Carta de un suicida

CARTA 9

 

                                                    CARTA 9

 

Escribí sobre mis días en la escuela.

Escribí sobre aquellos días en que no entraba a clases para que los que se metían conmigo no me vieran.

Escribí sobre las noches enteras en las que lloraba después de haber sido golpeado por mi padrastro.

Estuve encerrado sin comer durante más de cinco días escribiendo todo esto.

"Algo que su madre dijo fue que, en cierta ocasión el chico lloraba fuerte, de manera que ellos se asustaban y lo iban a ver, pero resulta que él estaba dormido. Que daba gritos de dolor, como si le estuvieran haciendo algo. No lo sé, yo la verdad no podría decir que fue lo que paso esos últimos días de vida de Lucas, pero si de algo estoy seguro, es que esos días no fueron los peores, sus peores días ya habían pasado, estos solo fueron la tapa de la olla"

Había terminado de escribir todos aquellos dolores, me había desahogado en cierta manera, ya había terminado.

Esos días mi mamá me llevó con ella a un lugar donde la pasamos bien ella y yo, donde vimos la Catedral de la ciudad, que tenía tiempo sin ver.

Caminamos cerca de un mini zoológico que había cerca.

Me habló sobre como las cosas estaban cambiando para bien, pues ahora me veía sonreír, salir del cuarto, ya no lloraba... ni me veían fumar.

Había bajado de peso considerablemente, de manera que mi mamá quería llevarme a un nutricionista para ver como lograba recuperar mi peso. Me alegraba mucho ver sonreír a mi mamá.

03 de diciembre del 2011.

Comencé a comer con mis hermanos y mi madre en el comedor.

Miro a mis hermanos reír porque estaban viendo un cambio en el ambiente, sin saber que todo lo estaba haciendo porque me estaba despidiendo de todos ellos, pero no quería que me recordaran como un encerrado loco.

Les podía parecer una locura después, pero si de algo estaba seguro, era que todo ellos entenderían en el fondo que no encontraba una salida a todo este dolor. Que no pude sobrellevar tanto dolor en mi corazón. Talvez entiendan, talvez no, talvez... solo talvez.

Aunque no estaré para escuchar sus cuestionamientos por lo que ya haya hecho.

No quería que se sintieran responsables de mis actos, solo quería dejarles las cartas y una sonrisa para que entiendan que todo solo es por mí, por mi paz, para estar tranquilo conmigo mismo, joder.

Díganme ustedes, ¿habrían hecho lo mismo? bueno, talvez no, porque puede ser que ustedes tengan amigos, hermanos, padres, o al menos a alguien que se siente a conversar con ustedes para hacerlos sentir bien, sin embargo.

Aunque tengan ayuda de alguien, cuando la persona tiene en su mente que esa es la salida o la solución de todos los problemas, pues no encontrará otra salida. Su corazón se ciega totalmente con una sola idea, una sola solución, y no les culpo. Su desespero los domina en un momento tan débil de sus mentes.
Dominar sus emociones en momentos así, solo los convierte en seres frágiles y llenos de inseguridades que poco a poco la idea los va consumiendo hasta llegar a su punto máximo... su punto máximo.

Dime tu, ¿me juzgas? De seguro es porque tu vida debe de ser perfecta, ¿cierto? Te felicito por eso... no todos tienen esa suerte.

Me imagino que tú tienes muchos amigos, seres queridos que se preocupan por ti... no tuve esa suerte, en definitiva.

Por más que en esos días intenté sentirme bien con ellos, con su compañía, se me hizo difícil... ya no tenía solución para mí. Solo sentía mi felicidad cada vez más cerca.

El sol era el mismo, la luna no brillaba como antes, aunque admiraba ahora la naturaleza de una manera que nunca lo había hecho, solo lo observaba.

 

                          

 

 

 




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