Querida Julia:
Hoy tuve otra cita con mi psicóloga y hablamos de diversos temas.me pregunto por como iba llevando mi vida en Madrid, lugar al que ella consecuentemente o por cuestiones al destino se había venido a vivir un tiempo antes de que yo lo hiciera.
Le dije que podría ser mejor aunque hasta ahora no presentaba mayores quejas. Quiso saber cómo iba con la producción de mi nuevo libro y le comenté que había encontrado a mi musa perfecta. Esa eras tú,Julia. Por supuesto.
Cuando llegó la pregunta de rigor : "Que pretendes hacer con esto?" Le respondí que aún no estaba seguro, mi timidez aún seguía siendo un gran impedimento para acercarme a ti. "Tan solo quisiera tenerla en mis brazos".
La emoción embargo su rostro por unos segundos al oírme decir aquello y luego se acomodo en su silla y adoptó su postura de profesional. Su veredicto fue el siguiente:
"Prometo que trabajaremos juntos para que puedas vencer esa timidez y logres estar cerca de ella, pero por lo pronto sigue escribiéndole, estoy seguro de que ella estará más que agradecida y feliz de leer esto si alguna vez las cartas llegan a sus manos.