Querida Julia:
El día D habia llegado. Hoy al fín sabria si tu decisión. Me aceptarías con todos mis miedos, mis errores y mis aciertos. Te reirias de mis chistes malos o serías lo suficientemente valiente para mandarme a callar?
Esta mañana salté de la cama y me fue imposible contener la emoción que sentía. El agua fría de la ducha no fue ni siquiera suficiente para amaenear el buen humor que manejaba ese día. Sali de ella y me dirigí a mi ropero, queria elegir el mejor atuendo para esta situación.
Y que mejor que mi atuendo de la suerte? Ese que use cuando publiqué mi primer libro y el que traía cuando te conoci a ti? Pienso que es una buena manera de darle un cierre a todo esto, Tanto bueno, como malo, podría hacerlo.
Me coloqué mi camisa blanca y mi saco negro y salí de casa. Aquella mañana el sol brillaba en lo alto y los pájaros cantaban una hermosa melodía distinta a la de otras veces. Tal vez este era un buen augurio despues de todo.
Al llegar al café mi corazón se disparó al verte parada allí, sonriente. De tu delantal sobresalia mi sobre de madera y supe que era el que te habia dejado ayer. O sea que las habías leído a mis cartas o al menos pensabas hacerlo.
Me senté en mi mesa habitual y mi cuerpo comenzó a temblar cuando te vi acercarte a mi pero esa ilusión se vino abajo cuando rodeaste mi mesa y te dirigiste a la calle dando pequeños saltitos,como si fueses una niña pequeña.
Y como tal no te percataste de ver a ambos lados de la calle antes de cruzar, de haberlo hecho seguro te habrias percatado de la motocicleta que venía en tu dirección y te levantó sin piedad por los aires.
Mis ojos se cerraron de inmediato,en un acto reflejo. No quería ver lo que había pasado. Dudo mucho que fuese capaz de soportarlo.
Cuando los abri me encontré la peor escena posible. Un grupo estaba reunido ante tu cuerpo inerte.Tus ojos estaban cerrados y un hilo de sangre corría por la sonrisa que aun mantenias en tu rostro. Era casi poético, de no haber sido tan trágico, pero supongo que eso es algo de lo que no podemos escapar, la tragedia es una parte fundamental de nuestras vidas.
Y supongo que ahora no sabria tu respuesta.