Diste lo mejor e intentaste mostrarme el camino correcto, pero también me enseñabas que al nacer con el don de la razón y existiendo el libre albedrío en algún punto en mi proceso de crecimiento y con los cimientos que me habías forjado en valores, debía hacer mis propias elecciones y así fue. Tú dejabas que eligiera mi ropa, mis útiles escolares, como peinarme para ir a la escuela, los programas de tele. Tú me inculcabas lo que era correcto e incorrecto a partir de eso dejabas que yo misma eligiera algo así como "Prueba y error" y ese juego también lo implementaste en mi educación escolar, tu metodología sirvió al punto de hacerme independiente desde muy chiquita, no me gustaba me colaboraras en mis tareas, aprendí a peinarme, lavar mi ropa, entre otras cosas. Observabas mis gustos y me preguntabas regularmente que me gustaba, ¿Cuál era mi mayor sueño? ¿En qué quería convertirme? ¿Cómo me veía de grande? Apenas tenía siete años y ya pensabas en la universidad y algunos pensaran que fuiste exagerada, pero mírenme tengo 21 años estoy escribiendo mi cuarto libro y deseando un día publicarlo, a punto de terminar mi carrera, con algunos talentos extras ocultos y como yo existen cientos de niños que tuvieron una madre de mi estilo y que su modelo de crianza sirvió para que se trazaran metas y dieran lo mejor de sí.
Creo que lo que me hizo llevar este estilo de vida, además de lo mucho que te esforzabas porque siempre tuviera lo que tú no, era el hecho de permitirme elegir, recuerdo cuantas veces entre risas mientras te acompañaba en la cocina decías "Si vas a ser zapatera, mesera, arquitecta, periodista, actriz o lo que quieras. Hazlo. Pero esfuérzate en ser lo mejor en ello" Nunca me presionaste a elegir un camino, solo acariciabas mi cabello y confiabas en lo que quería para mi futuro y por eso antes de irte solo me pediste que un día en Irak, Afganistán o cualquier rincón del mundo en medio de mi trabajo como reportera de guerra te lo dedicara a ti. Puede que nada de lo que estudie tenga que ver con mis verdaderos gustos pero lo hago a fin de probarme que nada me quedara pequeño como a ti y aunque hay áreas donde soy realmente fatal sé que al final del día tengo algo en lo que si soy excelente y solo debo ser dedicada para seguir puliendo ese aspecto.
Estoy segura madre que muchos chicos en el mundo tienen ciertos sueños pero son sus mismos progenitores quienes los obligan a elegir una carrera que odian, a ellos les aconsejo que por el momento estudien lo que les toque por elección de sus familias o simplemente porque monetariamente no da para más, pero apenas terminen busquen un empleo, monten un negocio y hagan lo que realmente les apasiona, la felicidad depende de uno mismo y es cuestión de uno si se amarga o busca como plasmarse una sonrisa en el rostro no olvidemos que lo que permanecemos en la tierra no es mucho como para dejar pasar sin más, por ahora yo estoy finalizando una carrera que inicie porque no había muchas opciones pero que en el proceso le agarre cariño, pero nada se comparara con el título de periodista que un día buscare adquirir.
A ti madre gracias por la educación, por dejarme ser esencia yo, sin intentar cambiarme solo mostrando el bien y el mal. Gracias por darme la mano para impulsarme a buscar lo que amara aun en contra de lo que quizás tú soñaras para mí. Porque a la final tus sabias que no eras semilla y debías marcharte y la única decisión que importaría seria mía y de eso dependería que tan feliz fuera.
Te envió mi amor al cielo.
Con amor para Isabela.
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Editado: 07.04.2019