Cartas a mi amado

Martes 04/Septiembre/2018

Mi amado Sam:

Por favor, perdona mi ausencia. Han sido días interesantes últimamente, y el estudio no me permite escribirte tanto como quisiera. Esas han sido algunas de las cosas que han ocurrido estas semanas:

En una de mis clases, la maestra mencionó la posibilidad de prácticas en un hospital los sábados. Aun si puede sonar interesante, temo que pueda ocasionar problemas a los pacientes al no saber comunicarme... por otro lado, es una experiencia que podría darme cosas de las cuales escribirte en mis próximas cartas. Dicho esto, también nos advirtió del acoso que se puede dar en el lugar, y comencé a pensar... ¿podría ser peor que el semestre pasado? No lo se, tal vez sólo haya una manera de averiguarlo, ¿no lo crees? Debo pensar seriamente acerca de mi participación, de lo contrario deberé pedirle a la docente si podría realizar mis prácticas en otro lugar.

Mientras tanto, en una clase distinta, la profesora a cargo nos pidió estar en equipos... y no conozco a nadie... por lo que no alcancé a estar en equipo con nadie. La maestra se acercó a mi, preguntándome si prefería la soledad; al negarlo, le confesé con timidez mi situación. Pareció entenderlo en su momento, pues me dio la oportunidad de realizar la exposición por mi cuenta. Al llegar mi turno, tenia miedo... miedo de ser juzgada. ¿Y si me equivocaba? Fue cuando pensé ¿Y si no fuera yo quien expone?

Se lo que piensas, que suena ridículo. Permíteme explicar. No recuerdo si en algún momento te lo llegué a comentar, pero disfruto mucho la lectura. Tantos personajes y mundos esperando por ser visitados. Una de mis personajes favoritas es Lorelle; fuerte, brillante, segura, carismática... todo lo que no soy (aún). Justo cuando iba a exponer, decidí que no sería Ariana... sino Lorelle. Actuaría de la misma forma que imagino que ella lo haría frente a la misma situación que yo. Y así fue. Tuve algunos tropiezos con mi voz, pero todo salió bien. Me creyeron, y eso era lo que planeaba.

Al terminar la clase, una chica se acercó a mi. Dijo que su nombre era Jaede, que me había reconocido; estaba sonriendo, alegre. No sabía que decir, no tenía idea de lo que hablaba. Fue entonces que aclaró todo: Jaede se encontraba estudiando dos carreras a la vez, una de ellas era obvia, pero la otra... en la segunda era amiga de Dorian. Aparentemente, cuando le mencionó a mi hermano que entraría a la misma escuela que yo, el le enseñó una fotografía mia con el fin de que supiera de quien se trataba (aunque desconozco las razones, pero tampoco me molesta). Fue muy amable conmigo, incluso mencionó que, en la próxima actividad en equipos, fuera con ella. Le agradecí de todo corazón su amabilidad y terminé por retirarme... era momento de volver a casa.

Cada día aprendemos cosas nuevas, ya se trate de información, lecciones o personas. A veces no sabemos recibir todo esto y simplemente lo pasamos por alto. Hace un tiempo, no le habría dado mucha importancia a este tipo de situaciones pero, después de los sucesos ocurridos este año, he aprendido a aceptar lo que se me da, gozar de los días buenos y agradables; se que no son eternos, que hay momentos oscuros en la vida de todos... y es por eso mismo que debemos ser agradecidos con la bondad de otros, arriesgarnos a situaciones, tomar esa oportunidad. No siempre estará esa puerta abierta, por lo que a veces es sólo cuestión de dar un paso y, por mas osado que parezca, hacerlo en cuanto se presenta.

En cuanto a casa, soy ignorante acerca del progreso de la relación de mi madre y hermana. Sin embargo, debo mencionar algo que me entusiasma de verdad. Hablé con mi padre acerca de la escuela, y después de verme las últimas semanas tan concentrada en clases, me propuso un trato: si llego a aprobar mis materias con un ocho como promedio mínimo, ¡tendré permiso para adoptar una mascota! Cabe resaltar que tan sólo es el permiso, el animalito y todo lo que involucra su cuidado irán por mi parte. Fue entonces que recordé algo de mi infancia, ese pequeño que siempre pedía y en cada ocasión se me negó: un gecko.

Tal vez te preguntes ¿qué es un gecko? veras, un gecko es un reptil muy parecido a una lagartija, pero mas grande, siendo que los gecko leopardo (la especie que busco) llegan a medir hasta 25 centímetros. Debo decir, ¡he esperado por esto desde hace 17 años! Haré todo lo posible por obtener ese "si" ahora que está sobre la mesa. 

Por ahora, debo volver a estudiar, que tengo examen mañana. Muchas gracias por escucharme.

Siempre tuya,

Siempre tuya,




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