Cartas al cielo

Carta °16: una eternidad

Que tan cierto son las palabras de quienes dicen estar dispuestos a pasar una "eternidad" a nuestro lado, pero peor ¿Que es la eternidad? Según los libros, Internet y el resto de personas que componen este planeta aseguran que es lo que compartes en esta vida e incluso en la muerte pero ¿Cuantos estarían a tu lado en la eternidad?

No siempre fui una buena hija, fui perezosa, algunas veces respondona e incluso traviesa al punto de trepar al techo, ¡un caos total! pero tú siempre rescatabas lo mejor de mí, decías que era un ángel lleno de luz cuando sentía que por mis travesuras fui diseñada por la oscuridad.

En el colegio escuchaba a muchos de mis compañeros quejarse por sus padres, muchos de estos no les dedicaban tiempo, no brindaban amor y confianza o solo veían sus fallas en vez de sus virtudes, yo solo me sonreía incluso cuando ya te habías ido. Tú me dedicaste tanto tiempo que por momentos te olvidabas de ti y tus necesidades como mujer, amor y confianza nunca faltaron en mi casa por el contrario sobraban al punto que nuestro hogar siempre fue el punto de encuentro para tareas, pijamadas y tardes de película con los del colegio porque todos éramos dichosos del trato que nos brindabas, tu veías mis fallas y me hablabas para corregir y mejorar pero siempre recalcabas que mis virtudes siempre serían mayores, tú eras una extraña combinación de cosas fascinantes que he intentado me acompañen. Si un día logro ser madre espero que tu ejemplo me lleve de la mano para ser tan buena como tú.

Cuando pienso en el amor verdadero pienso en ti. Que amor más grande y puro que el de una madre como tú, una madre dispuesta a darlo todo. Su tiempo, su espacio, su amor, los años, absolutamente todo por ese pequeño ser que surgió de sus entrañas. Por eso cuando pienso en una pareja pienso en la manera en que fui tratada en mi hogar y que no espero menos que eso.

Hoy la gran mayoría de jovencitas buscan relaciones donde el muchacho sea el típico cliché "chico malo" de los libros y ellas ser las sumisas obedientes, hacen todo por agradarles, hacen todo por atraer su atención y que un día les digan un "te amo". Pero ósea madre, un te amo lo dice cualquiera, el supuesto "daría mi vida por ti", " quiero pasar una eternidad junto a ti" sin embargo no cualquiera lo siente realmente y si estuvieras enferma o pasando por un mal momento no todos se quedan a tu lado debajo de la lluvia.

Pensando en todo eso, llegue a la conclusión que realmente vale la pena una eternidad con quienes te aprecian y te demuestran cuanto te aman, personas que los valoren aunque sean un caos como lo fui yo cientos de veces. Uno no le promete a cualquier individuo una eternidad como si fuera una invitación a comer hamburguesas, uno no regala "te amos" sin sentirlo porque el amor y lo que está en nuestro corazón es lo más valioso porque es eso lo que compartiremos a alguien más y nadie merece ser engañado.

Así que amor mía si en este preciso instante me preguntaran con quien deseo mi eternidad, elegiría a mi madre, te elegiría a ti. La mujer que me amo sin importar las fallas en mí, la que siempre soñó con verme exitosa y para quien fui y seré hermosa con o sin maquillaje, puede que un día tenga mis propios hijos y junto a ellos también lo desee, pero en este preciso momento te elegiré a ti e intentare que el hombre con el que comparta en mi vida me trate con el mismo amor, respeto, confianza, dulzura y calidez con la que fui criada así como deseo que todos los que componen esta tierra lo encuentren también.

Igual en tu amor esta mi eternidad, el que me acompaña siempre, hay momentos que perduran para siempre y un abrazo tuyo lo llevare el resto de mi vida.

Un amor para siempre.

Te envió mi amor al cielo.

Con amor, para Isabela.

 

 

 




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