Cartas a una Princesa

8. Ya existe el correo electrónico

Sorprendentemente, habría una fiesta en el palacio. Qué envidia. Rosemary debía estar muy contenta. Era una lástima que el Rey Henry ya no estuviera en el país.

— Daría todo lo que tengo por asistir a una de esas celebraciones— dijo mi mamá, mientras desayunábamos—. Debe de ser muy emocionante.
— Sinceramente no le veo lo interesante— papá se escuchaba muy irritado—. Deberías de interesarte en tus hijos. Chris tiene novia y tú ni te preocupas por conocerla.
— ¡No tengo novia, ya les dije!— repliqué.
— Pero las cartas deben de ser de una chica, ¿No? 
— Bueno, sí, pero...— papá me miraba de arriba a abajo. Comencé a enojarme.
— Parece que se llevan muy bien— agregó mamá—. Podrías pedirle que sea tu novia. Espero que sea bonita. Y claro que te aceptará, no conozco a otras personas que usen el correo tradicional cuando ya existe el correo electrónico. Son parecidos en eso.
— Ella no saldría conmigo— me miraron todos—, somos amigos, no soy su tipo.
— ¿Y cómo sería su tipo de chicos?— interfirió Vicky.
— Le quedaría bien un príncipe.

Me levanté de la mesa y tomé mis cosas para ir a la escuela. Cuando entré a mi salón de clases, Lio ya estaba ahí. Lo saludé.

— Algunas niñas van a hacer una fiesta la noche en que se celebrará el banquete en el palacio. Desde luego que seguirán la transmisión en vivo desde televisión. Me preguntaron si vas a ir— me dijo, emocionado.
— ¿Una fiesta? Podría ser divertido. Y no es justo que sólo se divierta ella...
— ¿Qué?— dijo Lio. Lo miré preocupado pensando que casi meto la pata.
— No, olvídalo, estaba pensando en otras cosas. Pero sí tu vas, yo también. 
— Genial— dijo, se levantó—, iré a avisarle a las chicas.

Ya en mi casita, me dediqué a molestar a mi hermana y a abrazar a mi gato. Hasta que llegó la carta de Rosemary. Subí a mi habitación corriendo y cerré la puerta.

"Querido Christian:

Me gustaría ir contigo a la escuela, como si fuéramos compañeros. Sería muy divertido. Lamentablemente me educan en casa. Creo que las escuelas de princesas no existen pero por las dudas le preguntaré a mi madre.

Interrumpiste una boda. Como en las películas. Sólo que no querías robarte a la novia, como sucede. Pero es muy gracioso.

Quería decirte algo. Estoy muy emocionada. Aunque no sé si sea correcto. Habrá una fiesta en el palacio el sábado, como seguramente ya sabes. En la televisión no han dicho la razón por la que será la fiesta pero yo quiero decírtelo. Se conmemorará el aniversario de mis padres, de cuando se conocieron. Harán una fiesta de disfraces. Y yo pensé que tal vez, quizá tal vez, a ti te gustaría venir al palacio...

Entiendo que no quieras porque nos conocemos de hace muy poco y probablemente no te sientas cómodo conmigo. Y sé que quizá estés pensando en que es una muy mala idea pero para que lo sepas mi padre me dio permiso de invitar a un amigo así que no estaría rompiendo ninguna regla. Además de que será una fiesta de disfraces, por lo que tu identidad estará protegida. 
Sé que quizá ya tengas planes para el sábado y no puedas venir, pero de todas formas, aún si suena muy egoísta de mi parte, me gustaría poder estar contigo un momento, aunque prácticamente no sea lo mismo.
La invitación está en el sobre. Sé que es muy repentino, perdona mi impertinencia.

No pasa nada si no vienes, podemos seguir siendo amigos por cartas. Pero si llegarás a querer venir, te esperaré con ansias.

No quiero que esto influya en tu decisión de querer venir pero, aparte de querer ser reina, mi nuevo sueño era conocerte en persona.

Adiós.

Atte. Rosemary"




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