UNO

Hola... ¿Amigo?

No... Nunca fuiste mi mejor amigo, de hecho, hace unos años, no éramos más que desconocidos; pero, es curioso cómo el destino mueve sus fichas, para darnos a todos, nuestra porción justa de alegrías y penas... Y tú, tú fuiste mi detonante.

Poco a poco llegaste a paso firme y seguro, arrasando con todo a tu paso, y sacando soñadores suspiros a tu camino.

No... No fuiste al primero que miré. No... No sentí un flechazo en cuánto tus ojos chocolate se encontraron con los míos, las mariposas no se hicieron presentes, las palmas de las manos no me sudaron, el corazón no se me aceleró....

Eras un chico más...Y yo solo era una del montón.

Tu atención estaba siempre centrada en otra persona, al igual que la mía.

Fue un solo segundo que nos miramos, para que tú luego te gires a seguir conversando con tus amigos, y yo regrese mi atención a los míos.

Un segundo que aún está en mi memoria.

Poco a poco mi atención iba a ti. Cuando, en clase hablabas, con esa voz suave y tranquila que tenías. Cuando, con total paciencia le explicabas la lección a tu compañera de banco. Cuando, de vez en cuando, alzaba la mirada y encontraba tus ojos analizando mis movimientos. Cuando, al notar mi mirada, revelabas una brillante sonrisa, que no hacía más que aumentar mi sonrojo.

Pequeños detalles, a los que jamás le tomé importancia; pequeñas señales de advertencia, que de haber hecho caso, ahora mi corazón y mi alma, estarían intactos.

No... No fuimos, somos, ni seremos un cliché. No soy la chica tímida de cuerpo perfecto y mirada angelical. No soy la princesa dulce, tierna e inocente que espera en su torre; y tú no eres aquel caballero dispuesto a matar un dragón por salvarme.

Ambos, rebeldes... ambos, indómitos.

Ambos, con ganas de vivir y explorar. Ambos, imperfectos.

Ambos, sin ganas de un cliché romántico y su final de cuento.

Y ambos, protagonistas de una historia que no pedimos... Pero que fue nuestra mayor aventura.