Cartas a mi amado

Jueves 12/Julio/2018

Amado Sam:

Me complace decirte que encontré trabajo.

Existe una librería cercana a mi casa. Me había presentado, con mi curriculum en mano, con la intención de obtener una entrevista. Te sorprenderás de saber que no se me pidió el documento, así como tampoco experiencia. Algo extrañada, pregunte la razón. Al parecer, a causa de la demanda en libros para el próximo ciclo escolar, lo único que les importaba era si tenía cargos penales de algún tipo. Al negarlo, el gerente me tendió la mano para darme la bienvenida al equipo.

Lo más probable es que haya reconocido mi apellido como el de mi hermano, quien me recomendó trabajar en el lugar. Solía contarme historias de vez en cuando de su tiempo laborando ahí, algunas mas agradables que otras.

Esta será mi verdadera primera experiencia de trabajo. Honestamente, tengo miedo. ¿Qué pasaría si me equivoco? No quiero que me despidan, necesito el dinero para pagar los exámenes... ¿Y si no le agrado a mis compañeros y me tratan de la misma manera que en la escuela? Me vería obligada a soportarlo, no puedo darme el lujo de renunciar.

Tengo que calmarme. Si continuo pensando en ello antes de tiempo, solo haré que así sea.

A veces pienso que todos a mi alrededor me odian... Es difícil de explicarlo. Hace unos meses estaba feliz con mi vida, pero hoy en día llego a pensar que sólo soy una persona problemática que complica la vida de los demás.

Creo que es por eso que decidí esconder la verdad acerca de aquellas cinco materias.

Eso no importa... Pronto podré pagarlas y presentarlas. Mientras tanto, me concentraré en estudiar en casa y en mis descansos. Eso debería de funcionar. Pronto todo volverá a la normalidad.

Incluso estoy segura de algo, amor. Creo que, una vez volviendo a clase, la relación con mis compañeros volverá a ser la de antes. Volveremos a la indiferencia. Lo se, te estarás preguntando a razón de que pienso esto. Veras, el maestro bajo la calificación de mis compañeros por mis actos. Pienso que, una vez que ya no tengamos esa materia, todo volverá a la normalidad. Si, puede ser algo fantasioso, pero algo me dice que puede ser el caso.

Por otra parte, Lena y mi madre siguen peleando. Ya van varios meses en los que su relación se desgasta día a día. Las discusiones empeoran gradualmente. También debo añadir que ninguna quiere hablar con nadie al respecto. Son algo complicadas, para ser honesta.

Su ultima discusión fue acerca del novio de mi hermana. No conozco a ciencia cierta los detalles, puesto que tiendo a esconderme en el closet para no escuchar los gritos, pero al final escuché la puerta principal azotándose. Llegué a la conclusión de que había sido mi madre quien salió tras ver a Lena entrar a su cuarto.

Toqué la puerta para hablar con ella, pero... la realidad es que me lanzó una lampara a la cabeza. Como mi madre había salido y mi padre seguía en el trabajo, Dorian me atendió personalmente la herida. Me pidió que no lo mencionara a mis padres, o la situación empeoraría. Hice tal como me dijo.

Lo había dicho en cartas anteriores, pero esta es la razón por la que no puedo dar a conocer la situación en la que me encuentro. Ya es suficiente en casa, no debo traer mas problemas.

No debo exponerme.

Debo callarlo.

Debo solucionarlo.

Yo sola.

Muchas gracias por siempre escucharme, amor mio. Pronto te escribiré nuevamente.

Te amo con todo mi corazón.

Siempre tuya,

Siempre tuya,




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