CAPÍTULO 3

NARRADOR

El interior del auto de Gael olía a cuero nuevo y perfume caro, un aroma que hacía del aire un ambiente asfixiante. El silencio era pesado, pero la mirada de su madre era más ruidosa que cualquier palabra. Ella lo atravesaba con la misma mirada que había usado para condenar a Serena momentos antes.

—No sé qué te pasó —dijo Gisella con una voz afilada y se giró ligeramente en su asiento, su bastón recostado en su regazo como una espada—, actuaste como un sentimental. ¿Qué te pasa, hijo? Te lo dije, esa niña…

—¡No hables así de ella! —La voz de Gael sonó más firme de lo que había sido en años—, la niña estaba enferma. Ella..., ella me dijo "papi" tengo meses sin verla, como querias que actuará.

Su madre soltó una risa seca, un sonido que le cortó la respiración.

—Claro que lo hizo. Esa mujer es una maestra de la manipulación. No solo te arrincona para que la veas, sino que usa a la niña para despertar tu piedad. Te tiene en la palma de su mano. ¿Acaso no te dijo en la llamada que no tenía nada para que fueras corriendo a ayudarla?

—Estaba muy preocupada... Y me prohibiste retirarme.

—Serena es una actriz, Gael. Siempre lo ha sido. ¿Crees que fue casualidad que te llamara en un día tan importante? El día de tu compromiso. Te llamó porque lo único que le importa es el dinero. Es una pobre interesada que busca un boleto de salida, y tú, mi hijo, eres el boleto dorado y perfecto.

El pecho de Gael se contrajo y su mandíbula se tensó.

—Ella no es así... Y es mi hija la que estaba enferma.

La madre se rió, esta vez sin sonido.

—¡Basta, Gael! Yo vi muy bien, a esa niñita —su madre gritó, y el eco de la orden resonó en el coche. Su rostro se torció en una mueca de desprecio—, ¿aún la defiendes? ¡No recuerdas lo que pasó un día después de la boda! ¡Esa mujer se burló de ti! Y ahora, ¿vuelves a caer en su juego por una lágrima? Deja de jugar a ser el padre de una niña que es solo una carga y una amenaza para todo lo que hemos construido. ¡Que busque al gran doct...!

—No tienes nada que hablar de ella, madre. Tú solo sabes de dinero y de poder…

El dolor del recuerdo lo golpeó como un puñetazo en el estómago, un dolor que había sepultado durante años.

—Sé que el amor es una debilidad —la voz de su madre se volvió un susurro venenoso que se acercó a su oído—, y no puedo permitir que esa debilidad arruine mi apellido. Mira a esa niña. Nadie puede asegurar que sea...

—¡Basta! —El grito de Gael resonó, lleno de furia y un dolor insoportable—, ¡no lo digas! Discúlpame, madre, pero por favor..., guarda silencio.

Gael sintió que iba a explotar, y sin pensarlo, extendió la mano hacia el tablero del auto.

—Detén el coche —ordenó al chófer, con una voz temblorosa que no era la suya.

La madre de Gael se tensó, sus ojos se abrieron de terror. Por un segundo, la viuda fría y calculadora desapareció, dejando ver a una mujer aterrorizada por perder el control.

—¡Gael! ¡Gael! —gritó, aferrándose al brazo de su hijo con una fuerza desesperada—, ¡te quedas aquí! Tenemos que ir a casa de tus futuros suegros.

Pero Gael ya no escuchaba. Abrió la puerta del auto y salió a la calle sin mirar atrás. El aire fresco golpeó su rostro, pero no lo hizo sentir mejor y aunque había escapado de su madre, su cabeza seguía gacha.

Estaba solo y el silencio de la calle gritaba más fuerte que cualquier palabra...

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No quería dejar pasar este día ;)

Gracias a todas las que se tomaron un tiempito de felicitarme en redes, hoy estoy de cumpleaños y no saben lo feliz que me hizo. Muy agradecida a Dios por darme otro año de vida y por demostrarme cada día que estoy haciendo un buen trabajo y mas al lado de mis lectoras que me apoyan en cada aventura.

Nos leemos prontito, comenten mucho para que la novela tenga mas visibilidad...

IG: CR Vergara

PD: Les dejo fotito de Doña Gisella.

¿Cuantas son TeamGisella? Jajaj