Querida Julia:
Ya había aceptado mi realidad. Estaba casi resignado si debia ser honesto pero...Que otra alternativa podía tener? No es como si pudiese convertirme en otra persona solamente para estar a tu lado. No podia dejar de ser quien era solo para hacer que la chica que me robaba el sueño me notara.
Tal vez tu ni siquiera me pedirías que hiciera eso, quizas tu me aceptarías como era, sin embargo no lo sabria si ni siquiera tenia la valentia de enfrentarme a ti, no era capaz de decirte "Hola" sin pensar en mi practicar esa simple palabra en mi mente al menos tres veces. No podía permitirme que mi voz sonara mal y mucho menos tartamudear, no queria quedar en ridiculo frente a ti. No queria darte una mala impresion.
Y era allí, en mi mente donde creaba situaciones en las que no me podia separar de tu lado y tu eras, y cito las palabras que decias en mi imaginación "Más feliz de lo que habias sido en mucho tiempo" y eso llenaba mi corazón de alegría y regozijo.
No sabía si eso seria posible, pero viendote desde aqui, desde mi mesa habitual podia verte mirando un punto fijo, totalmente concentrada, y moria de ganas de acercarme hacia ti y susurrarte en tu oido "Un centavo por tus pensamientos".
Pero sabia que eso no seria posible.