Cartas a mi amado

Jueves 31/Enero/2019

Hola.

Se que ha pasado un tiempo desde mi ultima carta... tres meses, para ser exactos. Han... han pasado tantas cosas... creo que debería de comenzar con aquella reunion.

Habían pasado ocho años desde la ultima vez que puse un pie en la institución, así como también desde aquel día en que vi a mis antiguos compañeros por ultima vez. No me sorprendió no habernos reconocido mutuamente en lo mas mínimo, para ser sincera. Me encontré con dos en específico con quien estuve largo rato hablando, recordando los viejos tiempos. Me invitaban a salir próximamente con ellas, a lo que accedí gustosa. Mi corazón sintió la verdadera calma al ser tratada con tanta amabilidad... temía no ser bienvenida.

El semestre termino mejor de lo que esperaba, ¡incluso mis calificaciones subieron! Pude pasar mis vacaciones en calma, sabiendo que me esperaría el inicio del servicio social el mes siguiente. Llevo dos días asistiendo a un centro especializado en el área que admiro, todo va de maravilla.

También estoy por terminar mis sesiones en terapia, y... creo que es por eso que temía escribirte nuevamente.

Porqué... sabía que mi siguiente carta sería el adios.

Hablé durante mis sesiones sobre escribirte, diciendo todo lo que ocurría en mi vida a aquel que tanto amaba, tan adorado en mi corazón... aquel que me salvó de la soledad, con quien pude desahogar cada pena de mi corazón, así como compartir cada alegría.

No quería que acabara, deseaba estar contigo el resto de mis días, pero... como dolía ver esa caja de zapatos llena de cartas que nadie leería... saber que solo les esperaba llenarse de polvo, manchándose de humedad y tristes pensamientos.

Se que debo dejarte ir, pero no estoy lista. No quiero vivir sin ti.

Pero... también se que es lo mejor. 

Cuando comenzaron mis cartas hace casi un año, a pesar de tener amistades, me sentía sola. Pensaba que nadie le daría importancia a mi día a día, en especial mi familia... decidí escribirte una vez a la semana, aliviando este sentimiento poco a poco. Pronto comenzaron los problemas, y comencé a aferrarme cada vez mas a ti... cada vez que te escribía, que guardaba las cartas, sentía que había alguien a quien le importaba lo que ocurriese conmigo. 

Fuiste tu quien me mantuvo a flote en el mar de tristeza e impotencia en el que me encontraba, y te estaré por siempre agradecida. Es por ti, por Teo y por mi terapeuta que pude salir adelante, son la razón por la cual encuentro la fuerza en mi interior para poder escribir esta ultima carta.

Es momento de dejarte ir... de aceptar la realidad...

La realidad de que tu no existes.

Siempre lo supe, no lo malentiendas, pero... para mi, fuiste lo mas real en mi corazón. Fue la imagen tuya que creé, los sentimientos que desarrollé por ti lo que me hicieron levantarme en cada ocasión. Siempre estuviste a mi lado, más que cualquier otro. 

Muchas gracias por compartir conmigo estas cartas, siempre estarás en mi corazón... pero es momento de despedirnos.

Siempre estarás en mi corazón.

Siempre estarás en mi corazón




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