Carta especial para Santa

Capítulo 3

Samara estuvo muchos años esperando el día que pudiera hacerle esa pregunta al hombre que pensó sería su esposo. Pero ahora no estaba segura de querer saber la respuesta. Al menos en su ignorancia mantenía la ilusión de que la amó. No quería escuchar, que ya no sentía nada por ella y por eso la abandonó. Que ya no la amaba y se fue porque prefería abandonarla a tener que afrontar, tener que decirle la verdad.

—Yo… ahora mismo no estoy preparada para esta conversación. Quizás… quizás después de ver cómo reacciona Charly al saber que eres su padre quiera una respuesta. —respondió ella, sin mirarlo a los ojos.

Jack se acercó a ella, la tomó por la barbilla y le dijo que esa conversar quedaría pendiente, no obstante, no dejarían de tenerla.

—Hay muchas cosas que tenemos que decirnos.

Samara salió del agarre que él le tenía, dando un paso atrás con un pequeño escalofrío. Su toque la afectó como en el pasado. Para disimular su reacción, cruzó los brazos y le deseo buenas noches.

La reacción de ella no pasó desapercibida para él. Sin embargo, prefirió no mencionarlo, no quería hacerla sentir incómoda a su alrededor. Con una sonrisa se despidió hasta el día siguiente.

 Ella esperó hasta que él salió de su vista. Cerró la puerta despacio y regresó a la habitación de su hija. Desde la puerta observó a la niña que, más que desordenar su vida, le dio un propósito. Pudo salir de las faldas de su madre y ser una mujer independiente que se comía al mundo. Con un nudo en la garganta se acercó a su hija que seguía dormida y bien abrigada. Fue hasta el buzón donde estaba la carta que Charlotte escribió para Santa y la sacó del sobre. 

—Estoy al creer en los milagros. —murmuró, leyendo el deseo de Charlotte. 

❄❄❄❄

Mientras Charlotte jugaba fuera de la casa, aprovechando que había salido un poco de sol, Samara la miraba pensando cómo iniciar la conversación donde le diría que Jack era su papá. Cuando Charly dio un salto con un grito de victoria, le hizo recordar cosas del pasado que prefería dejar atrás. Cosa que le hicieron dejar de ver a su hija y entró a la cocina para comenzar a preparar la sorpresa que tenía para la niña.

Una hora después tenía un plato frente a su hija, esperando que preguntara que era lo que tenía:

—¿Eso es chocolate? —preguntó Charlotte, mirando la tarta con avidez.

—Una tarta de tres chocolates.

—Se ve deliciosa, ¿por qué nunca habías hecho una? —interrogó Charly, mirando a su madre con inocencia.

—Me traía muchos recuerdos y a veces me hacía estar muy triste. Pero hoy, es un día muy especial.

—Si te pone triste no deberíamos comerla —dijo Charly con inocencia, bajando de la blanqueta de la encimera y acercándose a su madre para abrazarla—, no importa que sea un día especial.

A Samara se le llenaron los ojos de lágrimas. Escuchar las palabras de su hija no pudo evitar emocionarse. Sin embargo, creyó que esa era la oportunidad que estaba esperando, y no la desaprovechó.

—Es la tarta favorita de tu papá.

Charlotte se apartó de ella, abriendo los ojos muy grandes y la boca en forma de O, era la primera vez que Samara le menciona algo de su padre.

—¿Qué más le gustaba a mi papá?

—Muchas cosas, pero ven, hablemos de él.

Samara la llevó al salón y se sentaron en el piso una frente a la otra. Madre e hija tomadas de las manos.

—Tu papá tuvo que irse de Calcheth Falls antes de que tú nacieras.

—¿Se fue por qué no me quería? —preguntó Charlotte con un puchero y lágrimas asomando en sus ojos.

—No fue por eso bebé. Él te ama, pero no había podido regresar hasta ahora.

Samara y Charlotte pasaron un tiempo hablando de Jack. Las cosas que le gustaban y las que no, o al menos las que recordaba. Samara revivió con su hija momentos del pasado que la hicieron amar a Jack. Sonrió al recordar todo lo bueno que las heridas generadas por el abandono le hicieron olvidar.

—Entonces, ¿él está en la ciudad?

—Sí, desea verte y pasar tiempo contigo. Está esperando que tú decidas si quieres verlo o no. ¿Quieres?

Samara esperaba que su hija dijera que sí sin pensarlo y preguntara cuándo vendría a verla. Pero Charly permanecía sentada sin decir una palabra.

—¿Charly? Cariño, ¿quieres que tu papá venga a la casa para verte?

❄❄❄❄

Jack estaba inquieto dentro de su habitación esperando la llamada de Samara. La espera lo tenía con los nervios a flor de piel. Quería ir y pasar tiempo con su hija sin ningún impedimento. Saltó en la cama y quedó sentado cuando escuchó que tocaban a la puerta. Calmándose pidió a la persona que estaba al otro lado en el pasillo, que abriera y entrara.

—Tu padre y yo estamos preocupados por ti. Te has pasado casi toda la mañana, encerrado, ¿hay algo que podamos hacer por ti? —preguntó Carolina, la madre de Jack.

Él no sabía si mantener con su madre la conversación que tenía pensado tener con ella respecto a Samara. Tenía muchas preguntas para su familia, y ahora está muy tenso por la espera para tener paciencia con las respuestas que obtuviera de ellos. Miró el reloj, ya pasaban las doce del mediodía y Samara no llamaba. Decidido al menos a salir con una de las dudas que desde el día anterior lo atormentaba, levantó la cabeza y miró a su madre a los ojos. 



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En el texto hay: familia, navidad, amor

Editado: 04.07.2023

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