Cartas a Davenport

10. Culpables

"Recuerdo ese día como si fuera ayer.

Recuerdo el frío en mi cara.

Recuerdo las palabras exactas de cada uno.

Recuerdo la última vez que vi la cara de mi hermana, Valeria.

Recuerdo la sangre en mis manos..."

-No puede ser - dijo Valeria apoyándose en mi mesa de luz- ¿Molly? ¿cómo? ¿en qué momento? si ella...

-Sí, lo sé. Yo dije lo mismo que tú. Pero ahora ella necesita nuestra ayuda, y no la dejaremos sola en esto, ¿sí?

Jessica sonrió - por más que nos haya hecho sufrir como animales, sigue siendo nuestra molesta hermana, ¿no?

Las miré a las dos - no podemos abandonarla, ya perdimos a la abuela, no quiero perderla a ella también.

Valeria se encogió de hombros - pues cuéntanos que es lo que tenemos que hacer entonces, ya está oscureciendo Jad, y se nos acaba el tiempo.

Pasé mis manos por mi cuello, y luego cerré mis ojos - Molly se reunirá en el patio trasero con nuestros padres. Yo iré con ella, ya que les diré quién es el autor de las notas. Hoy era nuestro último día, por lo que les diré la verdad acerca de Molly.

-¿¡Estás loco?! ¡no puedes delatarla así como así! - dijo Jessica alzando sus manos desesperada.

-Shh - dije poniendo un dedo sobre mi boca - es parte del plan que armamos con Molly.

-Bien, dinos en qué parte entramos nosotras - dijo Val cruzándose de brazos.

Suspiré profundo, y comencé a detallar paso por paso de lo que iba a ser esta noche. Voy a admitirlo, estoy muy preocupado y asustado, ya no se de lo que son capaces de hacer nuestros padres, por lo que tenemos que estar preparados para cualquier cosa. No se nos tiene que escapar nada de las manos, ya que se podría cometer un error irremediable, y no queremos eso.

-¿Listo? - preguntó Molly al lado mío, su voz salió algo temblorosa.

-Listo, hagamos de que paguen - dije al mismo tiempo que la tomaba de la mano, y avanzábamos lentamente hasta la puerta del patio.

Al salir, pude visualizar a mi padre con la mirada perdida, y de brazos cruzados. Se lo notaba tenso y algo ansioso. Al lado se encuentra mi madre, con su abrigo de pieles y con sus manos juntas, raspando sus uñas por los nervios.

Los miré seriamente, y me rodeé con mis brazos por el frío. No pude evitar ver como las pequeñas gotas de nieve, comenzaban a cae lentamente.

-Jaden, hijo. Me imagino que ya sabes quién es el culpable de todo esto, ¿no? - dijo mi padre sonriendo de costado.

Mi madre asintió, y lo tomó del brazo a su esposo - estamos esperando tu respuesta cariño - dijo en una voz algo rasposa.

Tragué fuertemente - pues claro que lo sé, encontré al culpable de... ¿de qué? ¿por haber escrito la verdad sobre un hecho? - apreté mis puños lleno de ira - si, ya sé quién es, así que hagamos justicia por la persona quien fue sincera con Davenport.

Mi madre me miró molesta - no empieces Jaden, sabes muy bien lo que está en juego si el pueblo se enterara de que somos culpables.

Sonreí de costado, y miré de reojo a Molly - ¿así que lo admiten? - dijo Molly caminando lentamente hacia ellos - ¿admiten haberla dejado ahogarse y no ayudarla?

Nuestro padre nos miro extrañado - ustedes mejor que nadie saben que paso ese día, ¿por qué hacen esas preguntas?

Apreté mis ojos - necesito oírlo salir de sus bocas, especialmente de la tuya papá. Capaz de haber matado a su propia madre, y no solamente tú, el tío Frank también - lo miré con asco, esperando a que me dijera algo - admítelo, y te diré quien fue el de las notas, lo prometo.

Mi padre alzo sus manos confundido - ¡está bien! dejamos que tu abuela se ahogara para poder tener la herencia, ¡que tanto tu tío como yo añorábamos todos éstos años!

Asentí lentamente con mi vista nublada de lágrimas - okey, gracias por admitirlo - los miré al mismo tiempo que tomaba aire - ¡¿Lo tienes Valeria!? ¿¡Jess?!

Mis padres nos miraron confundidos, y pude ver el temor en sus ojos al ver como mis hermanas salían detrás de unos arbustos con una grabadora en sus manos.

-Todo grabado - dijo Valeria mientras presionaba el botón de play - 'Dejamos que tu abuela se ahogara para poder tener la herencia'

-Son unos asesinos, y pagarán por lo que hicieron - dijo Jessica acercándose a nuestro lado.

Mi padre largo una carcajada y extendió su mano hacia Valeria - dame la grabadora, y haremos de cuenta que nada de ésto pasó. Vamos, no sean inmaduros niños.

Val escondió la grabadora en su bolsillo trasero.

-¡Que me des la puta grabadora Valeria! - dijo aún más furioso.

Valeria dio un respingo, y mi primer instinto fue ponerme delante de ella.

-¿Qué es ésto? ¿Molly? pensé que estabas con nosotros - dijo mi madre afligida.

-Nunca estuve con ustedes, y si sirve de algo - se encogió de hombros - yo era la de las cartas.

Mi padre dejo de mirar a Valeria, para girar su cabeza hacia Molly. Podía ver llamas arder en sus ojos - ¡¿tú?! ¿¡tú?! ¿¡cómo pudiste?! ¿¡te das cuenta de lo que pusiste en juego?! ¡perderemos todo!




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