún no había salido de mi cuarto. Así que me acerqué a mi escritorio y saqué lapicero y papel de mi maleta para poder empezar a escribir.

"Esto ya es tedioso, ¿Sabes? Ciertamente estoy muy cansado de que por cada cosa buena que me pase, el universo se empeñe en que me pasen otras 5 malas. Me estoy llegando a acostumbrar, pero eso no quita que me duela y me moleste demasiado...
No sé, tal vez tendré que terminar de acostumbrarme a ello. No me queda de otra, al parecer..."

De: Paulo
Para: Quien corresponda. El viento, probablemente."

La cerré, la firmé de nuevo al dorso y antes de guardarla en el cajón, saqué la que había escrito en el parque ayer, el mismo día que me encontré a solas con Alejandra y el mismo día que me atropelló mi madre. Y guardé ambas en mi querida sección del escritorio "Cartas al viento"
Ahora sí, cambié mi ropa por unas prendas más bonitas y fui hacia abajo para esperar a Alejandra. Mientras esperaba, fui a la cocina, me serví un poco más de comida y me la comí, realmente me estaba muriendo de hambre. Después de eso, me senté en el sillón y me puse a revisar las redes sociales.
Efectivamente, después de tanto esperar, me quedé dormido.

En el sueño.

Me levanté de una cama que notablemente no era la mía. Era demasiado dura, pero no me importó. Al igual que hacemos normalmente las personas normales, al levantarme fui al baño. Pasó algo muy extraño, la canilla del agua no se movía. No era que no hubiese agua, todo era como si fuera una decoración. Levanté la cara hacia el espejo y me veía como de... ¿Plástico?

Intenté gritar pero mi boca no se movía. Me iba a salir del cuarto, pero entre más me acercaba a la puerta, menos me podía mover, era como si me quedar pegado, como si me volviera solo una figura, y estando a unos pasos de la puerta, efectivamente me quedé pegado del piso, sin poderme mover en lo absoluto. Era solamente una figura de plástico inmóvil.

De repente, mi vista salió de la figura, como si fuese una cámara. Cuando mi vista salió de la casa, noté que era una casa de plástico, aparentemente de juguete. Vi una silueta acercarse a la casa y...

Fin del sueño.

Mi celular estaba vibrando en mi pecho. Supongo que eso fue lo que me despertó. Alejandra me estaba llamando para decirme que ya estaba esperando en la puerta. Demasiado adormilado y con dolor, me levanté y abrí la puerta. Ella se alegró al verme y saltó a saludarme. Sus brazos rodearon mi cuello y sus piernas mi cintura. En cualquier caso normal, yo hubiera soportado su peso. Pero ahora, ni siquiera soportaba el mío, así que, con ella en brazos. Me desplomé al piso.
Tengo que admitir que todo lo que pasó fue con una sonrisa en mi rostro. Fue lindo verla saludarme así. Era demasiado tierna a mi parecer.



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En el texto hay: cartas, escuela, amoros

Editado: 25.08.2019

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