Sorpresa

Ethan
Mis ojos tomaron partido al abrirse por completo al escuchar las últimas palabras de la castaña. Comprendía completamente por qué actuaba de algunas formas ahora, tan a la defensiva o protectora, no tuvo a nadie quien le diera posible cariño a lo largo de su vida, y oír sobre la posible atracción que sentía por mí me tomo por sorpresa,

No voy a negar que, al igual que ella, tuve una vida dura, tampoco tuve a alguien quien admirar, tuve que salir adelante solo, papá solía estar siempre fuera de casa por trabajo, y mamá las escasas veces que me daba una muestra de cariño, era estando ebria, y de buenas.

Sin dudar otro segundo alargue mi mano en la mesa, tomando suavemente la suya

--No voy a presionarte a que me cuentes nada, ¿Okay?, no soy nadie para exigirte, no sé que es lo que estamos formando, pero siento el mismo miedo que tu sientes; ya me han fallado muchas veces, y se siente como una patada en el culo- una pequeña risa escapa de su boca- pero no te cierres a mi pequeña, se que no me conoces lo suficiente, pero puedo prometerte que nunca voy a juzgarte.

Su agarre se vuelve más firme, y le toma unos segundos contestar

-Lo siento, no debi decirlo así, resulta que a veces hablo de más- uns sonrisa pícara envuelve mi rostro.

--Así que, ¿Te gustó?
--No te pases de listo Jones, el hecho de que tengas un rostro angelical y un trasero de ensueño no significa que me gustes, solamente es atracción.
--No juegues con fuego Douglas
--Tú eres el fuego
--Y tú un laberinto
--¿Un laberinto?
--Posees muchos atajos y misterios, que pueden confundir a tu mente, pero todos los laberintos tienen algo en común
--¿Ah sí, qué?
--Una entrada y una salida
--Tal vez no quieras entrar a mi laberinto, puede que no tenga salida y te enredes en los arbustos llenos de flores...
--¿Y si no quiero salir?
--Morirás en el intento

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Luego de esa sesión de coqueteo, que no me ha disgustado para nada, salimos del parque y nos dirigimos a su casa, algo en su hogar olía a memorias, la mayoría de esta estaba decorada con muchas fotografías, que eran increíbles a mi parecer, pude distinguir que en la mayoría de fotos, un señor considerablemente mayor posaba junto a ellas, incluso con el par de chicas con las que vive.

La observo dejar sus cosas en el sillón, ¿conocen esa sensación de cercanía con alguna persona? De alguna forma, esta chica me ha hecho desarrollar una conexión increíble con ella, soy lo suficientemente valiente como para aceptar que me atrae. Su cabello castaño cae desordenado por su frente, y debo meter mis manos en los bolsillos para controlarme y no colocarlo detrás de su oreja, su bella constitución y sus jeans ajustados no me dejan otra opción más que admirarla.

--¡Auch!-mis morbosos pensamientos fueron interrumpidos por un golpe en la cabeza.

--¡Deja de verla pequeño calenturiento! --la voz de mi nana llega a mis oídos, y por primera vez, no es gratificante.

La castaña se sobresalta, y le lleva dos segundos comenzar a morir de ls risa, espero 3 minutos a que las punzadas en mi cabeza se reduzcan, y veo a Frida limpiar un par de lágrimas de sus ojos. Muy gracioso, ¿no?

--Tranquila abu, al parecer se está saltando el nivel de confianza. Deberías darle otro buen golpe solo pra asegurarnos que no vuelva a acosarme.

--¡No, nana! --la detengo antes de acatar la orden de la pelirroja, toso un poco para disimular mi tranquilidad-- dejando los golpes de lado, ¿cómo entraste?

--Mi niña tiene una llave para mi en casos de emergencia, la utilizo para verificar si tienen comida, agua o cuando acosadores como tú quieren entrometerse con ella y mis otras hijas.

Por Dios, no puede hablar en serio.

--¿Ellas no pueden hacer sus compras solas? Creo que es una de tus excusas pars venir a husmear su casa.--acuso.

Sus ojos se encuentran con los míos, esos inyectados de sangre roja, un día leí un libro de Cassandra Clare, mi escritora favorita, llamado Cazadores de sombras, y admito que Issabel Lightwood era dueña de mis fantasías, pero esta chica le ha quitado el lugar. Por mucho.