Cartas a Mary

Carta 22

Que puedo decirte mi amor, que decir que no hayas escuchado ya, estoy aquí, viéndote dormir, como lo vengo haciendo hace un año, no puedes darte siquiera una idea de lo mucho que amo verte así, le transmites tanta paz a mi persona, que luego de mirarte un rato puedo dormir mejor. 
Estoy tan feliz de estar aquí, junto a ti, junto a Tom. Mi pequeña gran familia, a la que amo con todo lo que mi ser permite. A la que protegeré del mundo entero, y sé que tú también lo harás, se que siempre estas peleando contra el mundo a mi lado. 
Y eso me hace sentir orgulloso, y el saber que, quizá, no hice las cosas tan mal. 
Hace un año desperté en esa cama de hospital, luego de estar cuatro meses en coma, y desde ese momento, aunque sospecho que lo hacías desde tiempo atrás, tu no has soltado mi mano. Te has mantenido firme a mi lado aun cuando el camino se tornaba difícil. 
Hace dos días nos casamos Mary, luego de tantos años soñando ese momento, pude verte llegar envuelta en el vestido lila que siempre tanto te gusto. Y me sentí feliz, pura y plenamente feliz. Tengo a la mujer que amo conmigo, a mi hijo y a mis amigos conmigo. Nada más podría pedir, ustedes son mi familia, y teniéndolos junto a mí no necesito más.

Pese a todo, el amor de verdad siempre sale victorioso, no lo olvides nunca nena. Sera una buena historia para contarle a nuestros nietos, porque sí, estoy seguro de que los tendremos, ya sean los niños de Tom o de la pequeña Sammy que viene en camino. Tendremos una gran familia mi amor.

Comenzaste a dar vueltas en la cama, señal de que despertaras en cualquier momento. Iré a hacerte un café y recostarme un poco más contigo.

Aunque para disfrutarte tenga la vida entera, prefiero apreciar cada segundo.

Se despide con amor de la señorita Cooper, su esposo siempre, Matthew.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.