Carta 3

El día esta gris hoy... Ya no recuerdo las cosas con exactitud y eso está matándome. No quiero olvidarte Mary, poco a poco el sonido de tu voz se borra de mi mente, al igual que el café de tus ojos, que ya no recuerdo si eran café claro o café oscuro. Hace ya tres meses que no te escribía, sé que prometí no hacerlo más, pero el simple hecho de escribirte hace que me sienta más vivo, es la única forma de evitar que tu recuerdo me abandoné. Te deseo un feliz cumpleaños, aunque ya haya pasado, me hubiese gustado estar ahí, y hacerte pasar un día excelente como lo hacía antes. Espero que hayas pasado un día espectacular con él, que te haya regalado rosas azules, tus favoritas. Sabes que no estaba en mis planes desaparecer de tu vida, y que no lo hice realmente, también quiero decirte que volveré en poco tiempo. No es por decisión propia, me han obligado. Hace un mes tuve un descuido por la noche, el cual fue fatal, he recibido un gran golpe en la cabeza, que ha causado lagunas de tiempo en mi mente, y una barra de cemento ha aplastado una de mis piernas, de lo cual ya estoy casi recuperado. Me han dicho que cuando me recupere del todo podría volver, pero lo pensé mucho y decidí dejar el servicio definitivamente, me dedicare al taller de mi padre y viviré de eso, también reconstruiré la vieja casa, la que era del señor Patrick, por lo que se está a la venta, luego de terminar de arreglarla, la alquilare. Me dedicare a cuidar de mi madre y mi hermana, han quedado solas luego de que papá se fue. Y espero, querida Mary, que estés bien, que seas una mujer feliz. Oh, cariño, solo dos semanas, solo dos semanas y estaré ahí, solo dos semanas para volver a verte.

Con cariño y ansias, Matt.