Carta 3

Conocí a alguien, es alguien nuevo en la ciudad, me agrada. Está aprendiendo a vivir en este nuevo mundo, igual que yo, solo que yo estoy viviendo en un nuevo mundo sin ti. Por ahora es con el único que hablo, aunque solo hablamos de libros, asi que aun no sabe mucho de mí y yo no sé mucho de él. Me pregunto si en algún momento conoceré a alguien tanto como yo te conocía a ti. Él dice que en algún momento nos conoceremos más, que quiere conocerme más, le dije que era imposible, que nadie me conocía, ni siquiera yo, ni siquiera tú. Cree que puede ser la primera persona en conocerme, que quiere intentarlo y que si no resulta no pasa nada.

Me da la impresión que no quiere conocerme como a una amiga o hermana, sino como algo más. Tal vez estoy delirando pero sus ojos me decían que no me equivoco, siento algo que no sentía hace mucho, algo que me enseñaste, hace mucho, que aun existía… Esperanza.

Mi corazón quiere creerle, pero mi mente dice que no, que la última vez que confié en alguien, me fallo, me fallaste. Cuando estoy a punto de confiar en mi mente y alejarme, escucho tu voz diciendo “¿Alguna vez tu corazón se ha equivocado? El nunca se equivoca”

Hable con él, fui sincera, le dije que aun pienso en ti, que tu partida está muy reciente, que no puedo confiar en nadie, que tengo dudas, siempre tengo dudas, que no sé si quiero que alguien me conozca como soy. No quiero decepcionar a nadie.

Va a correr el riesgo. No sabía lo mucho que quería escuchar esa respuesta, hasta que la dijo. No tiene nada que perder, porque la que siempre pierde soy yo y si alguien me quiere decir que no es asi, es porque no sabe que lo perdí todo, una y otra y otra vez, hasta perder lo más importante… a ti.