Me desperté un poco aturdido por lo que había pasado.
Cuando me ubiqué, descubrí que estaba en un hospital, me preguntaba por qué, ya que no lograba recordar nada en lo absoluto.
Me quise levantar de mi cama, pero algo no me dejaba, sentía como la cabeza me dolía y no podía mover los brazos para nada.
Asimilé todo lo que había pasado y me di cuenta de lo que había sucedido, alguien nos quería eliminar, sentí un escalofrío, y no pudo ser ese alguien nadie más que Katy, pero ¿cómo?
No logro entenderlo, se suponía que.... oh no.
Tengo problemas, y no puedo levantarme de la cama.
Estoy completamente destruido, tengo fracturados brazos y piernas, lo cual me deja sin poder moverme en lo absoluto.
Intenté gritar, pero solo conseguí que los médicos me durmieran durante otro buen rato, lo cual no me ayudó en nada.
Cuando desperté, me quedé helado, enfrente de mi había una silueta conocida, yo temía verla otra vez por las posibles consecuencias que me traerían, si, era ella, Katy...
Volví a gritar, esta vez con más fuerza, pedía ayuda, pero nadie respondía,
–Cállate ya, Jack –dijo Katy, sonaba un poco fría su voz
– ¿A qué has venido Katy? ¿A vengarte?
–No he venido a hacer eso Jack, intento arreglar las cosas, ¿eso crees de mí?
–Sabes que no te creo nada Katy, tú no eres así
–Ya cállate Jack, vengo a arreglar las cosas, no tengo que repetirlo
–No has cambiado Katy, no te creo, aléjate de mí, vete
Katy salió de mi habitación con lágrimas en los ojos, creo que la había lastimado de verdad, le grité que volviera, y se asomó su cabeza por la puerta dejando ver sus lágrimas correr por sus mejillas...
–Lo siento Katy, no quería lastimarte
–Déjalo así Jack, me iré para no volver
–Pero...
–No Jack, esto tiene que ser así, no me detengas (como si pudiera)
–Katy, entiende, no quería hacerte daño, solo pensaba que eras tú la que me había mandado al hospital, y que habías venido a terminar con tu trabajo
–No he venido a hacer eso, y yo no fui la que cometió el accidente que tuviste, no estuve involucrada esta vez
–Intento creerte, pero no puedo, no puedo de verdad
–Jack, ¿sabes cuánto tiempo llevas en el hospital?
–Unas horas
–No, en realidad llevas casi 3 semanas y apenas has despertado hoy
– ¿Que? ¿3 semanas? Debes estar bromeando o haciéndome un chiste para romper el hielo, ¿verdad?
–No Jack, es verdad
–Deja de mentir, la basta, ¡¡¡di la verdad!!!
–Jack, baja la voz, harás que te duerman por otros 3 días
–Déjame en paz Katy, ya vete
–Jack, cálmate, deja de gritar, es en serio, no te miento, pero allá tú
–Vete, aléjate de mí, déjame en p....
No dejo que terminara de hablar, sentí sus labios sobre los míos.
– ¿Por qué lo hiciste Katy?
–Si no lo hacía, no te callarías nunca, y ya me estabas lastimando en oído
–Esa no era razón para que me besaras
–Si lo era Jack, porque no quieres entrar en razón, quién te crees para gritarme de esa manera
–Lo siento
Me volvió a besar, ¿que estaba sucediendo?, se suponía que ella me odiaba.
–Adiós Jack
Sus palabras se quedaron en el aire, ¿qué era lo que pasaba?, no entendía ni lo más mínimo.
Katy se fue de mi habitación con una pequeña sonrisa en su cara.
Luego, se escucharon otras voces que no reconocía en ese instante, después supe que eran Fox y Dani, que habían venido hasta aquí.
La puerta se abrió y vi las cuatro caras familiares, eran ellos, sabía que podía contar con ellos, tenía una confusión en mis sentimientos.
Me daba gusto verlos, pero, sentía que ya no eran los mismos que yo conocía, los otros se habían ido. ¿A qué venia ellos?, ¿Cuál era su intención?
De pronto todas mis preguntas fueron contestadas, ellos venían a intentar reparar el pasado, a olvidar, justo lo que necesitaba.