Cartas al amor fugaz

Primer Acto | Carta II: ''Me voy''

Luego de recibir la llamada de mi madre, ver la mirada de mi padre, los mensajes de quien considero mi hermano, solo puedo pensar en lo que dirás.

Tenemos días sin hablar.

¿Por qué será?

Tal vez esto es lo mejor. Creo que es el mejor regalo para ti.

Finalmente, estarás lejos de cualquier veneno que pueda tirar. Lejos de cualquier daño que pueda ocasionar.

Yo me conozco, amor. Soy un peligro. Tengo tanta ira, tanto dolor, que a veces no sé lo que digo. Mi cabeza se calienta como si el infierno viviera ahí (yo sigo creyendo que vive ahí) y el fuego sale a toda velocidad.

Luego viene el silencio. Y el frío, terrible como siempre, hace que note las lágrimas que rodean mis mejillas. Es como un recordatorio: eres un mal innecesario.

Ahora, nuestra distancia ha subido de seis a cuatro mil kilómetros.

Aún pienso en lo que estoy dejando. Como el destino, tan bello que es, me ha dado cinco días para arreglar y desarreglar cualquier desastre que haya dejado en el camino de mis temores y ataques de pánico.

Y si hay alguien en quien pienso constantemente, es en ti.

Me armo de valor y te cuento.

Silencio.

Silencio.

Silencio.

Bueno, buena suerte. Te irá bien.

Después. volvió el silencio.

Gracias, yo también espero eso.

No pasó así, amor.

No pasó así.




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