Ha pasado un mes nena, un mes desde la última vez que te escribí, en este mes me dedique a observarte, sé que suena un poco acosador, pero simplemente admiraba tu habilidad para moverte por la casa, como si fuera tuya. En este mes no ha pasado mucho, hubo veces en que te quedabas a cenar con Lucas y conmigo, también estaba Tom, tu hijo, cenábamos entre risas y tonterías. Has desarrollado una amistad con Lucas, pero no conmigo y lo siento, sé que es mi culpa, sé que a veces soy demasiado frio y cortante. Pero es que, no puedo tenerte como amiga Mary, no cuando estoy tan loco de amor por ti. En cambio, me llevo muy bien con Tom, he abierto la carpintería en casa, y él siempre me ayuda, se pasa el día entero ahí conmigo. También quiero contarte que tu hermano me dijo que te ve cambiada, más feliz de lo que estabas el último tiempo, que ese cambio empezó cuando entraste a trabajar en casa. Y, ¿sabes algo? A nosotros también nos ha cambiado, nos pone felices verte acá, verte bien y contenta.
El otro día vino tu marido, o ex marido, no lo sé. Te grito, y quiso llevarte con él a la fuerza, en un momento pensé que iba a pegarte. Tenía ganas de matarlo, hizo que derramaras lágrimas, y eso me hace odiarme por no poder hacer nada. No se Mary, hay algo en el que no me cierra, que no concuerda. No tengo idea de que es, pero voy a tratar de averiguarlo. Un día te prometí que iba a cuidarte siempre, y puedo fallarle a cualquier persona, pero no a ti, a ti jamás.
También quiero contarte que fui a buscar a tu madre. A pedirle que me explique qué es lo que hizo, que es lo que paso. Ella se negó, no quiso siquiera atenderme.
Mi hermana vino la semana pasada, sé que se te hizo conocida, ella no entendía al principio que hacías aquí, hasta que le explique.
Creo que no tengo más para decirte, así que voy a terminar.
Te amo Mary...
Tuyo siempre, Matt.
Editado: 02.01.2021